“¿La historia de mi vida? Es la historia de un demonio. ¿Y quién quiere imprimir la historia de un demonio? Soy salvaje, no puedo evitarlo”, así respondía Lupe Vélez la pregunta incisiva de un reportero acerca de su existencia, marcada por romances apasionados y explosivas escenas de celos.
Vélez, nacida en San Luis Potosí en 1908, era ya una consagrada en Hollywood cuando su muerte sacudió a la industria del cine.
La primera estrella mexicana en Hollywood decidió terminar con su vida el 13 de diciembre de 1944. Tenía sólo 36 años.
Comenzó entonces la leyenda sobre las últimas horas en la vida de la explosiva Lupe, la mujer que enamoró a Gary Cooper y a Johnny Weissmuller (el famoso Tarzán).
Sus relaciones tenían la llama de la pasión, pero también el lado oscuro de las emociones. Con Cooper, Lupe tuvo un romance de tres años que incluyó un intento de apuñalarlo con un cuchillo mientras estaban cocinando, también trató de romper una ventana para abrazarlo mientras él se marchaba en otro tren y se presentó en una estación de trenes para dispararle y evitar así que huyera a Europa. Lupe además se enganchó en una guerra de declaraciones contra la madre de Cooper, a través de la prensa.
“No podías evitar sentirte atraído por Lupe Vélez”, escribió décadas después Gary Cooper. “Ella destellaba, asaltaba y chispeaba, y en el set era capaz de tirar cosas si pensaba que serviría de algo".
“The Mexican Hurricane”, como llamaban a Vélez en Hollywood, se defendió diciendo: “Sólo soy Lupe”.
Pero fue ese carácter explosivo de la actriz, sumado a una nueva decepción amorosa, lo que la llevó a tocar su punto más bajo en aquel diciembre de 1944.
En una época donde ni siquiera existía el término, ahora se cree que la actriz pudo haber sufrido de trastorno bipolar y el abandono de su más reciente amante sólo habría agudizado los síntomas. Lupe podría ser divertida y amena en un momento y al siguiente, depresiva y violenta.
La actriz quedó embarazada del francés Harald Ramond, a quien conoció en 1943, pero él se negó a hacerse responsable. Sin embargo, según Gabriel Ramírez, autor del libro Lupe Vélez, la actriz que escupía fuego, el bebé en realidad era de Arturo de Córdova.
Como ferviente católica, Lupe no soportaba la idea de ser madre sin estar casada y por ello habría tomado la decisión de terminar con su vida. Una más de las historias asegura que la fatal decisión llegó después de que encontrara en una situación muy comprometedora a Arturo de Córdova con Harald.
La única información oficial hasta ahora es que Lupe ofreció una cena en su casa de Beverly Hills y al despedir a sus invitados hizo los arreglos necesarios para morir.
Llenó de flores y velas su habitación, se maquilló y se tomó el tiempo para elegir la ropa que usaría en sus últimas horas. Entonces tomó 64 pastillas del sedante secodal ayudada por unos tragos de brandy. Se dispuso a dormir y sólo hasta la mañana del día siguiente su asistente la encontró muerta en su cama.
La versión del libro Hollywood Babylon aseguraba que en medio de su intento suicida, Lupe se arrepintió y corrió hacia el baño para vomitar, pero el intento fue en vano, pues terminó muerta con la cabeza en el inodoro. Esa historia nunca se confirmó.
Terminaba así la mujer que se hizo de un lugar en un Hollywood racista y sexista, que la etiquetó como “hot tamale” o “senorita cyclone”. Acabó también su lucha.
“La gente cree que me gusta pelear”, le dijo Lupe a su amiga Estelle Taylor, “Tengo que luchar por todo. Estoy tan cansada de todo. Desde que era una bebé he estado peleando”.
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