México siempre fue un país importante para Norma Jean Baker, mejor conocida como Marilyn Monroe, es tan trascendente que su origen es mexicano. Su madre, Gladys Pearl Baker nació el 27 de mayo de 1902 en la ciudad de Piedras Negras, Coahuila, en la frontera con Estados Unidos.
En la biografía de Gladys existe un vacío desde su nacimiento hasta el momento en el que se casó en en EEUU con un noruego llamado Edward Mortenson, de quien descubrió que estaba embarazada pocos meses después de haberse separado. Entonces trabajó en California como cortadora de negativos en la productora de cine RKO, y al descubrir que ni económica ni emocionalmente estaba capacitada para hacerse cargo de su pequeña hija, Norma Jean, la dejo al cuidado de un matrimonio adoptivo: Albert e Ida Bolender en Hawthorne (California). Meses después ingresó a una institución psiquiátrica luego de haber sido diagnosticada con esquizofrenia.
A pesar de la falta de contacto con su madre, Marilyn no perdió su nexo con México y a menudo, cuando aún no era famosa, le gustaba visitar el fronterizo estado de Chihuahua donde le gustaba beber. Ya en la cima, solía reunirse en Ciudad Juárez con otras celebridades como Frank Sinatra.
Los momentos de fiesta que vivió durante su juventud la llevaron a tomar cariño a Chihuahua y fue justo aquí donde decidió realizar el trámite de divorcio de su tercer marido, el dramaturgo Arthur Miller.
Su caso está en el expediente 406/1961 del Juzgado Primero de lo Civil del Distrito Judicial Bravos.
Otros de sus rincones favoritos en México era el hotel Las Margaritas, en Cuernavaca, Morelos, donde hasta ahora se le recuerda bebiendo margaritas al lado de la piscina.
El novio mexicano con lazos comunistas
Uno de los capítulos menos conocidos de esta unión es su romance con el joven guionista y director de cine azteca, José Bolaños Prado, quien llegó a ser medianamente reconocido en el medio por su relación con artistas ligados al Partido Comunista Mexicano y a otros seguidores de esta ideología, principalmente españoles.
En el libro de 2012 “El último amante de Marilyn Monroe”, del escritor español Xavier Navaza, realizó una investigación en la que reveló detalles sobre esta fugaz relación que duró 14 días, pero que fue suficiente para que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) iniciara una investigación sobre Bolaños, ya que no era la primera vez que la artista era ligada con simpatizantes comunistas, como su ex marido Arthur Miller.
La pareja se conoció el 22 de febrero de 1962 en una tienda en Ciudad de México donde Monroe buscaba muebles coloniales. Ella tenía 35 años y él 26, pero la diferencia de edades no fue problema para que después huyeran juntos a Acapulco y de ahí a California, donde el joven fue su pareja oficial en la entrega de los premios Golden Globe.
El romance puso en alerta a los servicios de inteligencia estadounidenses cuando Marilyn Monroe llegó con el joven a la premiación el 2 de marzo, días después de haber estado en México.
Las críticas contra la actriz en la prensa estadounidense fueron brutales, ya que ese año se produjo la crisis de los misiles entre Cuba, Estados Unidos y la entonces Unión Soviética luego que EEUU descubriera bases de misiles nucleares soviéticos de alcance medio en territorio cubano.
Durante esa visita a México, la actriz dejó otros recuerdos para la posteridad: la famosa fotografía en la que se aprecia que no usaba ropa interior, la que fue tomada durante una conferencia de prensa en el salón Tesoro del Hotel Continental en la capital del país.
El suéter icónico
En una de sus últimas sesiones fotográficas que se realizó en Santa Mónica, California, la actriz aparece en la arena con un suéter tejido con motivos étnicos, el que algunas versiones señalan que compró en el pueblo de Chiconcuac, en el Estado de México, durante ese viaje al país.
Sin embargo, la icónica prenda que inmortalizó la actriz, es de origen mexicano, pero del pueblo de Gualupita Yancuictlalpan.
Juan Martínez, el creador del modelo, platicó a Infobae México la historia en 2017.
“La historia se conoce poco. Hay gente de aquí del pueblo que tampoco la conoce porque pues a mí tampoco me ha interesado mucho contarla, pero sí hay gente que llega preguntando por el lugar donde puede comprar el suéter de Marilyn y como yo nunca lo saco al mercado, aquí se vende en mi taller, pues lo vienen a buscar hasta acá”, afirma.
La historia que cuenta Don Juan empezó a principios de los años sesenta, cuando una estudiante norteamericana llamada Kattie Pro llegó a la Ciudad de México –apenas a unos kilómetros del pueblo- como parte de un intercambio académico.
Cuando se le pregunta a Don Juan como llegó su creación hasta las manos de la actriz, recuerda que Kattie comercializaba las prendas bajo la marca Sashi, por lo cual se sabe que la prenda salió de sus talleres.
Kattie le aseguró que un día llegó a su tienda gente que trabajaba para la actriz buscando algunos suéteres que pudieran gustarle y que fue la misma Marilyn quien lo eligió de entre distintas opciones que le llevaron.
"Pero eso es lo que me dijo ella. Yo nunca supe exactamente que pasó", afirma sobre la prenda en color marfil con adornos en negro, gris y rojo, que aún se fabrica a mano.
Otras versiones aseguran que fue Kattie quien se lo llevó personalmente a Monroe.
Pero la historia de Marilyn Monroe con México no finaliza con una de sus última sesiones de fotos. Antes de morir, el 5 de agosto de 1962, una de sus últimas llamadas habría sido a José Bolaños, quien nunca reveló detalles de esa comunicación ni de su romance con la actriz.
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