“Les Misérables” comienza con escenas de júbilo de un París aparentemente unido mientras Francia levanta la Copa del Mundo de fútbol de 2018, pero las profundas grietas en la sociedad quedan rápidamente al descubierto. En la película, violentos policías, narcotraficantes e islamistas tratan de influenciar a los muchachos de los proyectos de vivienda social de Montfermeil, distrito famoso por ser el lugar donde Víctor Hugo escenifica su famosa novela del siglo XIX de la que el filme toma el nombre.
El trabajo de Ladj Ly es un suceso en Francia lo que lo catapultó a la fama. Tal es así que ya lo apodaron el “Spike Lee francés” y su obra, además de haber sido galardonada con el premio del jurado en el festival de Cannes, es la candidata nacional a los Oscar.
Ly se basó en su propia experiencia de vida en los suburbios de París pero lo que no se conocía hasta ahora es otra faceta de sus vivencias en los convulsionados alrededores de la capital francesa: su fundamentalismo religioso y su pasado criminal
Es que hace ocho años, el 2 de marzo de 2011, fue condenado a tres años de prisión por la Justicia de Bobigny por complicidad en un secuestro e intento de asesinato.
Según detalló el medio francés Causeur, los hechos se remontan a enero de 2009, en Clichy y Montfermeil, cuando un amigo suyo, Amad, descubrió que su hermana tenía una relación de pareja sin estar casada. Al darse cuenta de que la mujer ya no era virgen, estalló en cólera. De acuerdo con la religión musulmana, las relaciones extramaritales están prohibidas y tienen un nombre, fornicación.
Puesto que para los fundamentalistas religiosos una situación como esta pone en juego el honor de una familia, se debe aplicar la ley de la sharia -religiosa- para castigar severamente tamaña transgresión.
En este contexto, Amad llamó a su hermano Mamoudou y a su amigo Ladj Ly -el ahora premiado director- para que le ayuden en su misión. Fueron a la casa del hombre que tuvo relaciones íntimas con su hermana, lo golpearon y lo encerraron en el maletero del coche.
Con el secuestro en marcha, buscaron una lata de gasolina y se dirigieron a un bosque en Seine-et-Marne. Cuando llegron, sacaron al prisionero del maletero y lo golpearon de nuevo. La intención era prenderlo fuego. Pero, impulsado por el instinto de supervivencia, el prisionero consiguió escapar milagrosamente y se salvó de un asesinato salvaje… por honor.
El pasado criminal del director de moda conmocionó Francia. Ly se enfureció con la difusión de su prontuario, pero no lo desmintió. Aunque asegura que las cosas no fueron como figura en los expedientes judiciales, sí cumplió su condena.
<b>Polémica</b>
Inevitablemente, el tema se politizó. Y desde ciertos medios de izquierda acusan a Causeur, la revista que hizo la revelación sobre el pasado de Ladj Ly, de estar difamando al artista. Por ejemplo, Télérama, la revista cultural del grupo Le Monde, tilda a Causeur de semanario “reaccionario”. Y destaca que la publicación del prontuario criminal del cineasta coincide con la nominación de su film para representar a Francia en el rubro Mejor Película Extranjera de los premios Oscar: “Una enojosa coincidencia -dice Télérama- que probablemente perjudicará el destino del film y que dice mucho sobre los prejuicios hacia los suburbios”.
Así, para Le Monde, Causeur actuó motivado por el resentimiento que causa en determinados sectores el triunfo de un joven de las periferias urbanas de origen africano...
Del otro lado, muchos cuestionan la tolerancia que desde ciertos ámbitos progresistas se exhibe hacia aspectos sexistas y retrógrados, en este caso del islamismo, que no serían igualmente tolerados en otras confesiones o en medios laicos.
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