Cuando el mundo del cine de acción solo se caracterizaba por los músculos de Arnold Schwarzenegger o Sylvester Stallone y la habilidad de Bruce Willis, ella ya había conseguido protagonizar su propias superproducciones de acción y suspenso con Alien. Cuando nadie todavía había imaginado a Meryl Streep en el rol importante de la mujer ejecutiva de El Diablo se viste a la moda, ella también hacía tiempo que había mostrado un lugar similar como la exigente jefa de Melanie Griffith en Secretaria Ejecutiva donde Harrison Ford y Kevin Spacey incluso fueron actores de reparto. Hasta la superproducción de Ghostbusters la había tenido a ella en el rol principal de la primer cliente de los cazafantasmas. Y tampoco necesitó ninguna compañía masculina cuando fue la absoluta protagonista de Gorillas in the Mist. En un mundo moderno donde las actrices de Hollywood pelean por ocupar un lugar más protagónico en el universo del cine, muchos se olvidan que gente como Sigourney Weaver ya había logrado conseguirlo, hace tiempo. Tal cual como ahora vuelve al cine con otras superproducciones de Cazafantasmas, Avatar y el femenino rol protagónico de My Salinger Year que además inauguró el Festival Internacional de Cine de Berlín.
- ¿Llegará algún día en que no sea ninguna novedad que una mujer aparezca como la absoluta protagonista en un estilo de cine donde el hombre suele ser el más importante?
- Solo puedo decirte que los productores Kim McCraw y Luc Déry hicieron lo imposible por contratar mujeres que en otras épocas jamás hubieran ocupado el puesto más importante de otros departamentos. Ellos generaron esa oportunidad que me parece un gran paso adelante, para cualquier país.
- ¿En su caso, es verdad que el personaje original de Ellen Ripley en la película ‘Alien’ había sido pensado originalmente para un hombre?
- Es verdad. En la historia original de 'Alien' (mi personaje) era un hombre, sí.
- ¿Y el nombre Ripley también había sido el original o lo cambiaron?
- Sí, siempre había estado desde el principio, aunque creo que Ellen, no. (Riendo) Debe haber sido Allen.
- ¿Pero se da cuenta de los cambios que generó en Hollywood, cuando usted se convirtió en la primera estrella femenina del cine de acción?
- Es gracioso porque los productores en realidad no querían ser feministas. Solo pensaban que nadie podía imaginarse que una mujer como yo iba a terminar siendo la heroína. Nadie había imaginado el final de ‘Alien’ y por eso lo cambiaron. Pero puedo asegurarte que si yo no hubiera sido la primera estrella femenina del cine de acción, hubiera sido otra actriz, seguro.
- En la película ‘My Salinger Year’ sugieren buscar quince minutos para hacer algo que reviva el corazón ¿Lo encontró en la realidad?
- Si pudiera encontrar 15 minutos que no tuviera que ver con la actuación... puede sonar tonto, pero mi esposo me regaló un libro sobre cerámica y algunos crayones, también. Algo así seguro me calmaría bastante, aunque todavía no hice nada. Pero tu pregunta me da coraje para buscar algo que claramente necesito para buscar un balance en mi vida (Risas).
Curiosamente, el nombre artístico Sigourney lo había elegido ella misma a los 14 años, en honor al personaje Sigourney Howard de la novela de F. Scott Fitzgerald “El Gran Gatsby” (The Great Gatsby). Y en realidad se llama Susan Alexandra Weaver. La madre, Elizabeth Inglis también era actriz y el padre Sylvester L. Weaver Jr, ya había hecho famoso el apellido, como Presidente de la cadena de televisión NBC, cuando en los años ’50, había creado el clásico formato talk show periodístico con dos programas que todavía hoy sobreviven con el nombre The Today Show y The Tonight Show. Acostumbrada a estar rodeada entre las cámaras, ella prefirió la carrera de su madre. Y después de graduarse en la Universidad de Stanford, se inscribió en la Escuela Dramática de Yale donde incluso trabajó en diferentes obras de teatro con otra actriz desconocida en aquel entonces llamada Meryl Streep. En el primer trabajo en cine, apenas había cobrado 50 dólares y también hoy resulta difícil reconocerla con los escasos seis segundos que apareció en la película Annie Hall (1977), como una de las citas de Woody Allen afuera del teatro.
El gran complejo había sido siempre la altura. Y siendo la más alta de la escuela, en la adolescencia ya había perdido el rol protagónico de la obra de teatro You Can’t Take It With You solo por ser más alta que el protagonista. Pero esa fue justamente la razón por la que fue elegida como la primera heroína del cine de superacción, con el famoso thriller de ciencia ficción Alien, interpretando el clásico rol de Ellen Ripley, con un salario original de 30.000 dólares. En la segunda versión Aliens en 1986, fue nominada al Oscar, al mismo tiempo que firmaba un contrato de un millón de dólares que siguió multiplicando con 5 y 11,5 millones de dólares en las siguientes superproducciones de Alien 3 y Alien Resurrection. El sueldo en la última versión había superado incluso en medio millón el costo original de la primera, pero las cuatro películas terminaron recaudando alrededor de 700 millones de dólares, en todo el mundo.
