Al Pacino, con Infobae: “Jamás hubiéramos podido filmar El Irlandés 10 años atrás"

El actor nominado por novena vez al Oscar va por su segunda estatuilla por su interpretación de Jimmy Hoffa en la película que lo reunió otra vez con Robert De Niro y le dio la oportunidad de trabajar por primera vez bajo las órdenes de Martin Scorsese

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Al Pacino, a solas con Infobae: “Vemos el material que tenemos delante de nuestros ojos. Si está vivo y te dice algo, ya no lo puedes rechazar" /Shutterstock
Al Pacino, a solas con Infobae: “Vemos el material que tenemos delante de nuestros ojos. Si está vivo y te dice algo, ya no lo puedes rechazar" /Shutterstock

Hacía tiempo que el cine no había generado tantas expectativas. El solo hecho de tener a Al Pacino, con Robert DeNiro y la dirección de Martin Scorsese en una historia de la mafia de verdad, sin saberse el título, ya olía a Oscar. Incluso se estrenó primero en los festivales de cine de Nueva York y Londres, antes de la premiere oficial de Los Ángeles. El agregado de Netflix, también ayudó para ser una de las películas más vistas del año (26 millones de personas, solamente la primera semana). Y sí, a algunos les habrá parecido larga, pero nadie puede negar que The Irishman cobra vida a partir del minuto en que aparece el personaje de Jimmy Hoffa. Las diez nominaciones al Oscar lo confirman, incluyendo la candidatura como Mejor Actor de Reparto, para Al Pacino.

- ¿Podemos decir que las diez nominaciones del Oscar tienen mucho que ver con la idea de tener a Al Pacino con Robert DeNiro, juntos, en una película sobre mafiosos de Martin Scorsese?

- Y... hace tanto tiempo que nos conocemos con Bob (DeNiro) y Marty (Scorsese). Cuando Bob me llamó para hablar del tema, ya sonaba interesante la oportunidad de trabajar con Marty. Por supuesto, ya habíamos trabajado antes con Bob. Con él, nos conocemos desde que éramos muy jóvenes, pero nunca antes había trabajado con Martin Scorsese.

- ¿Y qué opina de él ahora?

- Marty es la clase de red donde podemos darnos el lujo de probar algo nuevo. Siempre te hace sentir bien. Todos los grandes directores generan confianza, sabiendo que te están cuidando, al tratar con gente de una sensibilidad muy especial, que entiende tanto.

- ¿Habiendo sido director, también usted a la hora de trabajar con Scorsese aprendió algo nuevo?

- Es una pregunta bastante interesante porque aunque yo dirigí cine, no me siento un director de cine. No soy cineasta, pero es cierto que aprendí mucho sobre cine dirigiendo. Aprendí a editar y lo que significa hacer lo mío. Yo siempre quiero aprender, pero no veo ese mundo como una forma de crear. Y cuando lo hice, solo fue para preservar el material que me gustaba tanto. La verdad es que no podía pagarle a nadie para dirigir y lo hice yo. Apenas tenía dinero para financiarla, pero nunca lo hice porque yo quería. Tengo mucho respeto y admiración para la gente que lo hace.

- ¿Hasta qué punto ayuda un buen director de cine, para ser nominado al Oscar?

- Te doy un ejemplo con The Irishman. Yo estaba con fiebre. Tenía una persona que me ayudaba a repasar los diálogos, pero no me sentía adentro del personaje... Nunca lo 'vivimos’ hasta el segundo acto. Y la escena donde Jimmy Hoffa está al punto de su final, él no lo sabe. Pero yo llegué al estudio, el primer día del rodaje de mis escenas, para esa escena. Entré a la casa y no había nada que realmente pudiese reconocer, pero sentí que la casa olía a muerte. La forma en que la habían arreglado, con los muebles más simples. Eso es lo que hacen los buenos directores, te muestran el lugar donde alguien va a morir. Se veía como una casa normal, pero no lo era. Y yo no veo al mundo de esa forma.

Al Pacino, Joe Pesci y Robert De Niro en la premie de The Irishman en Los Ángeles /Shutterstock
Al Pacino, Joe Pesci y Robert De Niro en la premie de The Irishman en Los Ángeles /Shutterstock

- ¿En algún momento pensó como hubiera sido la película si hubiesen intercambiado los roles con Robert De Niro?

