Algunas de estas estrellas perdieron millonarios trabajos por un comportamiento errático o excesos de todo tipo. Otros fueron víctimas de marcas muy celosas de su imagen o de sus propias declaraciones públicas. Kate Moss ha protagonizado bastantes polémicas, pero ninguna como cuando apareció en 2005 en la portada del ‘Daily Mirror’ consumiendo cocaína. Afortunadamente, pudo superar el escándalo y volver a triunfar en la moda, aunque por aquel entonces le salió muy caro y perdió sus contratos con H&M, Chanel, Rimmel y la firma de joyas H. Stern. Al igual que consiguen que su marca alcance una gran notoriedad eligiendo a famosos como imagen, las empresas también se ven perjudicadas si la estrella que protagoniza su campaña se mete en un lío. Es por ello que a las compañías no les tiembla el pulso a la hora de romper sus contratos publicitarios con las celebrities cuando estas se ven envueltas en escándalos en su vida personal. Lindsay Lohan o Rihanna, por ejemplo, pasaron por esa situación y perdieron varios millones de dólares, pero no son los únicos famosos que fueron despedidos de lucrativos proyectos millonarios que los ubicaban en primer plano en la industria del entretenimiento y la moda.
Kathy Griffin y una broma de mal gusto
Cuando Kathy Griffin posó con una máscara decapitada de Donald Trump a finales de 2017, casi mata su carrera. La reacción a las imágenes fueron inmediatas, e incluso sus buenos amigos como Anderson Cooper no la defendieron públicamente. Apenas unos días después de que las controvertidas fotos se hicieran públicas, Turner despidió a Griffin, quien ganó un Grammy en 2014 por Mejor álbum de comedia. La artista se disculpó en Instagram casi inmediatamente después de que estalló el escándalo: “Ruego por su perdón. Fui demasiado lejos”. A pesar de las disculpas, la broma de mal gusto le costó mucho. Cuando ocurrió el incidente, ella estaba en medio de una gira por 50 ciudades. Todas las fechas fueron canceladas casi de inmediato y perdió más de dos millones de dólares.
Ryan Gosling y unos kilos de más
Ryan Gosling contó que fue despedido por Peter Jackson “The Lovely Bones” en 2009 porque tomó la decisión de aumentar 30 kilos para su papel sin consultarle a nadie de la producción ni al propio director. Para engordar bebió helado derretido de Haagen Dazs por semanas. Él estaba convencido que el personaje de Jack Salmon tenía que tener ese físico. Al realizador no le cayó nada bien la actitud del actor.“Teníamos una idea diferente de cómo debería verse el personaje”, dijo Gosling a The Hollywood Reporter.
“No hablamos mucho durante el proceso de preproducción, eso fue el problema”, dijo Gosling. “Era una gran película, y con muchas cosas con las que lidiar, y él no habló con los actores individualmente. Me presenté en el set y me equivoqué". Jackson echó a Gosling días antes de que comenzara el rodaje y lo reemplazó por Mark Wahlberg. “De repente me quedé gordo y desempleado”, bromeó el nominado al Oscar. La esposa y colaboradora de Jackson, Fran Walsh, dio una versión ligeramente diferente y dijo que fue actor quien no se sentía cómodo con el papel y decidió apartarse del proyecto.
Rihanna, demasiado sexy
En 2011 la cantante Rihanna apareció en una serie de anuncios para la marca Nivea, que celebraba el 100 aniversario de la firma. A pesar de ser conocida por su imagen sensual, e incluso aparecer en los anuncios de la empresa de cosméticos en topless, a la cantante le rescindieron el contrato. La supuesta conducta desenfrenada de la artista de Barbados no le gustó a los directivos de la firma. Tras las quejas del público, la empresa de cosméticos decidió prescindir de ella porque “su imagen tan provocadora se distanciaba mucho de la imagen familiar de una compañía que destaca la verdad, la familia y la fiabilidad” y, al parecer y según el director general de la marca, la cantante no tenía ninguno de estos valores. A Rihanna no le preocupó en nada este despido teniendo millones en el banco y siendo unas de las artista mejores pagas de de la música.
La semana más difícil para Kate Moss
En 2005 la compañía de moda sueca H&M despidió (dos veces) a Kate Moss en medio de un gran escándalo tras la publicación de unas fotografías de la top model británica consumiendo cocaína en un estudio de grabación de Londres. Moss había sido contratada para ser la imagen de una colección de ropa diseñada por Stella McCartney. La modelo pidió disculpas a los directivos de la compañía y consiguió una segunda oportunidad. “Conocimos a Kate y ella nos dijo que lamenta el incidente”. Ese arreglo de palabra no duró mucho y la supermodelo, en ese entonces de 31 años, se quedó nuevamente sin trabajo a las pocas horas. Las fuertes críticas llevó a la firma a replantearse su postura y cancelar la campaña: "Si alguien va a ser la cara de H&M es importante que sea una persona sana. Después de la reacción de los clientes y la prensa creemos que debemos distanciarnos de cualquier abuso de drogas”, explicaron.
