Cuando la familia real británica se disponía -cada uno en sus palacios- a descansar luego de una jornada laboral cargada de compromisos, algunos de ellos encendieron su televisor. Otros, los más jóvenes, recurrieron a pantallas más pequeñas. A los pocos minutos, cuando el reloj marcaba alrededor de las 8.30 p. m. (hora inglesa), los medios comenzaron a emitir alertas. Aquellos que surfeaban Instagram se enteraron antes. El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle anunciaban a todo el mundo -sin exclusiones- que abandonaban sus funciones en la Corona y que se mudarían a Canadá. También que buscarían su independencia económica y financiera.
Los duques de Sussex informaban formalmente, por medio de las redes sociales, la ruptura con la tradicional casa británica. El Reino Unido estaba bajo conmoción.
Sus abuelos, la reina Isabel II y el príncipe Felipe se enteraron de la novedad viendo la BBC, pese a que habían acordado otra cosa con el joven y díscolo matrimonio. Su padre y heredero de la corona, Carlos, tampoco estaba al tanto del anuncio. Su hermano William, con quien alguna vez fue incondicional e inseparables, tampoco tenía conocimiento de la sorpresiva decisión. Kate Middleton, duquesa de Cambridge, sintió -además- un sabor amargo que le recorrió la garganta.
La Reina no esperó mucho tiempo en emitir su propio comunicado. Sobria, dejaba ver su enojo con su rebelde nieto. La monarca no permitiría ser atropellada por la decisión del joven matrimonio. “Las discusiones con el duque y la duquesa de Sussex se hallan en un estado preliminar. Comprendemos su deseo de iniciar otro camino, pero son cuestiones complicadas que requieren tiempo para ser resueltas”, explicó la familia real británica.
Tras la difusión de esta declaración, el corresponsal de la cadena BBC en el palacio, Jonny Dymond, dijo en su perfil de Twitter: “La BBC entiende que ningún otro miembro de la familia real fue consultado antes de que Harry y Meghan emitieran su declaración personal esta noche, y se entiende que el Palacio está “decepcionado””.
Pero otro mensaje estaba oculto en la carta que sacudió el Palacio de Buckingham. La fecha escogida para la renuncia también fue motivo de enojo. La víspera de un cumpleaños muy especial para la familia real. De un miembro enemistado con los futuros residentes canadienses.
En horas del comunicado, Kate Middleton estaba abocada a los detalles de los preparativos de su cumpleaños que sería en apenas horas. Hoy 9 de enero, la esposa del príncipe William suma 38 años a su vida. ¿Se sentirá en condiciones de festejar? El anuncio de su rival interna, Meghan, empañó lo que debía ser su día especial. Todos los titulares del planeta se volcaron en la decisión de sus cuñados de independizarse de la familia real.
La relación entre Meghan y Kate nunca fue buena. Desde que comenzó la seducción entre la actriz norteamericana y el duque de Sussex, William nunca se mostró muy de acuerdo con esa relación que cada vez avanzaba más y más. Sin embargo, finalmente, ambos contrajeron matrimonio. Los roces entre ambas cuñadas no tardarían en aparecer. Y en los últimos días de noviembre de 2018 el diario The Sun reveló la tensión entre ambas.
La familia real pretendió ocultar ese entredicho entre las mujeres, que se habría producido por el supuesto maltrato de Meghan hacia personal que asiste a Kate, lo que generó una reprimenda de futura reina consorte. Por medio de un breve comunicado, la Corona negó el entredicho. “Eso jamás sucedió”. Sin embargo, semanas después, el menor de los hermanos y su esposa anunciaron que se mudaban, alejándose de sus vecinos William y Middleton. Se instalarían en la casa de campo de Frogmore, en Windsor.
Phil Dampier, escritor conocedor de los entretelones de la vida real, confirmó que la fecha elegida por Harry y Meghan no fue al azar. “Aparte de cualquier otra cosa, el anuncio de Harry y Meghan ha eclipsado el cumpleaños número 38 de Kate. Es solo otro ejemplo de cuán lejos se han separado los llamados Fab Four, y dudo que Harry y Meghan estén en alguna celebración para Kate. Es un día triste para la monarquía, y que estos dos hermanos y sus esposas, que tenían el potencial de ser una fuerza tan positiva, ahora estén en esta posición”.
Hoy, la cuenta oficial de Instagram del Palacio de Buckingham felicitó a Kate por su onomástico. “¡Deseándole a la duquesa de Cambridge un muy feliz cumpleaños!”, publicó. Las fotos de ese posteo muestran a la esposa de William junto a la abuela de este, la reina Isabel II. Ambas sonrientes, felices de compartir su relación. Quizás otro mensaje de cómo quedaron las cosas en el corazón de la monarca de 93 años.
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