La separación de sus padres, cuando apenas tenía 8 años, marco un antes y después en la vida de Sinead O’Connor. Para cuando cumplió 15 años había sido detenida por pequeños robos en tiendas y pasó 18 meses en un reformatorio.
Las turbulencias comenzaron pronto en la vida de Sinead. Nacida el 8 de diciembre de 1966 en Glenageary, condado de Dublín, enfrentó abuso físico, sexual y emocional por parte de su propia madre.
“Era una cámara de torturas. Era una persona que disfrutaba y sonreía lastimándote”, reveló en una entrevista en el programa de “Dr. Phil”, en septiembre de 2017.
“Mi recuerdo más lejano es el de ella diciéndome que no debí nacer. Ella no me quería, no quería niñas, quería que fuera un niño. Me trataba como a un chico, me cortó el cabello. Cada vez que me golpeaba, que era a diario, me hacía quitarme la ropa y acostarme desnuda en el suelo, con mis brazos y piernas abiertas. Atacaba mi abdomen, quería reventar mi útero y destruir mi sistema reproductor. Quería que dejara de ser mujer”.
Los abusos eran una constante en los primeros años de su vida y no sólo por parte de Marie, su madre. “Fui violada en varias ocasiones por extraños en Irlanda cuando era niña”.
Fue entonces cuando Sinead tomó la decisión de raparse, una marca en su imagen. “No quería ser bonita. Era peligroso ser bonita porque podría ser violada o molestada en todas partes a donde iba. o quería ser violada”.
O’Connor logró librarse de los abusos mediante una decisión radical: aprovechó que su madre estuvo hospitalizada tres meses y escapó de su casa.
Tras pasar una temporada con su padre y otra en un reformatorio para chicas rebeldes, Sinead eventualmente volvió con Mary y dado que ya no era una niña pequeña, entre los 14 y 16 años repararon su relación.
O’Connor alivió como pudo el dolor que le causó su madre, pero años después, cuando Mary dijo no recordar haberla maltratado, Sinead le dejó de hablar nueve meses. “Lo siguiente que supe fue que ella había muerto en un accidente automovilístico”.
La cantante tenía 19 años y la muerte de su madre se convirtió en un nuevo golpe cuando parecía que la vida de Sinead estaba cambiando para bien.
Durante su estancia en el hogar para chicas rebeldes ocurrió otro momento clave que marcó un antes y después en su vida.
Una de las monjas en el reformatorio se percató del talento de Sinead y le dio una guitarra. O’Connor empezó a desarrollar sus aptitudes musicales y se dirigió a Londres, donde firmó un contrato con Ensign Records cuando sólo tenía 17 años.
Pero pronto Sinead dejó ver que en ella seguía latente la chica que escondía su dolor detrás de su rebeldía.
Cuando se lanzó su primer disco The Lion and the Cobra (1987) se opuso a la idea de los ejecutivos de verla con el cabello largo y minifaldas. La joven se aferró a llevar la cabeza rapada.
Su segundo disco, I Do Not Want What I Haven’t Got (1990) la llevó a la fama mundial gracias al cover de Nothing Compares 2U.
Y apenas un año después, Sinead hizo evidente que la suya no sería una carrera convencional. Pese a estar nominada a cuatro Grammys se ausentó de la ceremonia por considerar que “honraba gente que había logrado el éxito material en lugar de aquellos que habían dicho la verdad o hecho algo para inspirar”.
Sin embargo, su momento más incendiario aún estaba por llegar. El 3 de octubre de 1992 se presentó en Saturday Night Live y casi al final de su interpretación de War, de Bob Marley, sacó una foto del Papa Juan Pablo II y mientras decía la palabra “evil” (el mal) rompió la imagen y señaló “pelea contra el real enemigo”.
Comenzó entonces una pelea de Sinead contra la iglesia que la llevó incluso a ordenarse como mujer sacerdote en 1999 por parte de un movimiento católico.
En 2003, Sinead reveló que le fue diagnosticado trastorno bipolar. Ella cree que su instinto suicida proviene de querer ver a su madre. “No puedo esperar por el día en que realmente llegue al cielo y así pueda verla otra vez Le diría ‘te amo y te extraño mucho’”.
La carrera de Sinead nunca volvió a alcanzar el éxito de sus inicios, pero constantemente ha acaparado los titulares por su comportamiento, sobre todo en redes sociales.
En 2013 O’Connor escribió una carta abierta dedicada a Miley Cyrus, por su video explícito de “Wrecking Ball”. “El mensaje que sigues enviando es que de alguna manera es cool se prostituida... no es cool Miley... es peligroso”.
Cyrus insinuó que Sinead es mentalmente inestable, algo que la perseguido durante décadas. “Todo mundo me trata como si fuera una persona loca y eso es una gran fuente de diversión y entretenimiento”.
Pero sus publicaciones en redes no han hecho más que acrecentar la idea sobre su inestabilidad emocional. En 2012 alarmó a sus seguidores en Twitter cuando preguntó si alguien conocía a un psiquiatra en Dublín que pudiera atenderla urgentemente, pues estaba en peligro.
En noviembre de 2015 fue salvada por la policía por un intento de suicidio tras publicar un mensaje de despedida en Facebook y un año más tarde volvió a encender las alarmas cuando un miembro de su familia la reportó perdida y poco después fue hallada en un hotel de Chicago.
La situación, parece, no ha mejorado para la intérprete, pues en agosto de 2017 publicó un video en Facebook en el que se mostraba destrozada en un hotel de Nueva Jersey. “Quiero que todos sepan lo que se siente, por eso estoy haciendo este video. La enfermedad mental es como las drogas, importa poco quién seas; y lo que es peor es el estigma, no importa quién seas”, comentó al inicio del clip.
“Estoy sola. Y no hay nadie en mi vida, excepto mi médico, mi psiquiatra -el hombre más dulce del mundo, que dice que soy una heroína- y eso es la única cosa que me mantiene viva en este momento… y es patético”, añadió en el material, donde de nueva cuenta salió a relucir el tema de su madre.
“Si fuera solamente por mí, ya me hubiera ido. De vuelta a lo de mi madre… porque caminé por esta tierra sola durante dos años, como si fuera un castigo por tener una enfermedad mental y enojándome porque nadie me cuidaría”, dijo. “Soy una pequeña mujer de un metro sesenta de altura vagabundeando por el mundo sola durante dos años”.
Días después de la publicación del video apareció otro mensaje en su Facebook en el que se informaba que Sinead se encontraba segura y bajo cuidado médico, pero la intérprete volvió a acaparar la atención en octubre de 2018 cuando anunció que se convirtió al Islam y a partir de entonces se llamaba Shuhada’ Davitt.
Los escándalos para Sinead no terminaron ahí. Ya convertida al Islam, declaró que no quiere pasar tiempo con los “asquerosos blancos” y se ganó el repudio de sus seguidores.
Demasiadas turbulencias en la vida de la rebelde cantante.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: