En su condición de jefe de Estado de 32 países de la Commonwealth, la reina británica es una de las mayores terratenientes del planeta. Tras la repentina muerte del rey Jorge VI a causa de un cáncer del pulmón, Isabel II heredó el trono el 6 de febrero de 1952 a los 25 años. Pero no solo conseguía la corona del Reino más extenso del mundo y todas sus responsabilidades, sino también un gran patrimonio inmobiliario vinculado a la Casa Real.
La reina Isabel II recibió de su padre una colección de tierras y propiedades en los territorios de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte. Sin embargo, la monarca no es la dueña absoluta, como tampoco lo fueron sus antepasados, de todas esas propiedades. La mayoría del patrimonio inmobiliario de los Windsor pertenece al Estado británico y se gestiona a través del Crown State, las propiedades inmobiliarias comerciales de la corona. De ella son algunos de los palacios más emblemáticos como el de Buckingham, en el corazón de Londres, o el Castillo de Windsor. A través de la Subvención Soberana, percibe millones de libras de los impuestos para cubrir los gastos de los deberes oficiales y del cuidado de los palacios reales.
Isabel II no puede gestionar a su antojo, ni mucho menos vender las propiedades de Crown State y recibe alrededor del 15%, del beneficio que generan. El resto va directamente a las arcas del Estado. Hace más de 250 años, el rey Jorge III suscribió que la familia real tiene derecho a ese patrimonio inmobiliario, lo que permite que todos sus miembros residan habitualmente en las estancias de ese legado histórico. Así, la reina ocupa el Palacio de Buckingham, el príncipe Carlos vive junto a su esposa en Clarence House, los duques de Cambridge residen en el Palacio de Kensington, y así el resto de los Windsor.
Sin embargo, puede regalar hogares a miembros de la familia como lo hizo con Anmer Hall en Norfolk, que le obsequió al príncipe William y Kate como regalo de bodas. También le dio Bagshot Park a su hija, la princesa Anna, y Frogmore Cottage a Meghan Markle y Harry.
Si bien el Palacio de Buckingham es la base principal de la reina, tiene propiedades en toda Gran Bretaña, incluyendo Aberdeenshire, Escocia, e Irlanda del Norte. Hay dos propiedades, tal vez las más queridas por la reina Isabel y en las que ella se encuentra muy feliz, que sí son de titularidad privada y que fueron compradas por sus antepasados: el Castillo de Balmoral, en Escocia, donde pasa sus vacaciones de verano, y el Palacio de Sandringham, en Norfolk, donde la familia se reúne cada Navidad.
En Gales, Carlos de Inglaterra, de 70 años, y su esposa Camilla Parker Bowles, de 42, tienen una casa situada en Brecon Beacons. Además, también disponen de una casa en las Islas de Scilly, Tamarisk House, que ahora está disponible para que los turistas la alquilen.
Algunas de estas residencias reales son espectaculares ejemplos de arquitectura gótica, victoriana o modernista y por su solemnidad y elegancia son objeto de la curiosidad de millones de turistas. Un repaso por los más representativos “hogares” de Isabel II y su familia.
El Palacio de Buckingham (Londres)
Sin duda, la más conocida de todas las propiedades reales, el Palacio de Buckingham ha sido la residencia oficial en Londres de los monarcas del Reino Unido desde 1837. El Palacio de Buckingham es también la sede administrativa de la reina Isabel II, y el impresionante edificio es a menudo el lugar de celebración para muchos eventos, recepciones y ceremonias. Es el hogar actual de la monarca y su marido. Pertenece al Estado Británico. El imponente palacio cuenta con 775 habitaciones, 92 oficinas y 78 baños, y allí viven unos 800 miembros del personal. Si la bandera del país ondea en lo más alto es porque la Reina está en casa.
Como curiosidad, el palacio está abierto al público buena parte del año y alberga una de las convocatorias diarias más multitudinarias de Londres: el cambio de la Guardia Real.
El Castillo de Windsor (condado de Berkshire en Inglaterra)
Es el mayor castillo en uso del mundo y ha sido residencia real durante los últimos 900 años. Está ubicado en el condado de Berkshire. Por su proximidad a Londres, la reina de Inglaterra lo suele utilizar los fines de semana y en Semana Santa. A veces también se usa para recibir visitas de Estado o para algunas bodas de la familia, como la del príncipe Eduardo con Sophie Rhys-Jones, o la bendición religiosa de la boda civil del príncipe Carlos con Camilla Parker. En la Capilla de St George ( una joya de la arquitectura gótica en Inglaterra) el príncipe Harry se casó con Meghan Markle así como la princesa Eugenie de York.
