Ni siquiera había empezado la entrevista cuando ellas sacaron el tema. Aunque no les habían entregado sus teléfonos móviles, y no habían podido revisar sus redes sociales, Dalú y Angie ya sabían lo que estaba ocurriendo en Twitter con sus fans. Lo habían escuchado, y en parte intuido, y se mostraron sorprendidas y preocupadas. No podían creerlo.
Dalú fue la primera en llegar al pequeño rincón en el que el equipo de prensa recibió a Infobae México, un jardín escondido entre los platós de TV Azteca, con una charca en la que nadaban algunos peces. A pesar de haber vivido dos días caóticos desde que se convirtió en ganadora de La Academia, Dalú es pura dinamita y energía; y se desenvuelve con naturalidad frente a la cámara. Así que al llegar, comenzó a charlar, cercana y sincera.
“Han sido dos días caóticos. Hay entrevistas bonitas, pero hay otras que no. Me acaban de preguntar si yo odio a Angie”, dijo enfadada y sorprendida.
La conversación se interrumpió cuando llegó la concursante hondureña al jardín. Angie sonrió y se acercó feliz al estanque. Está enferma desde hace varios días, pero eso no la detiene. Es dulce y tranquila, y en cierta manera, inocente. Antes de empezar la entrevista, quería dejar algo en claro: Dalú es más que su amiga, es su familia.
“Nos dimos cuenta por medio de la prensa, por medio de las entrevistas que nos han hecho, que varias personas dicen que yo dije tal cosa de Dalú”, empezó Angie.
"Es algo que están inventándose, que nos odiamos, que no nos soportamos...”, siguió Dalú.
“Y la verdad no, la verdad es que cuando ella necesita mi ayuda, yo estoy para ella, y cuando yo necesito la suya, ella está para mí. O sea somos como hermanas, más que amigas. Somos una familia”, añadió Angie.
El pasado domingo, Dalú logró el 24,29% de los votos y se coronó como ganadora de La Academia en una de las finales más polémicas que se recuerdan. Y es que derrotó a Angie por una diferencia de apenas décimas: la hondureña terminó segunda con el 24,04% de los votos.
El resultado final desató la furia de los lobos, como se conoce a los defensores de la Reina de Honduras. Su ira se propagó como la pólvora en redes sociales, y los fanáticos de la ganadora, los tiburones, no se quedaron atrás.
En pocas horas, estalló una lucha virtual en la que no faltaron amenazas, insultos, ataques y también, burlas hacia las dos concursantes. Una pelea que continúa hasta ahora.
"Hay que decir a los fans que no se peleen. Si nosotras nos queremos, ¿por qué ustedes no pueden llevarse bien? Nosotras los amamos y estamos agradecidas totalmente con ustedes, pero hay que tratar de dar amor”, dijo Dalú, dirigiéndose a los seguidores de ambas.
Las dos aprovecharon la entrevista para explicar que lo verdaderamente importante es lo que está por venir, y no el lugar en el que terminaron en La Academia. Aseguraron que cumplieron su sueño cuando llegaron al Top 5 en el reality musical, y dijeron que es “ridículo” que piensen que hay rivalidad entre ellas.
“A nosotros no nos importa el número en el que quedamos. Nos importan ustedes, la gente, nos importan nuestros fanáticos, nuestro trabajo y que esté bien elaborado y que vean cuánto nos hemos esforzado”, dijo Angie.
"Rivalidad no hubo. Cada quien es diferente en su género, tuvo que haber un primer lugar, un segundo, un tercero, un cuarto y un quinto porque es un programa de televisión y así eran las reglas. Pero cuando llegamos al Top 5, nos dejó de importar todo. Dijimos, que gane quien tenga que ganar”, añadió Dalú.
Un mensaje para los fans
Preocupadas por el enojo desmedido de lobos y tiburones, y aún sin haber leído los ataques que unos y otros se lanzaron a través de redes sociales, Dalú y Angie enviaron un mensaje conjunto para exigir a los fans que detengan la hostilidad, y pedirles “mucho amor y mucho cariño”.
"No se peleen. Los amamos mucho. O sea estar aquí y ser el top five, y nosotras habernos posicionado en los lugares, o sea, es que llevamos una carga buena”, comenzó Dalú.
“Y estamos muy felices de todo el apoyo que nos han dado. O sea, estamos muy agradecidas porque sin ustedes no hubiéramos llegado hasta esta etapa. Entonces, es como que nos pone muy mal darnos cuenta que tanta gente está pensando que somos enemigas y que se peleen entre sí. Es como: ‘No hagan eso por favor’”, siguió Angie.
“Siempre hay discusiones, siempre hay desacuerdos, como en todas las familias, pero al final del día era como ‘Perdón’”, añadió la ganadora refiriéndose a las peleas que vivieron las dos en La Academia.
Admiración mutua
Después de vivir cuatro meses aisladas y acosadas por las treinta cámaras que las grababan 24/7, viendo cómo crecían cada domingo en las galas, y compartiendo experiencias y a veces momentos de “lloración”, como llaman a sus episodios de llanto desconsolado, Angie y Dalú sienten hoy admiración mutua.
