La hija de Ozzy Osbourne desmintió los rumores que afirmaban que el “príncipe de las tinieblas” se debatía entre la vida y la muerte por el supuesto mal estado de salud en el que se encontraba.
Kelly Osbourne escribió la noche del miércoles 1 de enero en Instagram: "Hoy tuve un maravilloso comienzo de 2020. Salí a almorzar con mi familia y luego pasé el resto del día riendo y pasando el rato con mi papá. Vengo a casa a leer artículos repugnantes acerca de mi papá supuestamente estando en su ‘lecho de muerte’. A veces los medios me enferman. No es un secreto que mi papá ha tenido un año difícil tratándose de su salud, pero al carajo con esto, es una gran mierda”.
Los rumores sobre el decadente estado del rockero provocaron que en sus redes sociales cientos de fans le enviaran mensajes de apoyo.
Según el sitio de entretenimiento Radar Online, el cantante británico estaba prácticamente en su lecho de muerte. Las fuentes del medio aseguraron que Ozzy estaba en una “situación tan desesperante” que ni siquiera se había dado cuenta que su esposa, Sharon Osbourne, no había pasado la celebración de Año Nuevo con él por primera vez en 40 años.
“Ozzy sufre de dolor crónico y pide que lo saquen de su miseria”, dijo un informante. “Está tan mal que ni siquiera se dio cuenta de que Sharon no estaba allí”.
“Ozzy está en la cama todo el día, gimiendo de dolor las 24 horas del día. No reconoce a su familia la mitad del tiempo y una vez confundió a Sharon con un completo desconocido, preguntándole ‘¿quién eres?’”, según una fuente que cita el medio.
La salud del cantante se ha declinado dramáticamente hace un año desde que se cayó y se le desprendieron las barras de metal en su espalda, colocadas allí después del accidente en el 2003.
El mes de octubre Ozzy Osbourne pospuso su gira por Europa por segunda vez, pero insistió en que no se estaba retirando de la música ni muriendo, a pesar de que tuvo un año marcado por problemas de mala salud. “No me estoy muriendo, me estoy recuperando. Solo está tomando un poco más de tiempo de lo que todos pensaban”, explicó el antiguo líder de Black Sabbath, quien ahora tiene 71 años.
“El príncipe de las tinieblas”
John Michael Osbourne siempre fue Ozzy. Lo llamaban con ese apodo desde la primaria. Se crió en el seno de una familia de clase trabajadora en la ciudad inglesa de Birmingham y a los 14 años, cuando escuchó por primera vez “She Loves You” de The Beatles, decidió que quería ser una estrella de Rock.
Formó su primer grupo en 1967 con el bajista Geezer Butler. Al año siguiente, los dos se unieron al guitarrista Tony Iommi y al baterista Bill Ward para formar Polka Tulk Blues, un grupo de blues que, influenciado por The Rolling Stones, Faces, The Yardbirds y The Pretty Things, endurecieron el sonido del género en consonancia con lo que estaban haciendo otras bandas de la época como Led Zeppelin y Deep Purple. Polka Tulk Blues fue rebautizada como Earth y en 1969, cuando se presentaron en un festival en donde había una banda con el mismo nombre, pasaron a ser Black Sabbath.
Lo que diferenció a Sabbath desde el principio fue la incorporación de una influencia inusual, el cine de terror. Black Sabbath es el título de una película de 1963 protagonizada por Boris Karloff. Al observar el éxito que tenía el género en los cines y que el público estaba dispuesto a pagar por asustarse, el cuarteto decidió replicar el efecto de las películas de terror en sus canciones componiendo letras oscuras y escalofriantes acompañadas por una música distorsionada y tétrica que hacía uso del tritono, también conocido como la “nota del diablo”. Se trata de un intervalo musical que, por la tensión e impacto que generan en el oyente, en la Edad Media se lo consideraba diabólico. El que haya escuchado la canción Black Sabbath, con su densidad y ruidos de tormenta eléctrica, sabe perfectamente que esa figura musical produce escalofríos.
El combo tuvo el impacto esperado y a pesar de haber sido vapuleado por la crítica e ignorado por las radios, el debut homónimo de Black Sabbath fue un éxito, al igual que el segundo álbum Paranoid, calificado recientemente por la revista Rolling Stone como el mejor de la historia del heavy metal. Los clásicos Paranoid, Iron Man y War Pigs todavía hoy constituyen la plantilla básica para componer rock pesado.
En 1979, Ozzy Osbourne fue expulsado de Black Sabbath por sus excesos de drogas y alcohol, que fueron constantes a lo largo de su vida. De hecho, en 2010 un grupo de genetistas estudiaron su cuerpo y determinaron que pudo sobrevivir a más de cuarenta años de ingesta de estupefacientes y bebidas alcohólicas gracias a que sus genes poseen más tolerancia a esas sustancias, a punto tal que lo hacen naturalmente más propenso a consumirlas que la mayoría de las personas. Para los expertos, se trata un "milagro de la medicina", ya que además sobrevivió a un accidente de cuatriciclo que lo tuvo ocho días en coma.
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