- Cuando yo estaba en el Actors Studio, a los 25 años, me acuerdo que todavía era muy tímido para animarme a actuar en ninguna escena. Apenas había empezado seis meses antes, pero me sentaba a mirar y me volvía a casa. No conocía a nadie, hasta que finalmente me anoté para interpretar una escena. Y ahí estaba yo, listo para hacer Hickey de Eugene O’Neill y una parte de Hamlet que había escrito, hasta que llegó mi turno para enfrentarme al grande de Lee Strasberg, delante de todos los demás con los que después iba a discutir lo que habíamos hecho, sin criticar. No era una escuela de actuación, era el Actor Studio. Para empezar, Lee Strasberg pronunció bien mi nombre. Nunca antes había pasado. Pasé por toda la escuela pública donde me llamaban Pekini, Pacuno, Pacani. Pero él lo pronunció bien. Y subí a decir mi monólogo del The Iceman Cometh que había hecho toda mi vida, para mezclar Hamlet con Hickey de ‘The Iceman’. Y Strasberg paró la clase y con toda tranquilidad me dijo “Solo quiero que hagas a Hickey, como Hamlet” Una genialidad. Y lo hice. Hice a Hickey como Hamlet y Hamlet como Hamlet. Hice las dos partes, bastante bien. ¿A qué viene todo esto? Ese es el punto (Risas). Todo es posible.

Para Al Pacino, el Oscar siempre fue mucho más una pesadilla que un sueño. Ningún otro actor tuvo que sufrir tanto, para ganarlo. La primera nominación, el primer sueño había llegado en 1973, de la mano de otra película sobre la mafia: El Padrino, de Francis Ford Coppola. Y él ni siquiera se había presentado a la ceremonia. Fue una forma de quejarse porque lo habían nominado como Mejor Actor de Reparto cuando en la pantalla él había aparecido mucho más tiempo que el personaje de El Padrino con que Marlon Brando terminó ganando el Oscar como Mejor Actor. Al año siguiente, Pacino volvió a ser nominado en la categoría que tanto había pedido, con la historia del policía Serpico y el intento de desbaratar otro estilo de mafia detrás de la corrupción policial de Nueva York. También lo volvieron a nominar por la segunda versión de El Padrino con el mismo personaje de Michael Corleone, pero esta vez, sí, como Mejor Actor. Para el año 1976, ya había recibido cuatro nominaciones consecutivas, con Dog Day Afternoon que aquella noche solo se llevó el premio Mejor Guión. La década del ’80, comenzó con una quinta nominación por el menos recordado rol de Arthur Kirkland en And Justice For All. Y en 1991, lo ignoraron por completo con El Padrino III cuando curiosamente tuvo que competir en la misma categoría de Mejor Actor de Reparto contra el rol de Andy García en aquella película, cuando Al había sido nominado por Dick Tracy. Igual terminó ganando Joe Pesci por Goodfellas (¿hubieran trabajado juntos ahora en ‘The Irishman’ si no hubiera sido por aquel Oscar?).

Al Pacino ganó el único Oscar de su carrera por su papel en " Perfume de mujer" en 1993 /Shutterstock
Al Pacino ganó el único Oscar de su carrera por su papel en " Perfume de mujer" en 1993 /Shutterstock

El 17 de Febrero de 1993 fue la fecha histórica. Aquella noche, había generado más expectativas que nunca. Al Pacino estaba nominado como Mejor Actor de Reparto por Glengarry Glen Ross, pero cuando la ceremonia recién empezaba, Gene Hackman volvió a ganarle por Unforgiven. Todavía quedaba otra oportunidad. Sí. En la misma entrega, había recibido una octava nominación por Scent of a Woman, en la categoría Mejor Actor. Y no era menos fácil. Competía contra Denzel Washington por Malcom X, Robert Downey Jr por Chaplin, Stephen Rea por The Crying Game y hasta Clint Eastwood, también, por Unforgiven. Pero la pesadilla llegó a su fin, con el gran Oscar que merecidamente ganó Al Pacino. Lo curioso: nunca más volvió a pasar por una ceremonia del Oscar... hasta ahora. Pasaron nada menos que 27 años y gracias a The Irishman, volvió a ser nominado por su rol como Jimmy Hoffa.

