La hija de Luis Miguel, Michelle Salas, relató la tortuosa experiencia que vivió al viajar de Europa a México y de ahí a Miami, en Estados Unidos, durante la emergencia que el coronavirus COVID-19 ha provocado en todo el mundo con más de 100,000 casos reportados desde que se descubrió a finales del año pasado en Wuhan, China.
La influencer de 30 años explicó en sus historias de Instagram lo complicado que le ha resultado poder llegar a su departamento ubicado en Nueva York, y lo difícil que es mantenerse alejada de su familia para no ponerla en riesgo de contagio.
Michelle Salas señaló que a finales de febrero y principios de marzo estuvo en París y Madrid, donde no encontró ninguna medida extrema hasta que la crisis para atacar el COVID-19 comenzó: “En menos de 48 horas esto cambió radicalmente y empeoró. El miedo se empezó a sentir y el pánico a inundar las calles”.
Lo primero que hizo fue aislarse en el lugar donde se encontraba, pero después tomó el primer vuelo hacia la capital mexicana con la intención de estar más cerca de su familia, principalmente de su mamá Stephanie Salas, su abuela Sylvia Pasquel y su bisabuela, Silvia Pinal, aunque no tenía la intención de verlas para no exponerlas a algún peligro.
“Lo primero que pasa por tu mente en una situación así es tu familia y yo estaba lejos, muy lejos. El vuelo de 12 horas en estos momentos fue verdaderamente aterrador, pero más aterradora era la incertidumbre de no saber lo que podía pasar y yo estar lejos de los que más quiero”, reiteró la modelo.
Confesó que al llegar a la Ciudad de México se refugió en un hotel local con todas las precauciones necesarias para no exponer a sus abuelas a una posible enfermedad, en especial porque hace un mes la actriz Silvia Pinal tuvo una complicación respiratoria y estuvo hospitalizada.
Durante su aislamiento decidió viajar hacia Estados Unidos para encontrarse más cerca de su lugar de residencia. Ahora se encuentra en cuarentena en un hotel de Miami, hasta que tenga la oportunidad de volver a su departamento de Nueva York.
Michelle Salas precisó que por todo este cúmulo de decisiones, viajes y aislamiento se ha sentido señalada por los que la rodean, a pesar de que ha tomado todas las medidas necesarias para evitar contagiarse o enfermar a las personas con las que se ha cruzado desde que decidió viajar de Europa a México y después a Estados Unidos.
La hija de Luis Miguel pidió a los seres humanos reflexionar sobre los diversos problemas ambientales que hemos provocado, así como a tomar las medidas necesarias para frenar los contagios entre personas para proteger a los adultos mayores y quienes podrían ser pacientes de riesgo.
“Quédense en su casa. En serio, se los digo yo que estuve en la incertidumbre de estar de un lugar a otro, mi familia estaba lejos y ahorita no puedo regresar a mi casa, si tienen la oportunidad de estar en casa, tomen las medidas posibles y tengan paciencia”, sentenció la joven.
Los primeros casos del coronavirus COVID-19 se hallaron a finales de diciembre del año pasado en Wuhan, China, y hasta ahora suman más de 201,530 casos confirmados en todo el mundo, donde también se contabilizan 8,007 muertos.
Los escenarios en todos los países son diferentes. En España hay 13,716 personas que resultaron positivas, en Estados Unidos han detectado a al menos 6,500 y en México existen 93, cuyas edades oscilan entre 18 y 80 años.
La Secretaría de Salud mexicana dio a conocer un panorama más amplio de la situación que existe en el país. El 2% de los pacientes son considerados como graves y requieren de una mayor valoración; mientras que el 86% fueron ambulatorios y no ameritaron hospitalización.
Del 12 a 14% sí fueron hospitalizados, el 9% se mantuvo estable y el 61% son del sexo masculino.
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