Hace un par de semanas se anunció que la cantante Taylor Swift sería honrada con el premio de Artista de la Década dentro de la ceremonia de los American Music Awards (AMAs). Sin embargo, una noticia que debió ser motivo de festejo, se tornó en una de enojo.
La cantante explicó en una publicación llamada “No sé qué más hacer” desde su cuenta de Tumblr, que ni Scooter Braun (reconocido manager) ni Scott Borchetta (fundador de Big Machine Records) la dejarán interpretar ninguna de sus antiguas canciones.
La cantante escribió en su publicación que planeaba hacer un popurrí de sus canciones, sin embargo, sus planes se vieron truncados puesto que tanto Braun como Borchetta le prohiben cantar los temas que tiene bajo el sello de Big Machine.
“No se me permite interpretar mis viejas canciones en la televisión porque afirman que sería volver a grabar mi música antes de que me lo permitan el próximo año”, explicó Swift en su mensaje.
Aunado a esto, la cantante adelantó que “aunque esta no era la forma en la que quería decirlo”, tiene un documental que Netflix está preparando acerca de su vida durante los últimos años.
“Scott y Scooter han rechazado el uso de mi música anterior o grabaciones de actuaciones anteriores para este proyecto, a pesar de que no hay ninguna mención de ellos ni de Big Machine Records en ninguna parte de la película”, agregó.
Según la publicación de la cantante, el que pueda poder usar su propia música está condicionado por Scott Borchetta.
“Scott Borchetta le dijo a mi equipo que me permitirán usar mi música solo si hago estas cosas: si estoy de acuerdo en no volver a grabar versiones de mis canciones el próximo año (que es algo que legalmente tengo permitido hacer y en verdad deseo hacerlo) y también le dijo a mi equipo que necesito dejar de hablar sobre él y Scooter Braun”, continuó en su testimonio.
Swift agregó que aunque ha sido amenazada, siente una obligación de compartir lo que le han hecho estas personas, pues le podría servir de lección a cualquier artista para evitar que sufra un destino similar.
“El mensaje que me envían es muy claro. Básicamente sé una buena niña y cállate. O serás castigada. Esto está mal. Ninguno de estos hombres participó al momento de escribir esas canciones. No hicieron nada para crear la relación que tengo con mis fanáticos. Así que aquí es donde les pido su ayuda”, sentenció.
La también actriz hizo un llamado a sus fans para que le digan a los empresarios lo que sienten al respecto de cómo la están tratando, pues espera que con la ayuda de sus seguidores, las actitudes “tiránicas” de estos hombres puedan parar.
“Solo quiero poder interpretar mi propia música. Eso es todo. He tratado de resolver esto de forma privada a través de mi equipo, pero no he podido hacer nada. En este momento, mi actuación en los AMAs, el documental de Netflix y cualquier otro evento grabado que planeo hasta noviembre de 2020 son un signo de interrogación”, aseguró.
Fue en junio cuando Swift acusó públicamente a Braun de bullying y por haber comprado los derechos de su catálogo musical por 300 millones de dólares (5,785,380,000 de pesos mexicanos). En la publicación, la cantante agregó que fue sorprendida por la noticia.
Sin embargo, Borchetta desmintió la versión de la cantante alegando que la decisión se tomó durante una llamada telefónica en donde accionistas de la empresa o sus representantes estuvieron al tanto. El padre de Swift, es uno de los accionistas y según Borchetta, su abogado estuvo presente en esa plática.
Además, el empresario dijo que le envió un mensaje de texto a la cantante acerca del acuerdo que estaba en puerta. “Yo dudo en verdad que ella se ‘levantó a las noticias tal como todo el mundo’”, aseguró Borchetta.
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