En medio de las manifestaciones y protestas en los Estados Unidos y todo el mundo contra el racismo tras la muerte de George Floyd a manos de la policía, Anna Wintour, la temida editora de Vogue en los Estados Unidos, hizo un mea culpa por el racismo presente en la revista que ella dirige y ha mandado una carta a todo el equipo donde reconoce que no siempre todo se ha hecho bien en la publicación, y que las cosas tienen que cambiar.
La nota interna la envió Wintour el pasado jueves al personal de la revista, y en ella admite no hizo lo suficiente para promocionar tanto a diseñadores como al personal de raza negra, y que en ocasiones la publicación ha tenido comportamientos “dañinos e intolerantes”.
Vogue no ha encontrado vías suficientes para elevar y dar espacio a editores, redactores, fotógrafos, diseñadores y todo tipo de creadores negros
“Quiero comenzar reconociendo sus sentimientos y expresar mi empatía hacia lo que tantos están pasando: tristeza, dolor e ira”, arranca Wintour en el escrito, filtrado por el portal estadounidense Page Six. "Quiero decirle esto especialmente a los miembros negros de nuestro equipo: no puedo ni imaginarme cómo han sido estos días. Pero también sé que el dolor, la violencia y la injusticia que estamos viendo y de la que estamos hablando han estado ahí durante mucho tiempo. Vamos con retraso a la hora de reconocerlo y hacer algo con ello”, reconoce Wintour.
“Quiero decir claramente que sé que Vogue no ha encontrado vías suficientes para elevar y dar espacio a editores, redactores, fotógrafos, diseñadores y todo tipo de creadores negros. Además, hemos publicado imágenes e historias que han sido dañinas e intolerantes. Asumo toda la responsabilidad por los mismos”, admite la británica de 70 años, que continúa: “No debe ser fácil ser un trabajador negro en Vogue, y son muy pocos. Sé que no basta con decir que lo haremos mejor, pero lo haremos. Y por favor, sepan que valoro sus voces y respuestas a medida que avanzamos. Estoy escuchando y me gustaría escuchar sus comentarios y sugerencias si desean compartirlos".
Por otra parte, Wintour sí se muestra “orgullosa” de lo que se ha publicado en los últimos días sobre las protestas raciales en el país y en el mundo bajo el lema Black Live Matters. “Pero también sé que hay mucho más trabajo por hacer. Por favor, no duden en ponerse en contacto conmigo. Estoy organizando formas en que podamos discutir estos temas juntos con sinceridad, pero mientras tanto, agradezco sus pensamientos o reacciones”, explica.
"Este es un momento histórico y desgarrador para nuestro país y debería ser también un instante para la escucha, la reflexión y la humildad por parte de los que estamos en una posición privilegiada y de autoridad. También debería ser momento para la acción y el compromiso. A nivel corporativo, se está trabajando para dar apoyo real a organizaciones, en acciones que pronto se darán a conocer”, afirma la editora.
Unas palabras que llaman la atención viniendo de una mujer que tiene fama precisamente de inaccesible. De hecho, André Leon Talley, editor de la revista y quien fue su mano derecha durante 30 años, ha revelado en sus recientes memorias, “The Chiffon Trenches", que las reuniones con la directora no duraban más de ocho minutos, y que 15 ya implicaba "que había pasado algo grave”.
Leon Talley, de hecho, también afirma en esa autobiografía que, después de que él escribiera una columna en el diario Washington Post en el que la alababa por darle la portada del número de septiembre (el más importante del año) de 2018 a Beyoncé, y por la importancia que eso tenía para la comunidad negra, ella jamás se lo agradeció. “Ni un breve correo de Anna Wintour. Gente con la que he trabajado durante décadas no entendían la inmensa importancia de aquello porque no eran capaces, ninguno lo veía con ojos de negro", explica
El antiguo editor de Vogue también afirma que Wintour lo dejó de lado por ser “demasiado viejo” y “demasiado gordo”.
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