Tras conocer la noticia de que el príncipe Carlos de Gales dio positivo de coronavirus, Meghan Markle ha prohibido al príncipe Harry abandonar Canadá y regresar al Reino Unido para ver a su padre enfermo.
Carlos de Inglaterra, de 71 años, se encuentra en autoaislamiento en el estado de Balmoral en Escocia con su esposa Camilla Parker Bowles, anunció el miércoles la casa real en un comunicado. De acuerdo a la información oficial de Clarence House se encuentra en “buen estado de salud" y presenta “síntomas leves”.
De acuerdo a una fuente de Daily Mail, la duquesa de Sussex le dijo a Harry que “bajo ninguna circunstancia" podía irse de Canadá en estos momentos de pandemia. Tanto Harry como Meghan, agregó el informante, están frustrados por no poder hacer mucho por el país y la familia real.
Harry, de 34 años, vio a su padre por última vez a principios de este mes en el Servicio anual de la Commonwealth en la Abadía de Westminster en Londres el 9 de marzo. Durante ese encuentro público también compartió un momento incómodo con su hermano William y Kate Middleton, quienes se sentaron en primera fila con la reina Isabel II.
Meghan también le dijo a sus amigos que Harry ha estado en contacto regularmente con su hermano, el príncipe William y su abuela.“Ella dijo que esta crisis mundial los ha acercado a todos, especialmente a Harry y su hermano”, dijo la fuente al medio. “Harry les ha dejado muy claro que hará todo lo posible para ayudar desde Canadá”.
Actualmente, Meghan y Harry están encerrados en su mansión frente al mar en la isla de Vancouver con su hijo Archie y toman precauciones adicionales durante la pandemia al hacer que el personal siga un estricto protocolo de higiene y use guantes de látex.
El heredero al trono británico sufre de “síntomas leves” y está en aislamiento junto a su esposa, que dio negativo al test de COVID-19. Todo indicaría que enfermó dos semanas después de encontrarse con el príncipe Alberto de Mónaco, afectado por el coronavirus, que dio positivo hace cinco días. En las últimos dos semanas, Carlos cumplió con varios compromisos públicos y mantuvo una reunión privada con su madre el 12 de marzo en el Palacio de Buckingham. A los pocos días Isabel II de 93 años se recluía en el Castillo de Windsor, donde actualmente está pasando la cuarentena junto a su esposo, Felipe de Edimburgo, de 98 años.
La ex actriz estadounidense le había confiado previamemente a sus amigos que su esposo se sentía “indefenso” y que estaba “preocupado” ante la posibilidad de que la reina Isabel II y su padre, el príncipe Carlos, contrajeran coronavirus.
Mientras tanto, Meghan ha estado buscando formas de ayudar desde Canadá.
El citado medio también reveló que Markle le dijo a su círculo íntimo que quiere adoptar un labrador negro llamado Cole para ayudar a los refugios de animales locales y grupos de rescate, e instó a sus amigos a hacer lo mismo. La duquesa ya tiene dos perros rescatados, un beagle llamado Guy y una mezcla de labrador y pastor inglés llamada Bogart.
Meghan y Harry comenzaron a trabajar con expertos sobre la mejor manera de servir a los ciudadanos durante este tiempo, creyendo que la pandemia también es una crisis de salud mental y se sienten “obligados a ayudar”. Desde entonces, han utilizado su popular cuenta de Instagram (SussexRoyal) para compartir consejos sobre cómo mantenerse a salvo durante la pandemia, y recientemente compartieron una publicación con las seis recomendaciones de la OMS.
Al parecer los duques de Sussex también están trabajando con una ONG de salud mental para crear algún tipo de sistema de apoyo en línea para las personas más vulnerables, como las madres primerizas que sufren de depresión posparto y no tienen un sistema de apoyo. El mensaje que quieren llevar es “no están solos”.
Mientras Harry y su esposa ya no tienen compromisos oficiales con la corona británica tras su renuncia a principios de año, los duques de Cambridge se encuentran en su finca de Anmer Hall en Norfolk y asumirán los compromisos de Carlos hasta que se recupere y pueda regresar a Londres.
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