Lady Di daba todo por su hijos William y Harry, e incluso libró su propia lucha para darles una vida “lo más normal posible” dentro del estricto protocolo real. De hecho, el príncipe Harry -que hoy aparece en la portadas del mundo para haber abandonado el Palacio de Buckingham con el objetivo de proteger a su esposa Meghan y al pequeño Archie de la presiones de la realeza- tomó la crianza de su madre como un modelo a seguir. Así, cada vez que explica por qué decidió dejar la realeza, recuerda a su madre y cómo sufrió la presión mediática que la corona suponía.
Ahora, cuando las turbulencias amenazan a la monarquía británica, una biografía real volvió a poner en debate las “actitudes irresponsables” de la princesa Diana para preservar a sus hijos -y a ella misma- del estricto protocolo monárquico.
En su libro “Harry: Conversaciones con el Príncipe”, la biógrafa Angela Levin reveló cómo Diana, ya separada del príncipe Carlos, escapaba de la vigilancia de sus guardaespaldas, lo que se consideraba “irresponsable” en ese momento.
"Su custodio Ken Wharfe describió cómo Diana y los chicos estaban vigilados todo el tiempo pero una noche ella saltó por la ventana de su suite de un hotel ubicada en el primer piso y se quedó fuera toda la noche”, escribe Lavin. “Su fuga fue descubierta a las 5:30 am del otro día, cuando tocó el timbre del exclusivo Hotel Albert para que la dejaran regresar”.
Otro de sus andanzas se produjo en 1998, cuando se fugó de una finca real en Escocia. Pero en aquella ocasión no estaba sola, estaba con Harry, que entonces tenía 4 años. “Evadió a sus custodios y se llevó al príncipe en un auto hasta el Hotel Craigendarroch, ubicado a 15 kilómetros de distancia, que tenía un centro de ocio de lujo”.
Cuando llegó, cuentan los testigos, estaba un poco nerviosa. Se había escapado pero estar sin protección la inquietaba. De todas formas, cuenta la biógrafa, a los pocos minutos llegó un empelado de la Familia Real que, junto a la policía, revisó todo el hotel. Es que en este caso, el personal del lugar la reconoció y su gerente informó a la policía inmediatamente: “En cuestión de minutos, dos coches llegaron al hotel para garantizar su seguridad y la de Harry”.
Según Levin, Diana “disfrutaba planeando conspiraciones con sus hijos, algunas de las cuales rayaban en lo imprudente”.
El propio Harry ha descrito a su madre como una “madre traviesa” y le confesó cómo le daba dulces a escondidas cuando estaba en el internado, a pesar de las estrictas normas escolares.
Lady Di quería una vida más normal para sus hijos y solía asegurarse de que en medio de sus “días de príncipes” tuvieran días “fuera de servicio”, en los que usaban ropa más informal y comían hamburguesas.
En el funeral de Diana en 1997, su hermano Earl Spencer prometió seguir con los deseos de sus hermana y le prometió a William y Harry que haría todo lo posible para que “sus almas no estén únicamente sumergidas en el deber y la tradición".
A su modo, tanto William como Harry aplican la filosofía de crianza de su madre. Harry fue más drástico, y directamente se apartó de todo, mientras que William -heredero al trono- se muestra cariñoso y presente con sus hijos ensayando una versión más moderna de las normas reales. Este sábado, de hecho, su esposa, Kate Middleton aseguró que es una madre como cualquier otra, con culpa y frustraciones.
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