Desde aquel primer estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Venecia, cuando Joaquin Phoenix ganó el premio máximo del León de Oro, ya se hablaba del Oscar. Incluso antes del Golden Globe o del SAG, en el Festival de Toronto, a la par de Meryl Streep, decidieron agregar un tributo especial, para él, recordando los mejores momentos de su carrera, antes del Joker: la primera nominación al Oscar detrás de otro estilo de risa fue en Gladiador, la segunda, cuando contó la vida de Johnny Cash en Walk The Line y la tercera, detrás de un veterano de guerra en The Master. Para cuando lo nominaron por cuarta vez, con Joker, nadie lo había dudado. Este Oscar fue siempre suyo.
—Así como el cine cuenta el comienzo de la historia del Joker, ¿podemos contar el comienzo de la historia de Joaquin Phoenix como actor?
—Yo había empezado a trabajar como actor a los ocho años, pero recién a los 16, mi hermano River insistió que viéramos un VHS de la película Raging Bull, repitiendo que yo tenía que volver a trabajar como actor. Me cambió la vida. Mi madre trabajaba como secretaria del encargado de casting de (la cadena de televisión) NBC y por él también conocí a mi representante, Iris Burton. A ellos les debo todo, porque cambiaron mi carrera y mi vida.
—¿Cuál fue tu primera impresión del famoso rol del Joker?
—En cierta forma me parecía que no tenía límites de ningún tipo, por como podía llegar a interpretarlo y todo lo que podía hacer con él. Sentí que no tenía ninguna regla, y era algo muy atractivo para mí, pero lo más importante fue la reunión con el director, Todd (Phillips). Él tenía un punto de vista del personaje muy particular, y el tono que siempre quiso darle fue realmente muy atractivo.
—¿Es cierto que al principio habías dudado en aceptar?
—Para ser honesto, (lo de Joker) no fue una decisión fácil al principio. No tenía la menor idea, pero después hubo algo que terminó atrayéndome de a poco, a medida que fue evolucionando todo, con la preparación se volvió en algo que nunca antes había anticipado, y resultó una de las más grandes experiencias de toda mi carrera.
—¿Y cómo fue tu primer contacto con el Joker’?
—El primer paso fue perder peso, y así también descubrí el afecto psicológico (risas). Fue imposible evitarlo cuando perdí peso en tan poco tiempo. Al principio de los ensayos, Todd (el director) me había dado una agenda del Joker, como un diario íntimo que me ayudó mucho. Yo no tenía la menor idea por dónde empezar. Era un diario íntimo totalmente vacío que él me había dado para que yo escribiera lo que quisiera. Pero yo no sabía qué escribir, y le pedí algunas sugerencias que incluso ignoré por completo (risas). Con el paso del tiempo, todo empezó a surgir solo, sin darme cuenta de que iba a ser una buena forma de descubrir al personaje en aquel momento.
—¿Qué otros factores crees que influyeron tanto en la actuación como para haber ganado un Oscar?
—El proceso fue muy largo. No fue nada lineal ni directo. La curiosidad empezó al analizar los medicamentos que él estaba tomando, por los efectos secundarios que podía llegar a tener. Es lo que también nos llevó a darnos cuenta de los extraños cambios de peso que tenía. Y era algo que nunca hubiera imaginado hasta que entendí los efectos secundarios de la medicación. Así empezó todo. Después me puse a leer libros sobre verdaderos asesinos políticos que comparten una personalidad similar a lo que al final descubrí en Arthur. Tampoco quiero resaltar esos factores porque esa gente ya tuvo demasiada atención. Ni siquiera quiero nombrar a las verdaderas personas en las que basé mi personaje. Y puede haber seguramente otros factores que ahora ni siquiera me acuerdo, porque también pasó mucho tiempo.
—¿Y la risa?
—Todd me había mostrado algunos videos, describiendo la risa como si fuera algo doloroso. Me pareció bastante interesante, porque todos asumimos cómo es la risa de Joker, pero esta era una forma mucho más fresca de verla.
—¿Tu escena preferida de toda la película, la toma que se merece un Oscar?
—La escena del baño, fue un momento de transformación para nosotros. Ahí se suponía que yo iba a esconder el arma y quitarme el maquillaje, pero no me parecía correcto. Discutimos durante 45 minutos, porque yo no creía que alguien como él fuera a preocuparse por esconder la evidencia. Además era una escena importante. Era el momento en que él se convertía en Joker, y quisimos buscar la forma de expresarlo, con cierta clase de movimientos, hasta que el director se acordó de que tenía la banda sonora en su iphone, y mientras me la hacía escuchar, filmamos lo que se ve en el cine cuando encontramos el movimiento que muestra también la transformación en una forma original. Fue un momento clave.
—¿Te das cuenta del cambio que impusiste en Hollywood con la comida vegana?
—Me parece un paso muy importante lo que pasó en la fiesta del Oscar en el Governor’s Ball, Igual que en los Premios SAG, los Critic’s Choice y hasta en la cena del Globo de Oro me pareció excelente. La ganadería es la tercera causa de los cambios climáticos. Utiliza el 70% del agua y contamina la mayor parte. Las estadísticas son impresionantes. Supongo que ya no podemos negar las evidencias. Ya sabemos el veneno que trae fumar, incluso con aquellos que ni siquiera fuman al punto de llegar a prohibir fumar en lugares públicos. Por eso creo que consumir productos animales ya no es una elección personal. Es una dramática consecuencia para el resto del mundo.
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