En estos tiempos donde la economía mundial se encuentra a la deriva y la incertidumbre financiera afecta a millones de personas, los famosos no son ajenos a esta situación en la que planificar las inversiones y recortar los gastos puede ser de gran ayuda.
Navegar por las aguas de Miami cuesta casi tres millones de dólares, una suma considerable aún para Luis Miguel, quien acaba de vender el yate que fue de su propiedad desde hace siete años, por la cantidad de USD 2,695,00 dólares, sumando además los gastos administrativos y los impuestos locales.
Se trata del yate SKY, la misma embarcación que le fue confiscada al “Sol” en 2016 por el gobierno de Estados Unidos por no haber pagado la renta de la Marina en Miami y por la que tuvo que desembolsar 122,000 dólares que adeudaba por el concepto de mantenimiento e impuestos.
Según lo difundido por el programa Ventaneando, la última vez que se le vio al intérprete de México en la piel a bordo de su yate fue el pasado 25 de marzo, en el embarcadero de Bayside, visitiendo cómodamente con bermudas y gafas de sol.
En aquella ocasión se supo que se encontraba a bordo con su hermano Alejandro Bastieri, cuando recién comenzó el periodo de aislamiento social.
Tras las indicaciones del alcalde de Miami, Carlos Gimenez, de cerrar los lugares no esenciales, Luis Miguel decidió pasar el aislamiento a bordo. Y aunque no le fue permitido zarpar, el intérprete disfrutó las comodidades de su lujoso yate con su hermano.
Además, el cantante que recientemente protagonizó la campaña comercial de un servicio de reparto a domicilio con el que causó polémica, celebró su cumpleaños número 50 a bordo de dicha embarcación el pasado 19 de abril.
SKY, el modelo 2013 de la marca Azimut 84 Flybridge fue renovado para su venta, y según las fotos publicadas para su comercialización, cuenta con un jacuzzi redondo -regularmente son rectagulares-, una amplia terraza en la que también se ubica una gran mesa con dos bases, para ocho personas y un sofá de media luna con almohadones para tumbarse a disfrutar la vista y el sol.
Un bar acondicionado con nevera, lavabo y una parrilla complementan las amenidades de esta embarcación de lujo, que además brinda la posibilidad de permitir que sus tripulantes bajen a nadar en mar abierto.
En la proa hay reconfortantes camastros y asientos iluminados con luces halógenas que le brindan sofisticación al yate también de noche.
En el salón principal, que cuenta con un televisor LED de 40 pulgadas frente a dos grandes sillones de color blanco y cojines rojos, bancos de madera de eucalipto y una mesa para ocho personas, un juego completo de platos y vasos, Luis Miguel vivió grandes momentos de fiesta los últimos 7 años.
Un baño con piso de mármol, doble lavabo y regadera, complementan la instalación del área de invitados.
Una plataforma hidráulica de cuatro metros de largo con una escalera en cada costado y una más de emergencia se despliega en la planta baja de la embarcación que también cuenta con conexión para teléfono y televisión.
La cabina del capitán dispone de su propio bar con hielera de fibra de vidrio y las ventanas de todo el yate cuentan con un vidrio templado que impide la visibilidad hacia adentro permitiendo una total privacidad.
La cocina con piso de madera y mesas de cuarzo blanco, cocineta eléctrica, lavavajillas y un refrigerador de acero inoxidbale, permite asegurarse de que la alimentación a bordo no sea un problema. La cabina para invitados cuenta con dos camas, suelo alfombrado, luces de halógeno y un baño con regadera y pared de mármol.
La cabina principal, ubicada en la parte delantera, cuenta con una cama doble, dos mesas de luz con lámparas a los costados, amplios cajones, luces LED en el techo, una caja fuerte y un clóset de madera, además de un lujoso espejo dispuesto en la habitación cómodamente alfombrada que cuenta con un enorme ventanal en cada costado y un baño de lujo, con gabinetes de madera y una cortina veneciana.
Trascendió que Luis Miguel desea adquirir otra embarcación de un modelo más reciente, el 2019, de la misma marca, un yate que cuenta además con cinco cámaras infrarrojas de seguridad, un avanzado equipo de audio y video con valor de 200,000 dólares. El costo de comercialización del nuevo yate que le interesa al “Sol” es de USD 6,495,000 dólares.
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