Isabel II no la tiene fácil con los miembros de su propia familia. Tras el escándalo de su hijo Andrés y la partida de los duques de Sussex, ahora el nieto mayor de la reina de Inglaterra, Peter Phillips, puso fin a su matrimonio con su esposa, la canadiense Autumn Kelly, después de 12 años de relación y dos hijas en común.
Después de tener que vivir las separaciones de sus tres hijos mayores, Carlos, Ana y Andrés, ahora la soberana ve romperse el matrimonio del banquero, el mayor de sus ocho nietos, quien fue el primero de ellos en contraer matrimonio.
Peter, de 42 años, y Autumn, de 41, informaron a los medios que se trata de una separación "amistosa” y que no están juntos desde el año pasado. La declaración, emitida por un portavoz en nombre de la ahora ex pareja, señala que ambos permanecerán en su residencia de Gloucestershire con su hijas Savannah, de nueve años, e Isla, de siete.
“Tanto Peter como Autumn no son miembros de alto rango de la familia real y por eso no se consideró necesario anunciar formalmente su separación el año pasado”, indicó Gerard Franklin, portavoz de los royals.
“Después de informar a Su Majestad y a los miembros de ambas familias el año pasado, Peter y Autumn acordaron separarse. Habían llegado a la conclusión de que esto era lo mejor para sus dos hijas y su relación. La decisión de divorciarse y compartir la custodia se produjo después de muchos meses de conversaciones y aunque triste, es una decisión amistosa. La prioridad de la pareja seguirá siendo el bienestar y la educación de sus hijas Savannah (9 años) e Isla (7 años). Ambas familias se mostraron tristes por el anuncio, pero apoyaron plenamente a Peter y Autumn. Piden privacidad y compasión para sus hijas mientras la familia continúa adaptándose a estos cambios”, señala el extenso comunicado.
Peter Phillips es el nieto mayor de Isabel II y también el primogénito de los dos hijos que tuvo la princesa Ana con el capitán Mark Phillips. Tanto él como su hermana, Zara Phillips, llevan una vida relativamente normal, no tienen títulos reales ni son tratados de altezas reales, no reciben dinero de los contribuyentes y no participan de actividades de la corona. Tienen la vida que hoy disfrutan los duques de Sussex, que tras su renuncia, tampoco tiene título de Alteza Real.
Es el último acontecimiento de una serie de noticias explosivas dentro de la Familia Real, luego de la decisión del príncipe Andrew de renunciar a sus deberes en medio del escándalo de Jeffrey Epstein y la partida del príncipe Harry y Meghan Markle el mes pasado.
De acuerdo al tabloide Daily Mail, la ruptura del matrimonio de Autumn con el único hijo varón de la princesa Ana del Reino Unido es particularmente dolorosa para la reina, de 93 años, que disfruta de una relación cercana con la esposa de su nieto.
Según The Sun, Autumn Phillips fue la que tomó la decisión de divorciarse, algo que dejó “destrozado” al nieto de Isabel II de Inglaterra y entristeció a la soberana. El citado medio sugiere, además, que los últimos acontecimientos relacionados con Meghan y Harry habrían sido los que aceleraron la decisión de Autumn, dado que ella quería “regresar a su Canadá natal”.
Peter ha disfrutado de una vida decididamente más discreta que sus primos, el príncipe William y el príncipe Harry, que comenzó con la decisión de su madre, la princesa Anna, de no darle a él y a su hermana menor Zara, de 38 años, ahora casados con Mike Tindall, un título real. Significa que a Peter y Zara se les otorgó un nivel de libertad que no tienen otros miembros titulados de la familia real como William y Harry, y, en menor medida, a la princesa Beatriz y Eugenia.
Phillips se licenció en Ciencias del Deporte en la Universidad de Exeter (Inglaterra) y durante un tiempo trabajó en el equipo Williams de Fórmula 1.
Fue en un viaje de negocios en el Gran Premio de Montreal de 2003, donde conoció a Autumn, criada en Montreal, licenciada en Arte y que trabajaba como consultora en el evento. Sin darse cuenta de que era el nieto de la reina, la pareja se embarcó en una relación y Phillips le pidió matrimonio después de varios años de noviazgo.
Católica de crianza, antes de casarse la joven tuvo que convertirse al anglicanismo para que Phillips no perdiera sus derechos sucesorios. Anunciaron su compromiso en julio de 2007 y se casaron 10 meses después en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor, en un servicio al que asistieron miembros de la realeza. Los recién casados se enfrentaron al escrutinio público al vender las fotos de su boda a la revista Hello! por cerca de USD 500.000.
El nombre del nieto mayor de Isabel II salió a la luz hace unas semanas, a finales de enero, cuando se supo que había protagonizado un anuncio de leche en China. Tanto Peter como su hermana Zara no tienen compromisos con la Corona ni subvenciones de la misma, pero sí empleos propios, lo que permite que participen en actividades como estas.
De los cuatro hijos de Isabel II, los tres mayores —Carlos, Ana y Andrés— se separaron a mediados de los noventa. De los ocho nietos de la soberana (dos de cada uno de sus hijos), cinco están casados y una está a punto de hacerlo. Peter y su hermana Zara fueron los primeros, en 2008 y 2011, respectivamente. Después llegaron los hijos de Carlos de Inglaterra y la fallecida Diana de Gales, William en abril de 2011 y Harry en mayo de 2018.
La última en casarse fue, en octubre de 2018, Eugenia de York, la segunda hija de Andrés de York y Sarah Ferguson. Su hermana mayor, la princesa Beatriz, contraerá matrimonio el 29 de mayo en la capilla de San Jaime con Edoardo Mapelli Mozzi y después se celebrará una recepción en el palacio de Buckingham.
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