El éxito del canal Badabun, es innegable. Se trata de unas las productoras de contenidos más importantes de habla hispana a nivel mundial y sus más de 42 millones de suscriptores lo comprueban. De acuerdo con César Morales, fundador y director de la plataforma, este prestigioso lugar lo han obtenido gracias a que “nadie en español ha entendido el negocio de YouTube como nosotros”.
La frase anterior la dijo durante una entrevista con el medio español Verne, una división de El País, y parece que han comprendido las dinámicas de esta plataforma digital de gran manera, pues sus videos suman millones de reproducciones. Una de las apuestas más famosas es Exponiendo infieles, en donde la conductora revisa los teléfonos de las parejas con el fin de encontrar mensajes que comprometan una relación.
Este proyecto vio la luz en un periodo donde pocas personas tenían en cuenta los fenómenos que sucedían en internet. Hace más de 10 años abrieron una página de internet en donde se compartían contenidos virales como curiosidades o trucos, mismos que eran replicados por otros youtubers, quienes los comentaban y posteaban en sus perfiles. Fue a partir de eso que el crecimiento se empezó a notar.
Con la publicación de sus textos, llegaron a tener más de 50 millones de visitantes únicos al mes. Esto, para Morales, quien es originario de Tijuana, Baja California, representó una revolución. En 2014 se dieron cuenta de que era el momento de migrar hacia el lugar en donde estaban las audiencias más jóvenes: YouTube.
Entonces, apostar por los videos fue la mejor decisión. Los redactores se convirtieron en guionistas de programas como La mansión del influencer, el cual es una clase de reality show en donde celebridades digitales interactúan entre sí; o Atrapando infieles, que podría ser la secuela del programa conducido por Lizbeth Rodríguez, ya que consiste en demostrar los engaños entre parejas.
Además, otros programas que resultaron sumamente atractivos para los usuarios fueron Entrevistamos a, cuyo concepto es muy claro a partir del nombre y Qué pasaría si... en donde se explican las consecuencias a determinados fenómenos ficticios.
Según cifras del sitio web Social Blade, que se encarga de realizar estadísticas de los canales de YouTube, las ganancias mensuales que deja este proyecto se estiman entre USD 71,000 y poco más de USD 1 millón. Además, están en el primer lugar de las plataformas más vistas en todo México.
Una de las figuras más conocidas es, sin duda Lizbeth Rodíguez. Desde su incursión, ella se encargó de darle mucha notoriedad al programa Exponiendo infieles y, de hecho, es la personalidad que más vistas le genera a Badabun, pues todos las producciones en donde aparece suman más de 500 millones de vistas.
Un punto que destacan sus creadores respecto al éxito logrado es la cantidad de gente que labora en el mismo tenor. Según Verne, Badabun le da trabajo a 170 personas en Tijuana, Monterrey y Ciudad de México, entre los que destacan guionistas, responsables de la producción e incluso los propios youtubers.
En varias entrevistas, César Morales ha comentado que su objetivo es cambiar al mundo a través de las ganancias económicas que obtiene de sus videos, pues a partir de muchos de ellos se recaudan fuertes cantidades de dinero, que después son donadas a diferentes causas altruistas.
Sin embargo, esas buenas intenciones no lo han alejado de las polémicas. La más reciente sucedió con cinco personajes que eran conductores del canal. Ellos denunciaron la violencia y el abuso que vivieron al trabajar en la página de entretenimiento.
Alex Flores, Kim Shantal, Daniela “Queen” Buenrostro, Kevin Achutegui y Dani Alfaro rompieron el silencio sobre el acoso sexual, homofobia y explotación laboral que vivieron al interior de Badabun, luego de que Lizbeth Rodríguez hablara por primera vez en noviembre de que se sentía controlada por la empresa.
Las celebridades denunciaron que habían perdido el control de sus cuentas en YouTube e Instagram. También comentaron que la empresa los presionó para firmar contratos restrictivos, donde prácticamente le cedían el “control de todo” lo que hacían, incluidas sus redes sociales, y el CEO de la empresa decidía el contenido que harían sin darles voz en la toma de decisiones. “Tenemos mucho miedo de las cosas que puedan pasar, de lo que venga”, comentó Alex Flores.
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