El lanzamiento de la próxima película de James Bond, No Time to Die, se retrasó de abril a noviembre, convirtiéndose en la primera gran producción de Hollywood en cambiar su lanzamiento mundial debido al brote de coronavirus. La 25ª entrega de la famosa franquicia del famoso espía ahora llegará a los cines el 25 de noviembre.
Dirigida por Cary Joji Fukunaga y la actuación final de Daniel Craig como el agente 007, No Time to Die debían comenzar a lanzarse internacionalmente a principios de abril después de un estreno mundial el 31 de marzo en Londres. En América del Norte llegaba el 10 de abril.
"MGM, Universal y los productores Michael G Wilson y Barbara Broccoli anunciaron que después de una cuidadosa consideración y una evaluación exhaustiva del mercado mundial, el lanzamiento de ‘No Time to Die’ se pospondrá hasta noviembre de 2020. La película se estrenará en el Reino Unido el 12 de noviembre de 2020 con fechas de lanzamiento en todo el mundo a continuación, incluido el lanzamiento en los Estados Unidos el 25 de noviembre de 2020 ", dijo una declaración dada exclusivamente a Deadline por los estudios.
Junto a Daniel Craig, No Time to Die también está protagonizada por Lea Seydoux, Ben Whishaw, Naomie Harris, Ralph Fiennes y Christoph Waltz junto a los recién llegados a la exitosa franquicia Rami Malek como el villano, Ana de Armas y Lashana Lynch.
Cuando el coronavirus (COVID-19) comenzó a expandirse en todo el mundo, la producción canceló las giras publicitarias de la película en China, Corea del Sur y Japón, y el lanzamiento de No Time To Die en Hong Kong se retrasó hasta el 30 de abril.
A principios de esta semana, una carta abierta del mayor blog de fanáticos de James Bond pidió a los productores y distribuidores de la película que retrasaran el lanzamiento y “pongan la salud pública por encima de los calendarios de lanzamiento".
Además de las preocupaciones sobre la audiencia, la carta decía que el brote podría afectar seriamente la taquilla del filme, señalando que en países como China, Italia, Francia, Suiza, Japón, Hong Kong y Corea del Sur, mercados que representaron 38% de ganancias globales a la última película de Bond, Spectre, han prohibido o restringido grandes reuniones públicas.
Fracasar en la taquilla no es una opción para James Bond, y que los estudios se apeguen a su plan de lanzamiento original sería perjudicial para su recaudación. La decisión de atrasar su estreno fue totalmente apoyado por todos los involucrados en la película, según Deadline.
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