Beyoncé ha abierto su corazón a la revista ELLE. La cantante ha respondido a las preguntas que sus fans le han hecho durante estos meses en redes sociales y vía email en el nuevo número de la publicación.
Una forma más de acercarse a Beyoncé que descubre momentos tan cruciales de su vida como los problemas que tuvo para quedarse embarazada por primera vez. Y es que no es la primera vez que la intérprete habla de los abortos que sufrió antes de tener a su hija Blue: “El hecho de sufrir varios abortos me mostró que tenía que ser una madre para mí misma antes de serlo para otra persona. Después, tuve a mi hija Blue, y la búsqueda de un propósito se volvió aún más profunda. Morí y renací en mi matrimonio... Ser la número uno ha dejado de ser mi prioridad”.
Una nueva forma de ver la vida que ha convertido a su familia en su mayor prioridad: “Al final, lo que más feliz me hace es ser madre. Asegurarme de que estoy ahí para mis hijos: llevar a Blue al colegio o a Rumi y Sir a sus actividades, buscar un hueco para salir con mi marido, llegar a tiempo a casa para cenar con la familia... Encajar esas piezas es estresante, pero me parece que esa es la vida de una madre trabajadora”.
Y es que ser madre le ha cambiado la visión del mundo: “Tras dar a luz a Blue, me fijé como misión utilizar mi arte para reflejar el estilo, la elegancia y la atracción presentes en hombres y mujeres de color. Vivimos en una época maravillosa de avance hacia la aceptación de los demás. Estoy muy orgullosa del progreso logrado en torno al colectivo LGBTQIA. La masculinidad se está redefiniendo”, y añade: “A las mujeres se nos ha educado para aguantar y y cuidar de todos menos de nosotras mismas. Yo ya no soy así. Después de un embarazo difícil, me tomé un año para ocuparme de mi propia salud”.
Beyoncé y Jay Z se casaron en 2003 en una ceremonia íntima y secreta en su propio departamento del barrio Tribecca en Nueva York. Fue ante sólo 40 invitados, entre los que se encontraban George Clooney y Chris Martin. Y la logística de la privacidad fue tal, que ni una sola foto de la boda se filtró hasta 2014. Recién entonces ellos mismos compartieron algunas, en pantalla gigante y durante la gira de On the Run, mientras cantaban a dúo, entre Estados Unidos y París.
Blue Ivy, su primera hija, nació en enero del año siguiente, en el hospital Lenox Hill de Nueva York, y después de que reservaran un piso y montaran un operativo de seguridad sin precedente. "Bienvenida al mundo princesa Carter. Te quiere, tu tía Rih", escribió la enorme Rihanna en Twitter. Minutos antes de que Gwyneth Paltrow se adelantara a comunicar su nombre: "Bienvenida al mundo Blue. ¡Ya te queremos!".
¿La llegada de los mellizos? Bastante después. Beyoncé contó el embarazo en su cuenta de Instagram, que en 2017 contaba con 92,3 millones de seguidores. “Hemos sido bendecidos doblemente. Estamos increíblemente agradecidos de que nuestra familia vaya a crecer por dos. Les damos gracias por sus buenos deseos”, posteaba en la red social con una foto etérea y florida, que emulaba a la diosa de la fertilidad.
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