Una sonriente y relajada Meghan Markle se unió al príncipe Harry para su primera salida conjunta oficial desde que regresó al Reino Unido para su ronda final de compromisos reales antes de renunciar oficialmente a sus roles reales el 31 de marzo.
La pareja real se mostró alegre en su ingreso a los Endeavour Fund Awards en Londres, uno de sus eventos clave del año que honra a veteranos, militares y mujeres que han logrado hitos extraordinarios en su recuperación de lesiones al participar en deportes.
Meghan y Harry asistieron juntos por primera vez al evento en 2018.
La ex actriz estadounidense, que se aferró al brazo de Harry mientras entraban al evento en la noche lluviosa, optó por un vestido verde azulado ajustado de Victoria Beckham con zapatos negros de Manolo Blahnik y se recogió su pelo largo y oscuro con una coleta baja.
La aparición en conjunto del duque y la duquesa de Sussex marca el primero de varios deberes reales que cumplirán en los próximos días a medida que completan su agenda final en representación de la reina Isabel II, de 93 años. Su último compromiso será el lunes cuando se unan a la monarca, al príncipe Carlos y William y Kate Middleton en un servicio que conmemora el Día de la Commonwealth en Londres.
La pareja real ha estado dividiendo su tiempo entre el Reino Unido y Canadá con su hijo Archie, de diez meses, mientras se preparan para su salida real oficial a finales de mes. También planean pasar tiempo en Los Ángeles, la ciudad natal de la duquesa de Sussex.
De acuerdo a los medios británicos, Markel dejó a su hijo Archie en su mansión rentada de la Isla de Vancouver bajo al cuidado de su mejor amiga, Jessica Mulroney.
Los diarios británicos han reportado que Su Majestad estaba triste por haber visto tan poco al hijo de los duques, su octavo bisnieto y séptimo en la línea de sucesión al trono británico.
El último compromiso oficial de Meghan fue una visita a la Casa de Canadá en Londres, días antes del anuncio. El príncipe volvió a cumplir sus tareas reales a fines del mes pasado, cuando la anfitriona de un evento dijo que le había pedido “llamarlo Harry”.
El 8 de enero, de forma sorpresiva incluso para la reina Isabel II, la pareja real anunció su renuncia a las obligaciones reales. El país se dividió. La prensa llamó Megxit al terremoto, en un juego de palabras en la cual mezclaba el Brexit, por el cual el Reino Unido abandonaba la Unión Europea y en el que responsabilizaba a la actriz por la inesperada decisión.
El domingo pasado, Harry y su abuela se reunieron a solas en el castillo de Windsor, a las afueras de Londres. Allí la monarca británica le hizo un ofrecimiento que lo conmovió.
De acuerdo a una fuente, Isabel II le dejó “muy claro” a Harry que tanto él como Meghan “siempre pueden regresar si cambian de opinión” y serán recibidos con los “brazos abiertos”, según consignó el diario británico DailyMail en base a declaraciones de fuentes reales. “Eres alguien muy querido y siempre serás bienvenido", le confió.
“Cuando Harry y Meghan anunciaron su renuncia todo pasó muy rápido y fue muy estresante para todos los implicados. El domingo fue la primera vez que la Reina tuvo la oportunidad de hablar con Harry a solas y de conocer cuáles eran sus planes. Todo ocurrió en un ambiente mucho más relajado, y ambos pudieron expresarse”, señaló el confidente real.
La independencia económica y los gastos que deberán afrontar sobre su seguridad -luego de que Canadá anunciara que dejará de lado esa responsabilidad una vez que dejen de formar parte de la familia real-, también formaron parte del diálogo. “La Reina trata de proteger la institución y siempre está atenta a los costes de la seguridad. Es algo que tiene que terminar de resolverse. Pero Harry es un nieto muy querido... al que siempre ha protegido”.
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