El valor económico también lo mantuvo en calidad, cuando en 1988, Sigourney Weaver volvió a ser nominada al Oscar por duplicado, con el personaje dramático de Gorillas in the Mist y la comedia Secretaria Ejecutiva, mientras protagonizaba otra cadena de superproducciones con dos versiones de Ghostbusters (1984 y 1989), con el mismo personaje de Dana Barrett que piensa resucitar este año con la nueva versión de Cazafantasmas de Ghostbusters : Afterlife.
Con la resurrección de Alien, en 1997, también había marcado el final de la serie que hizo famosa, cuando demostró su buen humor personificando a la esposa del Presidente en la comedia Dave (1993), antes de agregar suspenso al thriller Copycat (1995), para terminar el milenio con la sátira de Galaxy Quest (1999). Con el esposo Jim Simpson, también protagonizó Guys sobre la historia del verdadero Jefe de Bomberos que perdió ocho hombres en el ataque terrorista de las Torres Gemelas en Nueva York. Y en los últimos años, se había dedicado más a la TV con las mini series Political Animals; Pen Zero; The Defenders y Doc Martin. Pero el cine volvió a abrirle las puertas de las superproducciones, con el rodaje de cinco nuevas versiones de Avatar y la nueva película My Salinger Year que inauguró el Festival Internacional de Berlín.
- ¿En una época en que Netflix revoluciona el mundo del cine y la TV, es cierto que su padre tuvo que ver con la revolución de otra era de la televisión?
- Mi padre ya había hecho temblar al sistema, demasiado. En dos oportunidades diferentes, él había intentado crear una cuarta cadena de televisión (además de las famosas NBC, CBS y ABC), pero las familias que controlaban las otras tres cadenas no lo dejaron. Él había manejado NBC en los años 50, cuando incluso creó el estilo de programa Talk Show, con 'Today' y 'The Tonight Show' o el programa 'Your Show of Shows' agregando ópera y ballet, drama, en televisión, porque él también sentía cierta necesidad de agregar algo de cultura, con algún truco para que la gente viera algo bueno.
- ¿Su padre apoyaba o criticaba su carrera como actriz?
- Como todo padre que ama a su hija, a él le encantaba todo lo que yo hacía. (Risas) Pero al mismo tiempo, pensaba que yo no podía tener éxito en este mundo, porque ser bastante tímida. Tengo que decir que tuve suerte, porque como en todo negocio, siento que yo también me sentía preparada en el momento en que afronté los mejores desafíos. (Riendo) Mi papá se preocupaba cuando yo hacía trabajos demasiados intelectuales que no eran suficientemente entretenidos. Siempre insistía en decirme "Deberías mantener el éxito". Y siempre lo tomé en cuenta, pero mientras pude controlar mi carrera, yo también busqué cierto balance, para cambiar diferentes estilos de trabajo.
- ¿Y hoy, como madre, piensa igual que su padre, sobre su hija Charlotte Simpson?
- Charlotte es una princesa y tuvo la oportunidad de ser actriz.. Habia tenido un corto personaje en ‘The Guys’, sobre el ataque terrorista del 11 de Septiembre. Mi esposo Jim (Simpson) era el director y cuando le ofreció algo de diálogo cuando estábamos improvisando, ella lo rechazó. Para filmar sus escenas, íbamos a tener que quitarla dos días de un campamento donde estaba pero ella no quiso dejar el campamento. Me acuerdo que me dijo “Todos van a saber que soy tu hija”. Yo tampoco creí que fuera algo malo, pero ella insistió que le hubiera gustado que nadie lo supiera. Lo que quiero decir es que para la gente joven, lo que ellos hacen siempre es mucho mas ‘cool’ que lo que hacemos los padres, aunque hagamos lo mismo (Risas).
- ¿Hasta qué punto se puede comparar el mundo de los fans de la época que muestra el cine de ‘My Salinger Year’ con los admiradores de los grandes autores de la literatura y los fans de hoy que mueren por ver personalmente a una estrella de cine?
- Lo maravilloso de nuestra película es que muestra los admiradores de Salinger, en una forma maravillosa. En nuestro caso, nuestra relación con los fans es bastante distante. Nosotros estamos demasiado protegidos. No creo que nuestros admiradores tengan el reconocimiento que se merecen en nuestro negocio, aunque trabajamos para ellos. Aman el cine, tanto como en otras épocas admiraban a los grandes autores. Cuando en el cine, Joanna pone una carta en el bolsillo de Salinger, yo me puse a llorar, me emocionó porque sentí que él necesitaba conectarse de nuevo con él mismo. No sé que dice de nuestras vidas pero es obvio que a nosotros (los famosos) siempre nos relacionan con nuestros admiradores.
