El extraordinario mea cupla de la reina de la moda Anna Wintour esta semana, donde admitió que en la revista Vogue que ella dirige pudo haber sido un espacio para actitudes racistas hacia empleados negros, puede haber sonado como insuficiente para algunos de sus antiguos colegas y amigos.
“Hiriente e intolerante”. Esa es la forma en la que muchas personas dentro y fuera del mundo de la moda se han sentido alrededor de Wintour a lo largo de los años, comenzando incluso cuando ella era apenas una adolescente, de acuerdo con un artículo publicado el viernes por el Daily Mail.
Como su única y amiga cercana en aquel entonces, Vivienne Lasky, le confió al periodista Jerry Oppenheimer, autor de la biografía no autorizada sobre la editora de Vogue titulada “Front Row: Anna Wintour, la espectacular vida de la época de oro de la editora en jefa de Vogue”, Wintour se caracterizaba por pequeñas escenas de celos y una malicia extrema.
“Si me disgustaba algo de Anna cuando éramos niñas era su estilo grosero. Mi madre solía decir que no tenía cortesía”, confesó Lasky.
“Mientras que Anna era fina y elegante, incluso en aquel entonces -recordó Lasky- era severamente crítica y sarcástica, y se burlaba de las personas que no lo eran. Anna realmente se preocupaba por las apariencias. Señalaba a otra chica y decía: ‘Dios mío, mira qué gorda está. Mira su cara, mira su horrible cabello rizado’”. Por entonces, Lasky estaba excedida de peso y tenía cabello rizado.
Para burlarse del peso de su amiga Vivenne, Anna -hija de Charles Wintour, un destacado editor de un periódico londinense-, le compraba de regalo prendas pequeñas que no le entraban; incluso un vestido de fiesta que estaba lejos de ser de su talla. La madre de Lasky, una ex bailarina de ballet, afirmó que Anna compraba tamaños pequeños “deliberadamente y maliciosamente” con el objetivo de molestar a su hija.
A través de los años, Anna continuó maltratando a Vivienne hasta que finalmente su larga amistad terminó.
Por su partem Alex Walker, un editor muy respetado en el periódico del padre de Anna, The Evening Standard, recuerda a Anna como un “monstruo absoluto”, que hacía y decía cosas solo “para ser mala”.
De acuerdo al Daily Mail, Walker afirmó que recordaba a Anna como un personaje perverso del cine del estilo de Rhoda Penmark de ‘The Bad Seed’, Vida Pierce en ‘Mildred Pierce’ y Eve Harrington, en ‘All About Eve’.
Aparentemente, Anna no ha cambiado demasiado y continúa teniendo actitudes hirientes e intolerantes. Así lo confirmó el ex editor negro de Vogue, Andre Leon Talley, cuyas memorias recién publicadas, The Chiffon Trenches, describen lo mal que lo trató y cómo su estrecho vínculo terminó porque ella pensaba que era “demasiado viejo, con sobrepeso y poco atractivo”.
Talley, de 70 años dice que aún posee “enormes cicatrices emocionales y psicológicas” de sus muchos años de amistad con Wintour, llamándola “inmune a cualquiera que no sean las personas poderosas y famosas que pueblan las páginas de Vogue”.
Según él, otro poderoso y antiguo editor de Vanity Fair, Graydon Carter, le dijo una vez: “Un día me trata como a una buena amiga y al siguiente me trata como si le hubiera entregado las llaves a un aparcacoches desconocido”.
En su mordaz retrato, Talley dijo creer que Wintour “no es capaz de tener bondad humana” y que la piensa como “despiadada”.
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