Después de haber revelado que ambos habían dado positivo de COVID-19 a comienzos de marzo, durante su último viaje a Australia, Tom Hanks y su esposa, Rita Wilson, vencieron la enfermedad y, tras recibir el alta médica, volvieron a su hogar en Los Ángeles.
En un reciente entrevista radiofónica, el ganador del Oscar de 53 años dio a conocer que tanto él como su mujer se presentaron como voluntarios para donar su plasma para el desarrollo de una vacuna que pueda ponerle fin a la pandemia por coronavirus .
“Hemos tenido todos los síntomas típicos de una gripe. Mi esposa se encontraba algo peor que yo. Tuvo fiebre muy alta y estuvimos aislados para no contagiárselo a nadie”, explicó el actor en declaraciones al podcast “Wait, Wait…Don’t tell me” de la radio pública NPR.
Al ser consultado sobre si su esposa y él se sentían como “superhéroes”, Hanks mencionó que él y su esposa descubrieron que llevan anticuerpos que podrían ayudar a los médicos para combatir el COVID-19: “Bueno, gran parte de la cuestión es qué va a pasar ahora. ¿Qué hacemos? ¿Hay algo que podamos hacer? Y, de hecho, acabamos de averiguar que somos portadores de anticuerpos”.
En ese contexto, reveló que van a donar plasma con la meta de contribuir al desarrollo de una cura. "No sólo los investigadores se han puesto en contacto con nosotros. Les hemos dicho: ¿Quieren nuestra sangre? ¿Podemos dar plasma? Y, de hecho, lo vamos a dar a sitios donde esperamos que puedan trabajar en lo que me gustaría llamar la Hank-cuna”, bromeó el intérprete estadounidense, quien tuvo que enfrentar el contagio de coronavirus lejos de casa y de sus hijos. Y luego agregó entre risas: “No voy a ponerle un copyright ni a quedarme con el monopolio, ni llevarla a la oficina de patente”.
Previo a la pandemia de COVID-19, la estrella de Hollywood estaba trabajando en la nueva película de Baz Luhrmann sobre la leyenda Elvis Presley. Parte del equipo de producción fue aislada y puesto en cuarentena tras conocerse que el actor había dado positivo.
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