Meghan Markle y el príncipe Harry, los duques de Sussex, anunciaron este miércoles su decisión de retirarse de la realeza británica y que vivirán entre el Reino Unido y América del Norte.
El cambio en su vida incluirá, por supuesto, modificaciones en sus finanzas, pues, según el diario Daily Mail, podrían perder unos 2 millones de libras esterlinas (más de USD 2,6 millones) que la Corona les destinaba cada año para sus gastos.
De acuerdo con ese portal, no era un secreto que la pareja había considerado cuál sería su futuro en la Corona británica, sobre todo después de pasar un complicado año bajo el escrutinio público, que incluyó críticas por los gastos en sus viajes al extranjero.
Ahora son varios los interrogantes que abren la decisión sobre los duques, y quizás la más importante sea cómo financiarán su vida en Canadá.
También está la pregunta de si los contribuyentes británicos seguirán financiando su estilo de vida y de quién pagará por la seguridad de los duques una vez que su muden.
Según el análisis de Daily Mail, Toronto podría ser la ciudad elegida por Meghan y Harry para pasar gran parte de su tiempo, pues fue ahí donde disfrutaron de los primeros meses de su romance, antes de que se hiciera público al mundo, en octubre de 2016.
También es esa la ciudad en la que Meghan se sintió como en casa después de filmar ahí la serie Suits durante siete temporadas.
Una de las críticas contra Harry y Meghan fue el hecho de que evitaron vivir en Windsor y optaron por remodelar Frogmore Cottage, lo que costó a los contribuyentes británicos 2,4 millones de libras (USD 3,14 millones).
Y aunque lo de Frogmore fue un regalo de la Reina, si deciden comprar una casa en Toronto tendrían que pagarla con su propio dinero.
Otra opción para la pareja sería la ciudad de Vancouver, pero tampoco parece que la vida ahí sea menos costosa para ellos.
Fue esa ciudad la elegida por Meghan y Harry para pasar la Navidad junto con Archie, en una mansión de lujo con vista al mar y cuyo precio en el mercado es de 10,7 millones de libras esterlinas.
En Vancouver pudieron disfrutar de caminatas junto con amigos, sin el constante acoso de los medios. Pero es la ciudad más cara para vivir en Canadá, y si desean seguir disfrutando de lujos, les costará millones de libras. Toronto es la segunda ciudad más cara de esa nación.
El problema de la seguridad
Otro de los temas claves es el hecho de que Harry, Meghan y Archie tienen a seis guardaespaldas permanentes que forman parte de la Policía Metropolitana y cuyo sueldo corre a cargo de los contribuyentes (100.000 libras esterlinas -USD 131.000 al año- incluido el tiempo extra).
La duda surge porque en los primeros momentos de su romance, Harry fue visto en Canadá con personal de ese país, por lo que se entendería que serán los contribuyentes canadienses quienes cubran el costo de la seguridad de los duques, que necesitarán protección para siempre.
“Harry tiene un deber con la Reina. Mudarse al extranjero es una tarea enorme, tendrán que encontrar una ubicación que quieran, los costos de seguridad serían enormes e imposibles de estimar”, consideró el especialista en realeza británica Richard Fitzwilliams, consultado por Daily Mail.
Su independencia económica
Quizá las preguntas más importantes por responder sean las de cómo los duques sobrevivirán financieramente y si Harry conservará el dinero que se le destinaba como miembro de la realeza?
Según Daily Mail, es poco probable que la reina Isabel o el príncipe Carlos le corten los recursos a Harry.
Los datos de ese portal indican que Harry recibe de la Corona 2 millones de libras anuales (unos USD 2,6 millones) como parte de la Subvención soberana, sostenida por los contribuyentes del Reino Unido.
Al parecer, Harry también obtiene dinero del patrimonio del ducado de Cornwall.
Pero no se sabe si sus ingresos podrán seguir costeando sus gastos, pues los duques destinan un millón de libras (USD 1.300.000) en gastos de personal. Pagan, por ejemplo, 146.000 libras a su secretaria privada, y la niñera de Archie también recibe un sueldo de seis cifras. Sus asistentes personales y ayudantes en Frogmore reciben entre 20.000 y 30.000 libras (USD 26.000 y 39.000).
Sus patrimonios podrían ayudarlos a solventar una vida acomodada en Norteamérica. Se estima que el de Harry es de USD 39 millones (26 de los cuales heredó de la princesa Diana), y Meghan tendría unos USD 5 millones.
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