La miniserie documental sobre el multimillonario financiero Jeffrey Epstein, acusado de tráfico de menores para fines sexuales, envía una señal de alerta tanto a abusadores como a víctimas, consideró el mexicano Leopoldo Gout, uno de los productores de “Jeffrey Epstein: Asquerosamente Rico” de la plataforma de streaming, Netflix.
“Queremos que ayude a otras sobrevivientes a hablar, y a que gente tan corrupta como él la piense dos veces. Queremos que haya un destello de luz. Ojalá la tragedia de este documental sirva de algo a la sociedad”, señaló Gout en entrevista telefónica para el diario Reforma.
Asimismo, el productor celebró que se trata de un proyecto revela cuestiones nunca antes tocadas, lo que puede suponer una serie de emociones para los espectadores: “Estamos revelando, abriendo la cortina de un mundo impenetrable hasta ahora, hasta antes del #MeToo. Ese es el orgullo que tengo. Es una serie muy fuerte, a la gente le va a llegar muy visceralmente lo que logramos.”, destacó.
El producto audiovisual cuenta la historia de uno de los depredadores sexuales más potentes de los últimos años en Estados Unidos, quien al lado de su esposa Ghislaine Maxwell, reclutaba niñas y adolescentes para él y sus poderosos amigos.
Entre su lista de amigos se encuentran el actual presidente estadounidense Donald Trump, el Principe Andrés de Inglaterra, el productor Harvey Weinsten y el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton.
El pasado mes de agosto, a los 66 años, Epstein apareció ahorcado al interior de su celda, en una cárcel federal de Manhattan, en Nueva York, mientras se encontraba a la espera de un juicio por crímenes sexuales entre 2002 y 2005.
La prensa bautizó su avión privado como el “Lolita Express”, haciendo referencia al medio de transporte que llevaba a las menores de un estado a otro entre 1999 y 2007.
Ya fuera en sus mansiones de Nueva York, Palm Beach o en su isla privada del caribe nombrada “Isla de pedófilos”, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell presuntamente atraían a menores de edad con la promesa de que recibirían cientos de dólares si proporcionaban masajes, que luego se convertían en abusos.
Se trataba de una red en la que se pedía a las menores llamar a nuevas víctimas, de manera que el “suministro” nunca se le terminara al magnate.
La serie documental de Netflix que expone la trama de abusos y violaciones del financiero norteamericano, tiene como virtud dar voz a las víctimas sobrevivientes de Epstein. Los relatos en primera persona y el entramado de corrupción dibujan al hombre multimillonario a lo largo de los cuatro capítulos.
“Fue un mundo de trabajo contactar a las sobrevivientes, que tuvieron tanto valor de hablar, porque la violencia que causó él afectó hasta sus familias. Es un dominó, no teníamos ni idea de hasta dónde llegaba esto. Montamos una plataforma de observar, respetar y dejarlas hablar, de creerles y darles un apoyo, una ventana de oxígeno y luz dentro de un mundo negro que no las protegió”, compartió el productor mexicano Leopoldo Gout.
Antes de que la serie documental dirigida por Lisa Bryant e inspirada en el libro “Filthy Rich” de James Patterson fuera tomado por Netflix, había sido propuesto para su exhibición en otras compañías, las cuales rechazaron el proyecto por temor a represalias por parte del multimillonario financiero o sus poderosos amigos.
“Epstein estaba libre y tenía todo el poder del mundo cuando empezamos a desarrollar el proyecto. Al equipo de investigadores, por ejemplo, lo empezaron a seguir. Epstein estaba investigando a todos los que estábamos involucrados.
“Estaba (Epstein) explorando hacer algo fuerte contra nosotros y por suerte lo arrestaron. Eso lo detuvo. Pero algo pudo haber pasado”, dijo Gout.
En tanto, este lunes 22 de junio fue localizada Ghislaine Maxwell en París, Francia, luego de ser buscada por la justicia de Estados Unidos acusada de estar envuelta en los aberrantes delitos que llevaron a Jeffrey Epstein a prisión.
Los diarios ingleses The Times y The Sun dieron con el paradero de la mujer de 58 años que acusada de proveer las menores al magnate.
Ghislaine Maxwell nació en Francia y es hija del ex magnate Robert Maxwell, antiguo dueño de Mirror Group Newspapers. Según lo declarado por una fuente al periódico The Sun, al permanecer en ese país podía evitar su traslado a Estados Unidos, debido a que no existe un convenio e extradición entre ambas naciones.
“Ella quiere permanecer en Francia todo el tiempo que pueda para aprovechar las leyes de extradición y tiene una gran red de contactos dispuestos a mantenerla oculta. Según la ley francesa, cualquier persona nacida en suelo francés está a salvo de la extradición a otro país, independientemente del presunto delito. No significa que no será procesada por sus vínculos con Epstein, pero si finalmente enfrenta cargos, será en Francia y no en Estados Unidos”, manifestó.
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