- ¿Entre tantos personajes alguna vez se arrepintió de haber rechazado algún rol que pudo haber cambiado por completo su carrera?

- Con El Padrino me costó decidirme (hace una pausa y empieza a reír). Bromeo. Es algo que cambió mi vida. Pero todo tiene que ver con el momento en que uno vive. Las decisiones siempre se basan en el instinto, pero mi trabajo también forma parte de mi vida. Y sé que tomé un par de decisiones que terminaron siendo muy buenas para otras personas. Pero al mismo tiempo, cuando miro atrás, esa es la decisión que yo tomé en aquel entonces. Nunca me preocupé. Tampoco puedo decir lo que fue, porque es con alguien que todavía vive y sigue trabajando. Pero cuando me ofrecieron una oportunidad tremenda, no me sentí lo suficientemente bien como para aceptar. Y así fue como también terminé viendo a otra persona interpretando un rol que yo pude haber interpretado, pero ya era demasiado tarde, porque otro actor de los buenos ya lo había hecho. Y cuando lo vi en el cine, estuvo genial. Por eso tampoco me preocupé. Siempre que me pasó, sentí que en el momento que tomé cada decisión había hecho lo correcto.

- En “The Irishman” aparece casi en la mitad de la película ¿En la filmación fue igual?

- Yo llegué cuando todos estaban en mitad del vuelo. Hacía dos semanas que habían empezado. Habíamos ensayado, pero ya habíamos vivido también toda una vida juntos, nos conocemos demasiado bien y cuando lo veía a Bob (DeNiro), él también estaba metido en su personaje. Lo único que me dijo es “Supongo que te voy a ver en la sala de edición”. Se siente cierta libertad cuando trabajas con alguien que conoces bien, alguien en que se puede confiar.

- Aunque se los ve más jóvenes en el cine, ‘The Irishman’ no está nominada como Mejor Maquillaje por haber utilizado efectos digitales, donde sí está nominada como ‘Mejor Efectos Visuales’ (compitiendo frente a ‘Star Wars’, ‘Lion King’, ‘Avengers Endgame’ y ‘1917’) ¿El hecho de utilizar efectos visuales tan modernos ayudó o complicó más el proceso?

- Para mi, el desafío pasaba por las escenas en donde tenía que moverme. Todos me decían “Al, no te olvides que en esta escena vas a tener 39 años”. Y yo les decía “Ya sé”, pero al momento de filmar la escena, cuando tenía que levantarme... no me paraba como alguien de 39 (Risas). Tenía a alguien que me tenía que decir “Si tienes 39 años, te tienes que levantar como alguien de 39 años” (Risas).

- ¿Y qué opina sobre la idea de que cualquiera pueda interpretar a alguien, reemplazando el rostro con efectos visuales?

- Yo no lo veo así. Lo veo como si fuera maquillaje, donde un actor no tiene que preocuparse por como se ve. Es maravilloso tener semejante potencial. Es como cuando nos dejaban el pelo gris para parecer más viejos. Nadie nunca lo cuestionó. Lo aceptas, porque está en la historia. Siempre fue así.

- ¿Si pudieran reemplazarlo a usted por un personaje virtual, qué tipo de actor virtual cree que un director elegiría para reemplazarlo?

- ¿Alguien con menos arrugas en los ojos? (Risas) Yo tengo la mala costumbre de no querer estar demasiado tiempo adentro de un estudio de filmación. Prefiero quedarme en mi carpa. Y supongo que un director que vaya a reemplazarme con un actor virtual, haría que me quede digitalmente en un lugar del estudio, para tenerme ahí, todo el tiempo (vuelve a reír).

- ¿Cree que se pueda crear de verdad, una estrella de cine, con los efectos visuales de una computadora?

- En el cine influyen muchos factores, pero siempre terminamos identificándonos con el protagonista, imaginando que podemos ser como él. Hay un intercambio humano. Por eso no creo que podamos reemplazarlo con un actor virtual desde la computadora, aunque hoy todo puede pasar, porque en cine reemplazamos con efectos especiales los lugares, en vez de viajar físicamente. Pero también es algo que veo y me doy cuenta del cambio.

