Paola Rojas asegura que su fortaleza y su sentido de la responsabilidad siempre la han caracterizado, sin embargo, se sorprendió de hasta dónde podían llegar después de que su vida personal fue expuesta en redes sociales.
Aunque fue su ex esposo, Luis Roberto Alves Zague, quien se hizo viral en internet por enviar un video de sus partes nobles a otra mujer, fue la periodista quien sufrió acoso durante un tiempo.
En una entrevista en el programa “La Última y nos vamos”, Rojas habló de lo difícil que fue lidiar con los comentarios tan repugnantes que le llegaron, e incluso la llegó a enfermar físicamente.
“En una profesión como esta, sabemos que de alguna manera renunciamos a la privacidad, pero una cosa es traspasar el límite de la privacidad y una muy distinta, pasar el límite de la intimidad. Con eso que pasó, muchos sintieron que se valía llegar hasta mi intimidad, porque de alguna manera se abrió esa puerta, es como si se hubiera abierto la puerta de mi recamara, y muchos se metieron y me escribieron unas cosas... Fue tanta obscenidad que ni siquiera me podía detener a atenderme a mi. Porque había muchas cosas por resolver y muchas personas por proteger y contener”, explicó Rojas.
La comunicadora agregó que al principio no se dio cuenta de las consecuencias que el leer comentarios de esa índole tendrían.
“No dimensioné el daño que me estaban haciendo el daño todos esos mensajes tan obscenos y tan fuertes”, declaró antes de romper en llanto.
Agregó que al no poder reflejar y procesar sus sentimientos de forma adecuada, su cuerpo comenzó a tener síntomas que la llevaron a ver un especialista que trata el cáncer.
“No pude atender esa parte, y llorar en su momento y creo que no es una casualidad lo que me ocurrió después: tuve un tema médico, no grave, pero claramente somaticé. O sea, me tuvieron que operar el año pasado, dos veces, terminé en el oncólogo y justamente en el útero. Me conmueve lo que hizo mi cuerpo”, agregó más recuperada.
No obstante, Rojas aseguró que se encuentra en una buena condición, ya que todo se resolvió en forma y manera correspondientes.
“Estoy en observación, pero estoy bien. Me parece que es una forma de manifestarse, de desahogarse, y una forma que tuvo además solución, porque lo detecté a tiempo y lo resolví a tiempo”, dijo.
Pero este no fue el único acoso que recibió, puesto que los medios también se dedicaron a cazarla para obtener tanto declaraciones, como imágenes en las que se notara su tristeza por la situación que estaba pasando.
Reporteros la siguieron hasta su lugar de trabajo, lo que no solo fue incómodo para ella, sino para sus colegas.
“De plano tuve que hacer el radio en mi casa. Cuando me pareció que las cosas se habían calmado, regresé a la cabina y resultó que no, al día siguiente ya estaba lleno de periodistas”, narró.
“Un día en particular había dormido mal y traía cara de chancla, estaba espantosa, de verdad impresentable y todos los periodistas estaban allá afuera. Fui muy clara ‘no voy a dar esa declaración que están esperando’. Pero supongo que querían ver esa imagen de ‘Paola con cara de chancla’, esa imagen de ‘ahí está la tipa, destrozada’ y tuve que hacer un escape”, declaró.
La conductora explicó que tuvo que subir hasta la azotea del edificio de Radio Fórmula en donde saltó unos edificios, para después poder llegar a su auto y huir de la prensa que buscaba una imagen de ella.
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