En medio de la polémica por sus palabras contra las mujeres trans, J.K. Rowling, escritora de los libros de Harry Potter, respondió a sus detractores con una carta en la que revela que fue víctima de violencia de género y agresión sexual.
“He estado en la mirada pública más de 20 años y nunca he hablado públicamente sobre ser una sobreviviente de violencia de género y agresión sexual”, comenzó la escritora, en un ensayo extenso y muy personal.
“Esto no es porque me dé vergüenza que me pasaran esas cosas, sino porque son traumáticas para volver a visitar y recordar. También siento que tengo que proteger a mi hija desde mi primer matrimonio. No quería reclamar la propiedad exclusiva de una historia que también le pertenece”, agregó.
Y continuó: “Sin embargo, hace poco tiempo le pregunté cómo se sentiría si fuera honesta públicamente sobre esa parte de mi vida y me animó a seguir adelante. Menciono estas cosas ahora no en un intento de obtener simpatía, sino por solidaridad con la gran cantidad de mujeres que tienen historias como la mía, que han sido arrastradas como fanáticas por tener preocupaciones en torno a los espacios de un solo sexo”, declaró.
En su ensayo, Rowling escribió sobre sus propias luchas con el sexismo y la misoginia, y agregó que leer relatos de disforia de género por hombres trans la hizo preguntarse si podría haber intentado hacer la transición a ser hombre si hubiera nacido 30 años después.
En el texto señaló que inicialmente se había visto movida a compartir sus pensamientos después de leer sobre los “certificados de confirmación de género” propuestos en Escocia, lo que permitirá a las personas trans cambiar de sexo en sus certificados de nacimiento en función de cómo se identifican y no en informes médicos y psiquiátricos.
"Cuando abres las puertas de los baños y vestuarios a cualquier hombre que cree o siente que es una mujer, y, como he dicho, los certificados de confirmación de género ahora se pueden otorgar sin necesidad de cirugía u hormonas, entonces abres el puerta a todos y cada uno de los hombres que desean entrar. Esa es la simple verdad ”, escribió.
Citando una encuesta, Rowling afirmó que aquellos que no apoyaron la preservación de espacios para un solo sexo eran “solo aquellos privilegiados o lo suficientemente afortunados como para nunca haber enfrentado la violencia masculina o la agresión sexual, y que nunca se han preocupado por educarse sobre cuán frecuente es”.
Rowling continuó explicando que los “derechos trans, son derechos humanos” pero aseguró que “un gran número de mujeres están aterrorizadas de manera justificada por los activistas transgénero; lo sé porque muchas me contactaron para contarme sus historias".
"Activistas que claramente se creen personas buenas, amables y progresistas han recurrido a mi pasado dando por hecho que tienen derecho a vigilar mi discurso, acusarme de odio, llamarme insultos misóginos”, se quejó la escritora que, con este texto ha querido asegurarse de que el mundo entienda realmente su postura.
En otro pasaje del texto aseguró que no se inclinará “ante un movimiento que creo que está haciendo un daño demostrable al tratar de erosionar a la 'mujer’ como clase política y biológica y ofrecer cobertura a los depredadores como pocos antes".
Rowling concluye que lo único que quiere es “empatía y comprensión similar” que las que se brindan actualmente a las personas trans y que deberían extenderse “a los millones de mujeres cuyo único crimen es que sus preocupaciones sean escuchadas sin tener que recibir amenazas y críticas”.
Sus palabras, no obstante, han generado numerosas críticas. Entre ellas se destacan las de actores como Daniel Radcliffe y Eddie Redmayne, personajes centrales del universo de Harry Potter.
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