Tras un duro 2019 por el escrutinio público, el duque y la duquesa de Sussex confirmaron que se retiran de la realeza británica. “Después de muchos meses de reflexión y de discusiones internas, hemos escogido este año para comenzar una transición progresiva hacia nuestro nuevo papel en esta institución", anunciaron el príncipe Harry, de 36 años, y Meghan Markle, de 38, en un comunicado.
Y añadieron: “Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros de la familia real y trabajar para ser financieramente independientes, mientras continuamos apoyando plenamente a Su Majestad, la Reina. Es con su aliento, particularmente en los últimos años, que nos sentimos preparados para hacer este cambio. Ahora planeamos equilibrar nuestro tiempo entre el Reino Unido y América del Norte, continuando honrando nuestro deber hacia La Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios", añadieron los duques de Sussex, que en mayo pasado se convirtieron en padres de Archie Harrison Mountbatten-Windsor, que no lleva un título nobiliario.
“Este equilibrio geográfico nos permitirá criar a nuestro hijo con una apreciación de la tradición real en la que nació, al tiempo que brinda a nuestra familia el espacio para centrarse en el próximo capítulo, incluido el lanzamiento de nuestra nueva entidad caritativa. Esperamos compartir todos los detalles de este emocionante próximo paso a su debido tiempo, mientras continuamos colaborando con Su Majestad, el príncipe de Gales, el duque de Cambridge y todas las partes relevantes. Hasta entonces, acepten nuestro más sincero agradecimiento por su continuo apoyo", concluyeron los duques de Sussex en el comunicado que publicaron en sus diferentes redes sociales.
La decisión se produce días después de las vacaciones de seis semanas que la pareja real se tomó en Canadá. Pasaron un tiempo en familia con su hijo Archie, de ocho meses, y con la madre de la ex actriz. Tras muchas especulaciones, la pareja real finalmente confirmó que decidieron abandonar sus deberes reales y retirarse de la vida pública.
Los duques -que se casaron en mayo de 2018 en una majestuosa boda en el castillo de Windsor- habían decidido pasar las fiestas alejados de la Reina y del resto de la familia real. Ahora, tal y como han comunicado, su hogar estará entre el Reino Unido y América del Norte.
El matrimonio de Harry y Meghan se ha visto afectado por las duras críticas que reciben de la prensa por sus excesivos gastos y por su desesperado intento de privacidad, ya que incluso se negaron a revelar dónde nació su hijo Archie y quiénes eran sus padrinos.
En un documental filmado en Sudáfrica, la pareja reconoció que no estaba bien por los comentarios en su contra, y Harry admitió que se había distanciado de su hermano mayor, el príncipe William. Aunque fueron apodados los “Fab Four” (Cuatro fantásticos), William, su esposa Kate Middleton y Harry y Meghan separaron su fundación real el año pasado. Harry y Meghan lanzarán su propia organización, llamada Royal Sussex.
Markle fue vista más temprano este miércoles en el Teatro Nacional de Londres, del cual es mecenas, mientras que la pareja visitó el martes la embajada de Canadá en Londres para agradecerles su hospitalidad durante sus costosas vacaciones en América del Norte.
La duquesa, nacida en Los Ángeles, vivió en Toronto cuando trabajaba como actriz para la serie Suits, y describió a Canadá como un segundo hogar. Los duques y su hijo se hospedaron en una mansión frente al mar valuada en USD 10 millones, en uno de los lugares más bellos de la isla de Vancouver, y fueron vistos caminando con amigos por la zona.
El anuncio no llama la atención después de que de los propios duques reconocieran que “no estaban bien” por la dura batalla que enfrentaban con algunos tabloides británicos.
En octubre, Harry anunció que su esposa tomaba acciones legales contra un tabloide por publicar una carta privada a su padre. “Perdí a mi madre y ahora veo a mi esposa ser víctima de las mismas fuerzas poderosas”, expresó el hijo menor de Lady Di en un duro comunicado.
Markle demandó al periódico británico The Mail on Sunday y a su empresa matriz, Associated Newspapers, por “mal uso de la información privada, infracción de los derechos de autor".
“Esta propaganda implacable tiene un costo humano, específicamente cuando es deliberadamente falsa y maliciosa, y aunque hemos seguido adelante, no puedo comenzar a describir lo doloroso que ha sido”, expresó Harry en la extensa nota.
En la demanda legal presentada ante la Justicia, la duquesa también acusaba al mencionado tabloide británico de contar historias “falsas” y “absurdas” relacionadas con distintos aspectos de su vida durante más de tres años, como la reforma de su residencia de Windsor, Frogmore Cottage, o el baby shower que se celebró en Nueva York.
El año pasado, la pareja real dejó el palacio de Kensington, donde vivían con los duques de Cambridge, para mudarse a su nuevo hogar, Frogmore Cottage. La mansión está ubicada en los jardines colindantes con el castillo de Windsor. De acuerdo con la información brindada por la Corona, la renovación de la vivienda costó USD 3,5 millones a las arcas públicas.
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