“De Dalú puedo decir que es talentosísima, y que la he admirado desde el primer día que la vi. Su voz, la potencia que tiene, su interpretación... Es una chica muy dulce, muy inteligente. Escuché que algunas personas dicen que es muy mala, agresiva, aprovechada... Pero en realidad no. Es todo amor. Sí tiene su carácter, pero de hecho es muy vulnerable”, expresó Angie, defendiendo a la ganadora.
Para la académica de Sinaloa, Angie fue desde el principio una de las concursantes más fuertes. Y supo que tenía talento apenas empezó la competencia, cuando la escuchó cantar un tema de Ariana Grande.
“Jamás había escuchado que alguien pudiera cantar una canción de Ariana Grande igual o mejor que ella. [...] Y cuando Angie la empezó a cantar pensé ‘wow, esta niña tiene muchísimo talento y tiene sólo 18 años’. Y luego empezó a transformarse domingo tras domingo y sacaba esa personalidad tierna, pero de repente agresiva. Era como, soy tierna pero no te metas conmigo porque también tengo mi carácter. Entonces, eso me encanta a mí. Una mujer con carácter, la aplaudo”, dijo Dalú.
Las dos aseguraron que siempre hablan todo entre ellas, y que evitan los chismes. Dalú se ríe al contar que muchas veces se siente la mamá de Angie, porque la regaña cuando se derrumba y la obliga a levantarse y a secarse las lágrimas. La hondureña de 18 años, le devuelve la sonrisa y confiesa que es cierto. Dalú jamás permite que se sienta triste, y la apoya en todo momento. Sin rivalidad alguna.
Sin miedo a las críticas
Durante la entrevista, la charla es fácil y fluida. No hay pregunta que Angie o Dalú teman responder, aunque ninguna quiso opinar si fue justa o no la clasificación en la que terminaron los cinco finalistas.
“¡Híjole!”, se le escapó a Dalú al escuchar la pregunta.
Las dos se sienten confiadas en su talento, en el futuro de su carrera, y arropadas por el arrojo de sus fans. Pero lo cierto es que aún no han sufrido el golpe de realidad. Siguen durmiendo en la casa en TV Azteca, y ayer todavía no habían podido leer los mensajes aniquiladores que se multiplican en Facebook, Instagram y Twitter.
Al no tener los móviles todavía, ninguna ha podido entrar en redes sociales. Pero cuando puedan conectarse, van a comprobar que hay gente que les ama, pero también verán que hay quien les critica. Y no son críticas constructivas. Son mensajes que buscan herir, son crueles ¿Están preparadas para eso?
Tras la pregunta, ambas compartieron uno de esos momentos cómplices y soltaron una carcajada sincera.
“Ya hemos visto. ¿Le contamos lo del video de la mañana? Cuéntale. Es que ya no estamos en el streaming y nos dejaron la televisión de la casa, pero nada más tiene Youtube. Entonces, vieron un video de que, ¿cómo era? La Academia es un fraude o algo así. Y hablaban mal de todos”, contó Dalú divertida.
“Lo que estaban diciendo es que yo, por mi voz, como ando enferma todavía, que qué feo canté. Que Carlos siempre ha cantado feo. Que Dalú sí que cantó bien en la final, o sea que en los 15 conciertos anteriores lo hizo mal, y ahora sí lo hizo bien. Que Charly lo hizo más o menos bien, y que Dennis estuvo como siempre sobreactuado. Así que sí, la verdad es que ya nos reímos de eso, porque sentimos que estamos más preparados. Eso es lo que hemos venido aprendiendo en La Academia, a prepararnos para este tipo de situaciones, y no dejar que nos afecten”, explicó Angie.
“La frase exacta es ‘No cargar la basura de los demás’", añadió la ganadora.
Deseando comerse el mundo
En realidad, ni Angie ni Dalú tienen miedo a nada ahora mismo. No les importan las críticas, ni les preocupa fallar, o lo que pueda ocurrir en el futuro. Y prometen que no es una fachada. Es un cambio real, y las dos lo experimentaron dentro de La Academia.
“Les pusimos nombre a nuestros fantasmas y los quitamos”, explicó Dalú.
“Estamos alegres. Estamos muy entusiasmadas porque vamos a empezar el tour. Y creo que para eso nos preparamos. Ya estamos listas para empezar nuestra carrera. ¡Queremos comernos el mundo!”, dijo Angie.
Ahora, las dos producirán sus trabajos discográficos gracias a sus managers, Héctor Martínez, director de La Academia, y Arturo López Gavito, jurado de la competencia. Mientras que Dalú tiene claro que va a aprovechar el tiempo de descanso para trabajar en su música y cuidar a sus fans, Angie quiere ver a su familia y disfrutar de ellos antes de embarcarse en la próxima aventura, el tour de los cinco finalistas.
Con el premio de un millón de pesos, explicó Dalú, quiere ayudar a su familia, comprar más instrumentos y producir nuevas canciones.
Aunque ninguna se atreve a adivinar dónde estarán dentro de un año, sí saben que rodeadas de sus fans, familiares y representantes, sólo les pueden pasar cosas buenas.
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