El miércoles pasado se reveló que el príncipe Carlos de Inglaterra, de 71 años, había dado positivo en el test de coronavirus, por lo que se encontraba en cuarentena en su castillo de Balmoral, en Escocia. A menos de una semana de eso, el primero en línea al trono británico, ya terminó su periodo de autoaislamiento.
Un portavoz de la realeza británico informó que el hijo mayor de la reina Isabel II de Inglaterra terminó con su periodo de cuarentena y se encuentra en “buen estado de salud”.
Carlos de Gales pasó siete días en Balmoral, tras comenzar a mostrar los síntomas del virus. En tanto, su esposa Camilla Parker Bowles, aunque no dio positivo permanecerá aislada durante toda esta semana, por si desarrolla síntomas de la enfermedad.
Un portavoz de Clarence House dijo: “Después de consultar con su médico, el príncipe de Gales ya no está más aislado”. La oficina oficial de Carlos en Londres, actualmente está cerrada y el personal trabaja desde su casa.
Antes de dar positvo al test de COVID-19, el príncipe tuvo una serie de compromisos públicos, incluido el Servicio del Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster el 9 de marzo, donde estuvo con Boris Johnson y su pareja, Carrie Symonds, y otros miembros de la realeza, incluida la reina.
Mientras tanto, el domingo se supo que uno de los guardaespaldas de la reina Isabel II dio positivo por coronavirus, lo que generó más temores por la salud del monarca. Sin embargo, el Palacio de Buckingham insistió nuevamente en que la reina, de 93 años, goza de buena salud y que se tomaban todas las precauciones.
Según explicaron, Carlos ahora está bajo las restricciones médicas y gubernamentales estándar actuales que se aplican en todo el Reino Unido con respecto al distanciamiento social.
La pareja se encuentran estos días en Birkhall, en Escocia, en la residencia privada del príncipe, que tiene unos terrenos de más de 200 kilómetros cuadrados.
La última vez que Isabel II y su hijo se vieron en persona fue tras una breve audiencia el 12 de marzo en Buckingham. Días después la reina se trasladó a Windsor para estar lo más protegida posible. Está acompañada por su marido, el duque de Edimburgo, de 98 años.
Mientras tanto, el segundo en la línea de sucesión al trono, el príncipe William, está en la campiña inglesa, en Norfolk, junto a su esposa Kate Middleton y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis.
La semana pasada, los tres pequeños de los duques de Cambridge se quisieron unir al homenaje diario a los profesionales del servicio de salud del Reino Unido con una serie de aplausos a la puerta de su casa que colgaron en un video de su cuenta de Instagram.
En medio del caos y el miedo por el avance de la pandemia, los duques de Sussex pusieron en prietos a la reina Isabel II con el mandatario estadounidense, Donald Trump, que el domingo salió por Twitter a decirle a los duques que su Gobierno no pagará por su seguridad en Los Ángeles, ciudad a la que se mudaron Harry y Meghan Markle tras abandonar Canadá.
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