Salma Hayek has sido considerada una de las mujeres más bellas del mundo por muchas personas y revistas. Sin embargo, ella no se ve de esta misma forma e incluso ha habido días en los que ha sentido muy mal sin la ayuda del maquillaje.
No obstante, en los últimos años, la actriz se ha sacudido esa mentalidad y ha aprendido a apreciarse a sí misma.
“Solía criticarme mucho. Ahora, cuando me miro en el espejo y hay cosas que no veo, pienso en cuánto me voy a gustar en 10 años. Cuando veo fotos mías de 30 o 40 años, me veo más hermosa de lo que me veía en ese momento”, confesó a la revista People en donde salió junto a Gwyneth Paltrow, Rita Wilson y Sarah Paulson en el número de belleza.
Aunque también admitió que, como todos en el mundo, ha tenido momentos de inseguridad en los que se ve al espejo cuando no usa maquillaje y se siente mal al respecto de su apariencia.
“A veces me veo en el espejo después de despertar y me siento en mal estado, fea y me pregunto a mí misma ‘¿qué me pasó?’. Porque a mi edad, y cuanto más envejeces, el look cansado, no perdona tanto como cuando eras más joven”, explicó en un video para el portal.
Pero otras veces, ese sentimiento no llega: “A veces estoy haciendo algo y me veo en el espejo y me digo: ‘Espera un minuto, no me veo tan mal. De hecho, me veo ‘ardiente’ para mi edad”, agregó.
Aparte de esto, la también productora, describió sus días preferidos, los cuales no incluyen maquillaje en su rutina, pues ella es capaz de vivir en el momento y no preocuparse por cómo se ve.
“Mis días favoritos son aquellos en los que no estás usando maquillaje y no te estás viendo al espejo. Porque no estás pensando en cómo te ves, sino que estás presente y estás haciendo tus cosas. Y, esto es lo mejor de no usar maquillaje: Cuando no estás pensando ‘¿Cómo me veo sin maquillaje? O, se me olvidó ponerme maquillaje’. Cuando simplemente estás viviendo tu vida y esta no es tu prioridad”, contó.
Esta es una de las ventajas que la cuarentena por el COVID-19 le ha traído a la mexicana, no solamente el haber dejado las presiones superficiales, pero el estar más presente en su vida.
“Normalmente, cuando no [usas maquillaje], es porque te encuentras en una situación en la que no sientes la presión de verte mejor. Hay una sensación de estar presente sin necesidad de impresionar a nadie[...] Al comienzo de la cuarentena, sentí que tenía que aprovechar este tiempo: ser muy productiva en la casa, hacer ejercicio o meditar más. Pero luego me di cuenta de que ya tenía muchas expectativas y presión para lograr mucho en este momento”, declaró.
También explicó que a lo largo de los años su rutina de cuidado de piel ha cambiado demasiado e incluso ironizó en el hecho que cuando era más joven hacía más por su piel que lo que hace ahora.
“Es gracioso porque cuando estaba más chica, era más devota a la belleza. Pasaba mucho tiempo en el proceso de usar cremas y en el mantenimiento. Y, aunque estoy segura que ahora lo necesito más que antes, ahora tengo que hacer demasiadas cosas antes de irme a dormir, que me gusta simplificar y hacer menos que cuando era más joven[...] Ahora tengo más tiempo de ver a mi esposo y a mi hija mientras duermen y amo hacer eso”, compartió.
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