Como pocas veces, Inés Gómez Mont decidió hablar sobre el fin de su relación con el empresario Javier Díaz, padre de cuatro de sus hijos.
Gómez Mont y Díaz fueron novios desde adolescentes y en marzo de 2008 se casaron. Al año siguiente llegó su primera hija, Inés, y aunque su relación parecía estable, el siguiente embarazo evidenció las profundas diferencias entre ambos.
En una entrevista con Mónica Noguera, para el programa De Primera Mano, Inés recordó su sorpresa durante una de sus consultas con el ginecólogo, cuando le revelaron que esperaba triates.
“(El ginecólogo) me dice ‘Inés, no son dos, son tres, estás embarazada de triates. No sabes en el problema que estamos metidos, o sea un embarazo de triates es complicadísimo, de las cosas más difíciles, aparte eres chiquita, tu cuerpo no lo va a soportar, yo creo que no estás preparada para tener unos triates, te voy a tener que poner en cama, ya empezaste con amenazas de aborto’, el panorama no estaba bonito”, comentó Inés.
La presentadora pasó en cama seis meses y en medio de la angustia por la dificultad de su embarazo también enfrentó la indiferencia de su esposo.
“Él me dejó de hablar, él estaba muy enojado, no sé, hasta la fecha no sé por qué se habrá enojado como si yo de verdad lo hubiera planeado, como si yo hubiera hecho una trampa”, confesó la presentadora sobre la actitud de Javier Díaz.
Según Inés, su esposo tomó una postura de “dedicarse un poco a la fiesta y hacer sus cosas y yo como que medio me hacía cargo de Inesita, me ayudaba mi mamá. Fue entonces cuando él, la verdad es que tenía las amenazas de aborto y él nunca estuvo”.
La presentadora reconoció que su esposo no la tenía en el abandono, “tampoco es un monstruo”, y sí la acompañó en el parto, pero considera que no estuvo en momentos en que ella consideraba necesaria su presencia.
“De pronto nuestra relación tomó un panorama que éramos más como roommates (compañeros de piso)”, declaró Gómez Mont, pues según ella Díaz se dedicaba a los videojuegos toda la noche y se dormía a las seis de la mañana, cuando ella se levantaba para ir a trabajar.
La presentadora iba por su hija a la escuela y luego volvía a partir rumbo a su trabajo, entonces -según su relato- cuando volvía a casa por la noche era el momento en que Díaz “se iba de fiesta”.
La llegada de los triates cambió por completo su dinámica y pronto Inés dejó de saber de su esposo.
“Ya era una relación muy distante. Con los triates a los seis meses se fue de mi casa, se fue a Monterrey, abrió un lugar allá y él decidió que se iba a vivir a Monterrey. Dejamos de saber de él un rato, reapareció como seis meses después”.
Gómez Mont recordó que a veces hablaba por teléfono con él para preguntarle en dónde estaba y expresarle lo mal que se encontraba.
Decidió revelar todos estos detalles porque, dijo, está cansada de tantas mentiras a su alrededor. (Desde hace años sostiene una disputa legal con Díaz por la manutención de sus hijos y él ha dicho que la presentadora no le permite convivir con ellos).
“Estoy muy cansada de tantas mentiras. Llega un punto donde dices tantas mentiras y tanto descaro, no se vale”.
Acerca de la versión de que él le regaló una casa, Inés explicó que la propiedad era de sus papás y su mamá se la dejó en pagos a un precio casi de ganga, además de que Díaz colaboró muy poco en el pago.
“Me vi sola con la responsabilidad de cuatro niños y me dio mucho miedo”, dijo Inés al final del fragmento de la charla que se transmitió en De Primera Mano.
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