Tras el reciente fallecimiento de Sebastián Athié este sábado 4 de julio, el mundo Disney se ha vestido de luto, pues su muerte sorprendió a los fans del histrión de 24 años y de los seguidores de las producciones de la casa del ratón.
Al momento no se han confirmado las causas de la muerte del participante de la serie O11CE, pero su partida no ha sido la única que se ha dado entre jóvenes integrantes o ex miembros de la productora estadounidense.
Tragedias, enfermedades y adicciones son algunos de los aspectos que han rodeado los fallecimientos de “chicos Disney” a lo largo de las décadas, dando pie a una leyenda negra en torno al estudio de cine y televisión.
Bobby Driscoll, popular figura Disney en los años 40, fue encontrado sin vida el 30 de marzo de 1968 a los 30 años. El participante de películas clásicas como Canción del sur, Dentro de mi corazón y La isla del tesoro también fue modelo de animación para las primeras producciones de la casa cinematográfica y prestó su voz para la película Peter Pan, de 1953.
Ganó un Oscar juvenil en 1950, y tras el éxito laboral, en la adolescencia se desató su adicción a las drogas, derivando en un infarto agudo al miocardio que le costó la vida. El consumo de sustancias llevó a Bobby a cumplir una sentencia en prisión y también estuvo en un centro de rehabilitación. Cuando murió fue enterrado en una tumba para indigentes, pues su cuerpo no fue identificado en un principio. Solo hasta que su madre pidió ayuda a Disney, a finales de 1969, se supo que eran sus restos.
Conocido por su papel de Michael Banks en la emblemática Mary Poppins y su participación en El abuelo está loco, el joven actor británico Matthew Garber perdió la vida en junio de 1977 a los 21 años de edad tras sufrir una pancreatitis necrótica hemorrágica derivada del consumo de carne en mal estado en la India.
Su familia descartó que su fallecimiento hubiera estado ligado al uso de alguna droga, por lo que su imagen no se vio afectada por escándalos. Fue hijo de padres actores, y en 2004 fue reconocido con el título póstumo de Leyenda Disney. También participó en la cinta Las tres vidas de Thomasina.
Bridgette Andersen, protagonista de la película The Parent Trap II, estrenada en Disney Channel en julio de 1986, murió en 1997 a los 21 años por una sobredosis de opioides, medicamentos recetados para el dolor. La actriz, quien también participó en las cintas Savannah Smiles, en 1982, y A Summer to Remember, vio disminuir sus ofrecimientos actorales tras la adicción a la cocaína que desarrolló y que la condujo a su muerte.
En 2003, y tras permanecer un tiempo en depresión, derivada de la escasez de trabajo, Jonathan Brandis intentó quitarse la vida a los 27 años colgándose en su casa; aunque un amigo lo encontró y llamó a urgencias y fue trasladado a un hospital, finalmente falleció horas después.
Brandis fue la voz del personaje de Mozenrath en Aladdin’s Arabian Adventures: Magic Makers, una producción de Disney; aunque es más recordado por su interpretación de Bastian en La historia sin fin 2.
El participante de la película de 1995 Tom and Huck, y cerca de una veintena de cintas a su corta edad, Brad Renfro, falleció por una sobredosis de heroína y morfina a los 25 años en su departamento de Los Ángeles en 2008. Su carrera parecía ser muy prometedora, hasta que el abuso de sustancias la frenó en seco.
Lee Thompson Young fue encontrado sin vida por una bala autoinflingida en su casa de Los Ángeles el 19 de agosto de 2013, a los 29 años. Se le recuerda como parte del elenco de la película Johnny Tsunami y, de adolescente, como el personaje principal de la serie de Disney Channel The Famous Jett Jackson.
También actuó en Friday Night Lights. El actor había sido diagnosticado con trastorno bipolar, por lo que tomaba medicamentos, y antes de su muerte tuvo un episodio de depresión.
De pequeño fue miembro del Club de Mickey Mouse, de 1993 a 1995, al lado de notables figuras del pop como Britney Spears, Christina Aguilera, Justin Timberlake y Ryan Gosling, pero Marque Tate Lynche no corrió con la misma suerte, pues fue encontrado muerto en su departamento de Nueva York en diciembre de 2015, a los 34 años.
Su roomie encontró su cuerpo aquel domingo, pero el Departamento de Policía de Nueva York no ofreció mayor información del caso; meses después, se supo que el actor padecía un severo alcoholismo que lo condujo a la muerte.
Otro integrante de Disney Channel, Michael Galeota, fue encontrado muerto por un amigo a los 31 años en enero de 2016 en su casa de California, debido a una enfermedad cardíaca que lo aquejaba.
Galeota participó en la serie The Jersey, en la que tuvo el papel de Nick Lighter. Pese a que no volvió a tener otros papeles sobresalientes, fue muy recordado por el público.
Michael Mantenuto se disparó con un arma de fuego a bordo de su auto a los 35 años en abril de 2017 en Des Moines, Washington. El también jugador de hockey sobre hielo actuó en la película biográfica de Disney Miracle, de 2004, donde interpretó a la estrella olímpica Jack O’Callahan, En su carrera como actor sumó apenas un par de títulos más y después se enlistó en el ejército de Estados Unidos.
Apenas en julio de 2019, Cameron Boyce murió a sus 20 años de edad tras una convulsión mientras dormía, como resultado de una condición médica en curso. El actor participó junto con Adam Sandler en la película Niños grandes, y actuó en la serie Jessie.
Su último trabajo fue en la serie de Disney Channel Descendants, que cuenta la historia de los hijos de los emblemáticos villanos de la compañía de animación. El gran futuro que se auguraba para el joven terminó de manera súbita en una tragedia más que se sumó a la familia Disney.
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