Es difícil olvidar el personaje de Katharine Parker en Working Girl y cierta influencia de The Devil Wears Prada por el parecido físico de Meryl Streep con Sigourney Weaver en My Salinger Year que también se parece a la historia de una reciente egresada de la universidad, que consigue un trabajo para la exigente agente literaria del conocido autor J. D. Salinger. Incluso trae cierto recuerdo de Truman Capote en Desayuno en Tiffany, por mostrar el fabuloso mundo literario de aquella época. Pero en este caso, la historia es verdadera. La autora, Joanna Rakoff había sido la inocente principiante que consiguió aquel trabajo que muchos fans de Salinger habían soñado, aunque ella nunca había leído el libro más famoso de The Catcher in the Rye y ni siquiera sabía lo que realmente hacían los agentes literarios como la verdadera Phyllis Westberg que en el cine interpreta Sigourney Weaver bajo el seudónimo de Margaret.
- ¿El vestuario de ‘My Salinger Year’ no le recuerda un poco a Meryl Streep en ‘The Devil Wears Prada?
- Hace muchos, muchos años que vengo trabajando con la misma diseñadora de vestuario, desde que me mudé a Nueva York. Ella había diseñado incluso mi vestido de novia. Y yo también quise mostrar mi personaje de Margaret como una mujer de Nueva York que solía ser bastante común aunque ahora se sentía como un dinosaurio. En aquella época gente de ese nivel solía viajar por todos lados y cada uno tenía su propio estilo, pero era también algo muy crudo. Durante el rodaje se la pasaron agregando un sweater amarillo en todos los trajes. Nunca se explica, pero así es Margaret. También usa muchas sandalias Birkenstocks. Ese fue otro toque final. Y tengo que decir que eran bastante cómodas.
- ¿Más allá del parecido en la historia con ‘Devil Wears Prada’, en la historia Margaret en cierta forma también se siente identificada con su versión más joven, con la llegada del personaje de Joanne?
- Yo creo que la juventud de Margaret habían sido también otras épocas. Está muy claro como consiguió el trabajo en la agencia, siendo muy generosa con su carisma, para escalar. Supongo que era bastante ambiciosa. No sé si se siente lo mismo con el personaje de la jovencita Joanna. Estoy segura que se acostó con alguien (Risas). Pero a diferencia de ‘Devil Wears Prada’, el personaje de Joanna está siempre cerca del grupo de trabajo, desde el momento que llega.
- ¿Tampoco tiene algún parecido su personaje de ‘My Salinger Year’ con aquel clásico rol de Katharine Parker en ‘Working Girl’?
- Al menos yo no pensé en Katharine. Pasó demasiado tiempo. Incluso no creo que Katharine sea una buena persona. Margaret se ve muy confiada en su mundo, pero creo que sería un error colocarla en el mundo del cine... No sé, nunca pensé en Katharine Paker. No suelo mezclar dos personajes. Prefiero dejarlos crecer por sí solos. Yo siento que la película es una carta de amor al viejo mundo literario de Nueva York que todavía incluso existe en algunos pequeños bolsillos, aunque es cada vez menos. Hasta la oficina en que trabajamos, la persona que la había comprado, guardó todo, cada archivo de cada autor. Fue emocionante tener todo tan a mano. Y me nutrí de todo eso, imaginando que yo era la representante de J. D. Salinger y Agatha Cristie o Scott Fitzgerald.
- La historia muestra cierta evolución en su personaje, después de verla un poco ridícula al principio ¿Se notó también el cambio a lo largo del rodaje?
- Hubo partes que me dejaron improvisar y aunque se la vea un poco ridícula, ella no se ve así. Supongo que en cierta forma se siente como la sacerdotisa más importante que quiere proteger su mundo, para mantenerlo seguro. Cree que si se va, todo se puede derrumbar. Y si ella lo cree, yo también tuve que creerlo.
- ¿Qué estilo de cine prefiere a nivel personal? ¿Las grandes producciones como las próximas ‘Ghostbusters’ y ‘Avatar’ o las producciones más independientes como ‘My Salinger Year’?
- Yo siempre traté de hacer producciones independientes, porque las actuaciones también son mejores. Pero a mí me gusta saltar de un lado al otro. El cine de Hollywood también tiene que ver con una generación joven...
- ¿Esa misma generación joven todavía la reconoce como Ripley de Alien?
- Siempre me encuentro con alguien en la calle que me pregunta cuando voy a filmar la próxima versión de ‘Alien’. Es algo que también lo hablamos con Ridley Scott varias veces. Y sé que a él le encantaría, pero yo tampoco sé si quiero alejarme seis meses de casa para hacerlo. No sé, a lo mejor cambie de idea.
- ¿Quiere decir que no descarta la posibilidad?
- Creo que físicamente todavía puedo hacerlo o conseguiría una buena doble. Amo todo lo que le pasa a Ripley. ‘Alien’, me encanta.
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