La suspensión del contrato le costó a Moss más de un millón de dólares. Pero pronto se produjo un efecto dominó que desencadenó en la semana más costosa de su carrera: Chanel y Burberry se negaron a seguir trabajando con ella, llevándola a perder en tan solo siete días algo más de USD 3 millones “Nos entristecen sus circunstancias actuales y esperamos que supere sus problemas lo antes posible”, dijo Burberry que había elegido a la modelo en nueve de sus 16 campañas desde 1998. En la industria de la moda era sabido que Moss consumía drogas y tenía un comportamiento errático debajo de las pasarelas. No era ninguna novedad. Pero las fotografías de The Mirror que la mostraban consumiendo en compañía de su novio, el rockero Pete Doherty, la dejaron muy expuesta en un rubro que es, al parecer, bastante hipócrita. Pero eso no fue todo. Se abrió una investigación para detener el dealer y la Policía Metropolitana pidió al tabloide información sobre quién había tomado las fotos y qué testigos estuvieron presentes esa noche. Finalmente, el caso quedó en la nada y Moss nunca perdió el título de icono de la moda pese a su rebeldía.
Katy Perry y su baja populariad
Katy Perry perdió un contrato por impopular. Así lo consideró la marca de cuidado de cabello GHD, que, según TMZ, ha decidido rescindir el acuerdo con la artista, que era su imagen publicitaria, por haber perdido relevancia pública. Como era lógico, Perry no estuvo de acuerdo y exigió que se cumpliera lo acordado. La artista californiana estaba unida a la firma GHD desde 2011, cuando firmó un contrato de 4,5 millones de dólares, el cual el agente de Perry aseguraba que había subido a 2 millones más. La firma alegó que ese acuerdo nunca existió y explicó que tomó esa decisión tras realizar un estudio de mercado que arrojó que la cantante ya no generaba el mismo interés de antes, al menos, en Europa.
Tiger Woods y su adicción al sexo
Los deportistas son los que más contratos millonarios han perdido por culpa de sus escándalos personales. Después de que a finales de 2009 se destaparan las continuas infidelidades de Tiger Woods a su esposa, la modelo sueca Elin Nordegren, por culpa de su adicción al sexo, al golfista retiraron su patrocinio Gillette, AT&T, Accenture o General Motors, entre otras marcas, mientras que Nike y la firma de videojuegos EA mantuvieron su vínculo con él. Se calcula que pudo haber perdido unos 35 millones de dólares.
Sharon Stone y su "karma”
Tras el terrible terremoto que sacudió China en mayo de 2008 y causó casi 70.000 muertos, durante una entrevista en el Festival de Cine de Cannes, Sharon Stone dijo esto: “No tratan bien al Dalai Lama, que es amigo mío. Después sucedió el terremoto y pensé, ¿será el karma?”, haciendo referencia a las políticas de Pekín en Tíbet. Un comentario muy poco afortunado que provocó que el karma, precisamente, actuara contra ella. Y es que la marca Christian Dior retiró todos los anuncios de la actriz en el país asiático después de las polémicas declaraciones. “Sólo queremos que nuestros clientes sepan que sus comentarios personales no están relacionados con la empresa”, dijo la firma en un comunicado. Tras el revuelo formado, Stone no dudó en disculparse por sus comentarios. “Me disculpo y estoy extremadamente triste por cualquier daño que haya podido causar”.
La experiencia como diseñadora de Lindsay Lohan no fue nada buena. Después de presentar su colección para la casa francesa Ungaro en la Semana de la Moda de París de 2009, sus modelos fueron duramente criticados por la prensa especializaday, más tarde, la compañía la puso de patitas en la calle tras sus continuos problemas con las drogas y el alcohol. Y eso que los unía un contrato de varios millones de dólares. Mounir Moufarrige, director ejecutivo de la firma en esa época, tenía la esperanza de que la estrella de “Mean Girls”, pudiera revivir la marca. Estrella Archs, quien trabajó con Lohan en el criticado show, hizo una mea culpa tiempo después."Uno tiene altibajos y se aprende mucho, más de las caídas", dijo Archs a la prensa cuando se le preguntó sobre el papel de la actriz de Hollywood como asesora artística.
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