El presentador de Venga la Alegría, Fernando del Solar, hizo una aparición virtual en el programa que solía conducir hasta hace algunos meses. Tras un fin de año difícil debido a una neumonía que padeció, el argentino habló con sus colegas de cómo se encuentra ahora.
“Qué gusto escucharlos otra vez, estar en contacto con el público, estar en contacto con ustedes”, saludó a sus compañeros de trabajo.
Su voz se escuchaba bastante ronca, a lo que el también actor se lo atribuyó al procedimiento que le hicieron para que pudiera respirar: una traqueostomia. Y también explicó que ese era el origen de la cicatriz que se le podía ver en el cuello.
“Ando con una voz un poquito afónica porque la pulmonía a fin de año se puso complicada, si ven una cicatriz aquí, es porque me hicieron la traqueostomia para poder tener acceso y que pudiese respirar mejor. Durante un tiempo no pude hablar, tenía un poquito dañadas las cuerdas. Pero ya estoy como nuevo”, explicó.
Por lo pronto, sus planes tendrán que ser como el de cualquier otro ciudadano: quedarse en casa y evitar más contagios del coronavirus, especialmente porque él es una persona que padeció cáncer.
“Ahora el plan es el que tenemos todos los mexicanos de quedarnos en casa, cuidarnos y apapacharnos, y tomar precauciones. Quiero salir a caminar y tomar aire pero es un momento en el que es un sacrificio que vale la pena que hagamos todos”, compartió.
Durante la entrevista, Fernando Martín Cacciamani Servidio, nombre verdadero del conductor, también explicó lo que pasó en diciembre cuando fue ingresado al hospital. Y, aunque hizo que su hospitalización sonara fácil, declaró que se pasó un mes en cama y absolutamente sedado.
“Entré el 21 de diciembre por una neumonía muy fuerte, con un 70% de mis pulmones colapsados por una bacteria que tenía por ahí. Me la pasé sedado todo el fin de año y me desperté por ahí del 20 de enero aproximadamente, mientras me hacían todo tipo de estudios y tratamientos. Estuvo muy complicado”, confesó.
Agregó que pudo sobrellevar esta situación gracias a su optimismo y sentido del humor, y recomendó que todos traten de llevar la cuarentena con un buen humor dentro de sus casas.
“De mis fortalezas es tratar de tomarme los momentos de mayor desgracia, con una gran actitud. Si hoy pudiera a alguien que está pasando por un momento difícil, un momento complicado, lo único que le diría es que se ría de lo que está viviendo, porque en los peores momentos trataba de hacer bromas”, narró.
Añadió que durante su enfermedad terminó pesando 58 kilogramos, pero, ahora que ya puede disfrutar de muchas cosas para comer, subió un poco más de peso.
“Salí del hospital con 58 kilos, era una piltrafa, un esqueleto, porque me alimentaban con puro suero, y con sonda nasogástrica, pero esa puro liquido. Ya subí como 6 kilos, y por primera vez en mi vida puedo comer todo lo que quiera”, exclamó.
Por lo pronto dijo que trata de vivir con normalidad y aseguró que está viendo a sus hijos, sin dejar las precauciones de lado.
“Estoy viendo a mis hijos con regularidad, ayer me tocaban a mi, pero Paolo, el más pequeño de 8 años, no se había sentido muy bien, había tenido un poco de temperatura, pero parece que fue una gripe normal, pero por las dudas, ayer no fui a buscarlos”, contó.
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