- ¿Y qué opina sobre el gran debate de Netflix y ver una película como ‘The Irishman’ en el televisor de casa sin trasladarse físicamente hasta una sala de cine?

- Yo amo lo que significa una buena sala de cine. La atmósfera es el cable que conecta el cine con el público, la gente que lo comparte. Quentin Tarantino tiene una sala de cine en Los Ángeles donde solo muestra películas de 35mm. Se nota la diferencia.

- ¿Cuál fue la diferencia en el caso del verdadero Jimmy Hoffa, con la interpretación que mereció una nominación Oscar? ¿Qué aprendió de él que no sabía antes?

- Hoffa tenía una visión de lo que quería para un sindicato, incluso cuando estuvo preso reunió a todos los prisioneros y les dijo “No sé como aceptan que los traten así”. Tenía problemas con Robert Kennedy Jr pero admiraba a Martin Luther King. Es una persona bastante interesante. Venía de haber visto a los 17 años como la policía le pegaba a la gente en la cabeza, vio todo el abuso del trabajo infantil y cosas así. Tenía esta necesidad que yo no conocía, porque crecí conociendo otro Hoffa. Todos conocemos a Hoffa, era un ícono, pero no sabíamos lo que hacía. No sabíamos si era un gangster. Y después desapareció. Me acuerdo que fue algo que dominaba siempre las noticias.

- ¿Y cómo fue la preparación previa para para representar a alguien tan conocido en Estados Unidos, como Jimmy Hoffa, al punto de haber sido nominado al Oscar?

- En el mundo de hoy en día tenemos mucho más acceso a esa clase de personajes porque hay mucha gente que también lo conocía. Hay libros y muchas filmaciones también. Se lo filmó muchísimo y ese acceso está disponible. Cuando yo interpreté a Sérpico, ni siquiera podía imaginar que podía haber algún video de él. Pero con Hoffa hay. Y tuve esa ventaja, además de haber crecido en una época donde era bastante conocido.

Traáler de "The Irishman" - Subtitulado

Casi 30 años atrás, Jack Nicholson ya había filmado con Danny DeVito otra versión de la historia del mismo Jimmy ‘Hoffa’ con su mano derecha Bobby Ciario, mostrando un final totalmente diferente, como si los hubieran asesinado a los dos, a la salida de un restaurante de Michigan, a la espera de una reunión con la mafia, para desaparecer en un camión, para siempre. La gran diferencia es que The Irishman, está contada por el verdadero gangster que interpreta Robert DeNiro. El verdadero Frank Sheeran que en una entrevista confesó que él mismo había asesinado a Jimmy Hoffa, contando con lujo de detalles todo lo que sabía, lo que había pasado, asegurando incluso que la mafia también había estado involucrada en el asesinato de John F. Kennedy.

- Importa si la historia de ‘The Irishman’ es realmente verdadera?

- Importa, porque Frank Sheeran también fue muy específico. Y hasta que alguien aparezca con otra versión mas creíble, yo le creo. En el libro se siente la credibilidad, porque no se puede contar una historia sin esa clase de detalles, a menos que la hayas vivido.

- ¿Y el hecho de vivir una nueva nominación al Oscar con ‘The Irishman’, qué significa para Al Pacino?

- La primera vez que la vimos, le dije a Marty (Scorsese) que jamás hubiéramos podido filmarla diez años atrás, porque hay algo que tiene que ver con su edad, su experiencia y todo lo que trató de conseguir con esta versión, porque al final te deja con un sentimiento que tampoco se puede describir. Alguien me dijo que ‘The Irishman' es como una historia de amor...

- ¿Y después haber sido nominado al Oscar tantas veces por luchar de ambos lados de la ley como en la próxima serie ‘Hunters’ de Amazon... es también el estilo de historias que disfruta ver en privado?

- Acabo de rechazar Scarface 2 (Risas). No, no... como actor, todos hacemos las cosas de la misma forma. Vemos el material que tenemos delante de nuestros ojos. Si está vivo y te dice algo, ya no lo puedes rechazar.

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