De acuerdo a la información publicada por la revista Sunday Times, los amigos de la pareja real ya conocían su deseo de mudarse a la tierra natal de Meghan Markle, de 38 años. "El gran plan, por lo menos para Meghan, siempre fue Los Ángeles”, le contó una amiga de la duquesa de Sussex a Katie Nicholl, la periodista experta en la realeza británica.
La misma fuente le confesó a Nicholl que la esposa del príncipe Harry “estaba convencida de que había una conspiración contra ella" una vez que se mudó al Palacio de Kensington durante su noviazgo con el príncipe Harry, de 35.
Markle temía los empleados del palacio dañaran su reputación debido a su estilo. No estaba tan equivocada. Fueron muchos los trabajaron que filtraron a la prensa local que tenía un conducta “dictatorial” y que ese comportamiento generé tensión entre Meghan y Kate Middleton, la duquesa de Cambridge. Una vez que se mudaron a Frogmore Cottage, en los terrenos del Castillo de Windsor, la duquesa de Sussex "se aisló”.
También dicho informante afirmó que "se sintió como una extraña desde el principio. Esta no era la vida a la que estaba acostumbrada y quería salirse ".
También comenzó a sentirse aislada y extrañaba a su madre y amigos en Los Ángeles.
La independencia financiera también fue una fuerza impulsora detrás de las decisión de Harry y de su esposa de abandonar la realeza y huir del Reino Unido hacia la soleada California. "Una de las cosas que le causó mucho problema a Meghan Markle fue no obtener ingresos. Siempre ha trabajado y creo que se sintió insatisfecha por eso. Tener libertad financiera era una razón para que ambos quisieran irse”, agregó la fuente.
¿Ignorados? La semana pasada, en su segundo aniversario de boda, Meghan y Harry no recibieron ninguna felicitación pública de parte de la familia real. Un silencio de los Windsor en las redes sociales que no pasó desapercibido. Desde el perfil oficial de Instagram de la reina Isabel II se publicó una receta para hacer los tradicionales scones, para la hora del té, mientras que en la cuenta de Clarence House que se encarga de publicar todo lo relacionado con el príncipe Carlos y Camila Parker, tampoco hicieron referencia al enlace de los duques de Sussex, al igual que el príncipe William y su esposa.
Tras anunciar su renuncia como miembros de alto rango de la realeza en enero, Markle y su hijo Archie se fueron a vivir a una mansión USD 10 millones en la isla de Vancouver, Canadá, y luego se mudaron a una residencia prestada de USD 18 millones en una comunidad cerrada de Beverly Hills, propiedad del magnate Tyler Perry, a quien Meghan supuestamente conoció a través de su íntima amiga, Oprah Winfrey. Desde allí y rodeados de influyentes amigos, buscan conseguir su anhelada independencia financiera.
Cuando anunciaron su salida, el matrimonio se comprometió a devolver hasta la última libra al pueblo británico. A la pareja real le llevaría años devolver los casi USD 3 millones que costaron las obras de remodelación de Frogmore Cottage, su residencia situada en los terrenos del Castillo de Windsor. Un casa que les prestó Isabel II y en la cual solo vivieron apenas unos meses tras el nacimiento de su primogénito, Archie. De acuerdo al Daily Mail, la pareja ofreció pagar £ 18.000 al mes, que también está destinado a cubrir el alquiler de lugar, para poder vivir allí cuando estén en el país.
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