El interior del templo alberga, además, las tumbas de diez monarcas, entre ellos Enrique VIII, Jorge VI (padre de la Reina), la princesa Margarita (su hermana) y la Reina Madre (su mamá). Es un escenario de incontables acontecimientos de la familia real británica.
El 20 de noviembre de 1992, ese annus horribilis (horrible año) para la reina Isabel II, se declaró un desastroso incendio que causó numerosos daños en la joya arquitectónica.
Clarence House (Londres)
Clarence House, que está abierto al público en los meses de verano en Europa, es la residencia oficial del príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles, y se encuentra al lado del Palacio de St. James, en Westminster, Londres. Es propiedad de la Corona. Fue completamente restaurada antes de que Carlos se mudara y todos los pasillos de la gran residencia tienen obras de arte de la Colección Real. Los extensos jardines, impecablemente cuidados, son utilizados a menudo para eventos especiales. Fue el hogar de la Reina Madre en Londres desde 1953 hasta su muerte en 2002, y también fue habitada por Isabel II y su marido Felipe de Edimburgo después de que se casaron en 1947. La princesa Anne, la única hija de Isabel II, nació en Clarence House en 1950.
Cada año, el príncipe de Gales abre a los curiosos las puertas de su residencia oficial en Londres. Los visitantes son guiados por el interior de la casa y el espléndido jardín, diseñado por el propio príncipe Carlos de Inglaterra, durante un tour que dura 45 minutos y cuesta 10,30 libras. La Morning Room es la habitación más famosa. Pensada originalmente como la sala del desayuno, hoy acoge los actos oficiales más importantes que tienen lugar en la casa.
El Palacio de Kensington (Londres)
Ubicado también en el centro de Londres, era la residencia favorita por los monarcas hasta que la reina Victoria decidió trasladar la corte a Buckingham. El palacio se hizo muy popular en el mundo entero cuando Diana de Gales se instaló en sus dependencias con sus dos hijos tras separarse del príncipe Carlos y hasta su muerte. Allí también han vivido la difunta princesa Margarita y otros parientes de la reina Isabel. Tras una millonaria remodelación, hoy es la casa familiar de los duques de Cambridge y sus tres hijos: George, Louis y Charlotte. Junto a ellos, en una área separada, también vivieron Harry y Meghan Markle.
Algunas áreas del palacio pueden ser visitadas, al igual que sus jardines donde se puede ver el parque en memoria de Lady Di. Fue allí donde William y Kate Middleton anunciaron su compromiso en 2010 y ,siete años más tarde, lo hicieron Meghan Markle y Harry.
Palacio de St. James (Londres)
Construido en 1531 por el rey Enrique VIII, fue la residencia real durante más de 300 años y hoy día sigue siendo, curiosamente, la sede oficial de la corona. A día de hoy aquí tienen su residencia la primogénita de la reina Isabel, la princesa Ana, así como las hijas del príncipe Andrés, Beatriz y Eugenia de York. También se utiliza para acoger visitas de Estado y decenas de recepciones, especialmente las que tienen que ver con organizaciones benéficas. En su capilla reposaron los restos mortales de Diana de Gales antes de su funeral.
Sandringham House (Norfolk, Inglaterra)
Es la otra propiedad privada de la reina Isabel II que heredó en 1952. La reina organiza una reunión tradicional cada año en este retiro de Norfolk, que incluye regalos y juegos en Nochebuena con todos los Windsor. Es una gran finca de 8.000 hectáreas que da empleo a 200 personas. En la mañana de Navidad, toda la familia va a misa en la Iglesia de Santa María Magdalena. La primera invitación oficial a Meghan Markle fue allí en 2017.
Anmer Hall
Es una casa de campo de 10 habitaciones en la finca privada Sandringham de la reina Isabel II en Norfolk, Inglaterra. La casa fue un regalo de bodas para el príncipe William y Kate Middleton de Su Majestad cuando se casaron en el año 2001, y vivieron allí a tiempo completo hasta 2017, cuando se mudaron al Palacio de Kensington en Londres.
Highgrove House (Gloucestershire, Inglaterra)
En 1980, un año antes de su boda con Diana de Gales, Carlos compró Highgrove House, una casa de campo del siglo XVIII en el condado de Gloucestershir. Sus hijos, el príncipe William y el príncipe Harry, pasaron gran parte de su infancia allí. El príncipe de Gales remodeló la casa georgiana en 1987. El Ducado de Cornwall administra la finca y le proporciona una gran cantidad de ingresos al futuro rey de Inglaterra. La casa se destaca por sus extensos jardines que reciben más de 30.000 visitantes al año.
