Tras la reunión de la familia real en la finca Sandringham, la reina Isabel hizo referencia este lunes a la decisión que tomaron el pasado 8 de enero los duques de Sussex, el príncipe Harry y su esposa, la ex actriz norteamericana Meghan Markle, quienes anunciaron que ponían fin a sus obligaciones como miembros de la Familia Real británica. En el encuentro entre la soberana, el príncipe Carlos, William, y Harry se discutió el futuro de los duques de Sussex. Meghan Markle, que está en Canadá con su hijo Archie, participó de la reunión por teléfono.
"Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y su familia. Mi familia y yo apoyamos por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como una familia joven”, señaló Isabel II de 93 años mediante un comunicado, intentando poner así un freno al escándalo que escalaba en todo el Reino Unido.
“Aunque hubiéramos preferido que siguieran trabajando como miembros de la familia real a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de mi familia. Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas", remarcó Isabel haciendo referencia a la “independencia financiera” a la que habían hecho mención los duques cuando comunicaron su decisión.
La cumbre entre los protagonistas se desarrolló en medio de una gran crisis producto de la renuncia que hicieron de sus funciones formales Harry y Meghan Markle, quienes anunciaron que buscará su propia independencia financiera a partir de 2020. La noticia sacudió al reino y los principales diarios realizan todo tipo de especulaciones respecto a los motivos que tuvieron los duques para enfrentar tal decisión.
Por ejemplo, The Sun y Mirror -dos periódicos tradicionales y muy enfocados en los escándalos reales- dedicaron sus portadas en los temores que rodean a los que se enfrentaron a la joven pareja. Temen lo que podría ser el peor de los casos para la monarquía: que el duque y la duquesa de Sussex puedan ofrecer una entrevista televisiva “reveladora” para ponerse a la población de su lado en la escandalosa historia.
Describiéndolo en su cabecera como “El Día D para la realeza”, The Telegraph dice: “Evidentemente, existe una voluntad general de reconocer que el Príncipe Harry y su esposa no quieren continuar con el papel que se esperaba de ellos, aunque muchos se molestarán profundamente por las sugerencias de que la duquesa se haya visto obligada a huir por el racismo intrínseco y la intolerancia. Raramente se ha acogido tan bien un matrimonio real, en gran parte debido a la popularidad del príncipe Harry y al deseo nacional de verlo feliz”.
El príncipe Harry y Meghan se conocieron en una cita a ciegas y empezaron a salir juntos en julio de 2016. Los periódicos de inmediato publicaron una “investigación” sensacionalista de la actriz, que ya había estado casada y era hija de padre blanco y madre negra, como si era fuera escandaloso. La describieron como la “divorciada picante” del príncipe Harry. Pronto, el 8 de noviembre de 2016, el príncipe publicó un comunicado en el que reconocía su relación con Markle.
Hubo más pruebas de su relación: ¡Están comprando un árbol de Navidad en Londres! ¡Van a ver la aurora boreal en Noruega! ¡Se toman de la mano en la boda de unos amigos en Jamaica! . Luego de que Markle concedió una reveladora entrevista a Vanity Fair en septiembre de 2017, se supo que ambos estaban pensando a largo plazo.
“Somos dos personas que en verdad estamos felices y enamoradas”, afirmó. Dos meses después, anunciaron su compromiso. “Creo que a ambos nos sorprendió muchísimo, tras los cinco o seis meses que tuvimos para nosotros, lo que en realidad sucedió a partir de entonces”, dijo el príncipe Harry en una entrevista con la BBC.
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