“Qué mono. Despierta mi instinto maternal”.
Con estas palabras, Kate Middleton encendió en febrero de 2019 todas las alarmas. Las pronunció al conocer a un bebé de cinco meses durante un tour en Irlanda del Norte, sin imaginar que desencadenarían toda una paranoia en Reino Unido.
Aquel gesto cercano fue interpretado por la prensa británica como prueba de que Kate quería convertirse en madre de nuevo.
Desde ese momento, y durante todo el año, periodistas, expertos y fanáticos analizaron cada uno de sus gestos, outfits, y comentarios con la esperanza de encontrar la pista definitiva que probara, al fin, el cuarto embarazo de la duquesa.
Sin embargo, y a pesar de los múltiples indicios que muchos creyeron ver, la noticia nunca llegó a confirmarse. Y ahora, al comenzar 2020, la esposa del príncipe William habló por primera vez del asunto, y reveló que no planean ampliar la familia.
La confesión ocurrió durante su primer acto oficial del 2020, celebrado en el centro Khidmat, en la localidad de Bradford, Yorkshire. Josh Macplace, un joven admirador de la familia real, se acercó a Kate y le contó que le había enviado tres cartas para felicitarla por su maternidad, después del nacimiento del príncipe George, de 6 años, de la princesa Charlotte, de 4, y del príncipe Louis, de 1.
Tras esto, directo y sin dudar, le preguntó si pensaba tener otro hijo.
“No creo que William quiera más”, contestó ella.
Kate le explicó a Macplace que William se preocuparía si quedara de nuevo embarazada, después de todos los problemas que sufrió durante sus gestaciones anteriores, en las que sufrió hiperémisis gravídica, una patología que se relaciona con los cambios hormonales y produce un cuadro de vómitos excesivos y continuos.
Tras escuchar la respuesta, el joven se despidió de ella con un abrazo.
“Gracias por el abrazo”, le dijo Kate a su admirador.
Según informó la revista People, Josh Macplace padece autismo y síndrome de DiGeorge. Esta enfermedad, consecuencia de la falta de una pequeña parte del cromosoma 22, provoca en quienes la padecen un retraso en el desarrollo emocional, además de hendidura del paladar, funcionamiento deficiente del sistema inmunitario o bajos niveles de calcio en la sangre.
Una versión tras otra
En febrero de 2019, el príncipe William y Kate viajaron a Irlanda del Norte para acudir a un acto. Al ver a un bebé de cinco meses, no resistió las ganas de acercarse a conocerlo.
"Qué mono. Despierta mi instinto maternal”, le dijo a Alan Barr, padre del niño. “Eres un pequeño muy dulce”, añadió la duquesa hablándole al bebé.
Aquel gesto cercano, habitual en Kate, llevó a pensar a la prensa especializada que la duquesa quería ser madre de nuevo. Y desde entonces, trataron de confirmar la noticia.
En septiembre de 2019, durante el primer día de escuela de sus hijos, Kate Middleton apareció con un cambio de peinado. Para los expertos en monarquía, este estilo renovado confirmaba que estaba embarazada.
“Mira estas imágenes recientes del día de regreso a la escuela. Mira el cabello de Kate Tiene un aire diferente. Cada vez que la duquesa de Cambridge cambia su aspecto, anuncia que está embarazada de pocos días”, dijo un periodista del diario Express UK.
Sin embargo, el anuncio no llegó.
El hecho de que cancelara su encuentro con la princesa Eugene y todos los actos de su agenda oficial, también hizo sonar las alarmas. Además, para la experta en lenguaje corporal, Judi James, el hecho de que se tocara constantemente el vientre en sus apariciones públicas, era otra prueba más de su embarazo. Pero esto tampoco se confirmó.
El miércoles, después de muchos meses de incertidumbre, la duquesa de Cambridge decidió zanjar de una vez las versiones de un cuarto embarazo. Y según parece, la familia de los futuros reyes de Inglaterra ya está completa.
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