Bagshot Park
Es una residencia real propiedad de la corona ubicada cerca del pueblo de Bagshot, Surrey. Es el hogar actual del príncipe Edward y Sophie, condesa de Wessex, y sus dos hijos, Jacobo y Luisa. La casa original se construyó en el siglo XVII, pero se demolió alrededor de 1875. El tercer hijo de la reina Victoria, el príncipe Arturo, vivió allí. Los jardines y terrenos de la residencia figuran en el Registro de Parques y Jardines Históricos de Reino Unido.
Royal Lodge
Es una residencia catalogada de grado II en Windsor Great Park en Berkshire, Inglaterra. Aquí jugaba la reina Isabel II y su hermana, la princesa Margarita, cuando eran niñas. Es una mansión del siglo XVII que se encuentra a 5 kilómetros al sur del Castillo de Windsor y es la casa actual del segundo hijo de la reina, el príncipe Andrés, duque de York. Es una propiedad de 30 habitaciones, con capilla privada y una residencia separada para el personal de servicio. En sus jardines posaron la princesa Margarita y Antony Armstrong-Jones para anunciar su compromiso matrimonial. Su boda se celebraría en mayo de 1960 en la abadía de Westminster y fue el primer matrimonio Windsor que terminó en divorcio.
Palacio de Balmoral, Escocia
El Castillo de Balmoral es el lugar donde es más feliz la reina Isabel II. La reina Victoria lo compró a mediados del siglo XIX y, de esa forma, pasó a engrosar las propiedades privadas de la familia real y ha servido durante décadas como lugar de veraneo. Con la muerte de Jorge VI, la monarca heredó la propiedad en 1952. Se encuentra dentro de los límites de un bello parque natural y la finca tiene una extensión de 20.000 hectáreas. Los jardines de palacio y salones están abiertos al público excepto en los meses de agosto y septiembre, que es cuando la reina Isabel y su marido vive allí.
Birkhall, Escocia
El príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles también disfrutan pasar sus vacaciones de verano en Balmoral, donde se hospedan en su propiedad del siglo XVIII, Birkhall. El hijo de la reina heredó la finca de su abuela cuando ella murió en 2002, y él y Camilla Parker Bowles incluso pasaron su luna de miel allí en 2005. Es propiedad de los Windsor.
Craigowan Lodge, Escocia
Craigowan Lodge es una casa de siete dormitorios ubicada también en Balmoral, y es donde la reina y el príncipe Felipe se quedan durante las primeras dos semanas de sus vacaciones de verano, mientras que el castillo principal todavía está abierto al público.
Castillo de Mey, Escocia
El príncipe Carlos tiene un segundo retiro escocés en Caithness en la costa norte de Escocia. El Castillo de Mey fue comprado por la Reina Madre en 1952 después de la muerte de su esposo, el Rey George VI, y fue heredado por Carlos después de su muerte en 2002. La Reina Madre visitó el castillo cada agosto y octubre hasta que cumplió 101 años. El duque y la duquesa de Sussex se quedaron allí en agosto de 2018 con el príncipe Carlos y Camilla. En mayo, el príncipe Carlos abrió un bed and breakfast de diez habitaciones en los terrenos del castillo, el Granary Lodge. Está operado por la organización The Queen Elizabeth Castle of Mey Trust (el príncipe Carlos es presidente) y las ganancias obtenidas se destinarán a mantener y explotar la propiedad al norte de las Tierras Altas de Escocia.
Castillo de Hillsborough, Irlanda del Norte
A pesar de su nombre, el Castillo de Hillsbourgh es más una mansión georgiana, construida en el siglo XVIII, y es donde se hospeda la familia real cuando visitan la región. La residencia oficial, que se encuentra a unos veinte kilómetros al sur de Belfast, fue construida como una casa de campo para el Marqués de Downshire. En 2014, Hillsborough estuvo un ambicioso proyecto de restauración. Es posible realizar visitas guiadas para conocer cada secreto del imponente edificio. En abril de 2019, Carlos y su esposa visitaron el lugar para presenciar sus reformas, que tuvo un costo total de 24 millones de libras.
Palacio de Holyroodhouse, Edimburgo
Es comúnmente conocido como Holyrood Palace. Es la residencia oficial del monarca británica en Edimburgo. Ha servido como la residencia principal de los reyes y reinas de Escocia desde el siglo XVI, y es un escenario para eventos estatales y de la corona. Isabel II pasa una semana en residencia en el Palacio Holyrood al comienzo de cada verano, donde lleva a cabo una serie de compromisos y ceremonias oficiales. Varias zonas del lugar están abiertos al público durante todo el año, excepto cuando los miembros de la familia real están en residencia. Por £16.50 se puede recorrer sus increíbles pasillos.
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