Tras el final de la saga de Harry Potter, Rupert Grint siguió con su carrera en la actuación, pero decidió hacer dinero por fuera de la industria del entretenimiento. Parte de los millones que ganó como Ron Wesley los invirtió en el mercado inmobiliario, que lo ha convertido en un actor que no tiene por qué preocuparse sobre su futuro en Hollywood.
El intérprete británico, de 31 años, se ha convertido en un magnate inmobiliario que posee propiedades valoradas en casi 30 millones de dólares, según dio a conocer el periódico The Sun. La última compra que hizo lo llevó a desembolsar USD 12 millones.
Una de sus compañías, Caly 10, de acuerdo con el citado medio, invirtió a lo largo del último año fiscal diez millones de dólares en distintas propiedades, y otra de ellas, Oneonesix Development, se centró en adquirir viviendas en las afueras de Londres.
Grint también pagó USD 6 millones en efectivo por una mansión del siglo XVIII en 2009. Según el medio británico, la ex estrella infantil nunca ha vivido en esta propiedad de seis habitaciones situada en Kimpton, en el condado de Hertfordshire, en Inglaterra, y ahora la ha puesto a la venta por USD 8 millones.
El medio menciona una tercera sociedad, Eevil Plan Properties, que ha comprado en efectivo otras tres propiedades próximas a la propia casa del actor, en Herts.
"Rupert se ha convertido en un magnate inmobiliario y ha estado trabajando en la construcción de su imperio. Es un inversionista astuto y está comprando propiedades de alquiler con buenas conexiones de transporte a la ciudad, así como más casas lujosas” , dijo una fuente a The Sun.
Grint ha sido recientemente padre de una niña, junto con su pareja, la actriz Georgia Groome, de 28 años. La pareja, que no reveló el nombre del bebé, tiene una vida privada, fuera de los focos, desde que comenzaron su relación en 2011.
El actor es el primero del famoso trío de la saga, que constituyen él, Daniel Radcliffe y Emma Watson, que tiene un hijo. Sin embargo, él ya había dado pistas de que quería convertirse en padre en un futuro cercano. “Me gustaría sentar cabeza y tener hijos pronto”, reveló al periódico británico The Guardian tras cumplir 30.
Su papel más reciente fue en Servant, un thriller psicológico producido y dirigido por M. Night Shyamalan. Y, aunque no ya no es tan conocido como antes, el actor lo prefiere así. “Soy naturalmente introvertido, así que estar en el centro de atención es algo que disfruto poco. Llegué a la cima bastante temprano, pero estoy bien con eso. Sería ridículo pensar que puedo replicar ese nivel de éxito. Siempre va a ser un desafío, pero estoy disfrutando de eso”.
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