El príncipe Harry y Meghan Markle “le han dicho a la Reina que no pasarán la primera Navidad de Archie con ella en Sandringham porque necesitan un tiempo fuera para recargarse y hacer planes”. Los expertos reales temen que los planes de los duques de Sussex para ausentarse en el gran evento genere una mayor distancia con los Windsor.
Los duques confirmaron que estarán con Doria Ragland en Los Ángeles junto con el pequeño Archie, de seis meses.
Cada año, el núcleo principal de la monarquía británica se reúne en el castillo de Windsor para celebrar la Nochebuena con la reina Isabel, que se traslada allí desde mediados de diciembre hasta el mes de febrero para sus vacaciones de invierno. Y las celebraciones de Navidad también forma parte de los compromisos reales. El día 25, es habitual que se acerquen a la iglesia de Santa María Magdalena para asistir a misa en la casa de campo en Norfolk, Inglaterra. Pero este año, el primero de Meghan y Harry como padres, no se unirán al plan.
Según la prensa inglesa, el duque y la duquesa de Sussex ya le informaron su decisión a la monarca de 93 años. No obstante, el príncipe Harry y su esposa están indecisos sobre qué hacer para Navidad, pero han decidido pasarlo lejos de la familia real en la tradicional reunión en Sandringham, informó The Sun esta mañana.
La medida de los duques pueda empeorar las tensiones entre las parejas y el resto de la familia, tras los recientes comentarios de Harry de que él y su hermano William estaban “en diferentes caminos en este momento”.
Aunque estaba previsto que los duques de Sussex viajaran a Los Ángeles para tomarse un descanso de seis semanas y celebrar Acción de Gracias junto con Doria Ragland, la madre de Meghan, se daba por hecho que regresarían a tiempo para pasar el día de Navidad con la familia real. Finalmente, parece que han preferido ausentarse de la mesa de la reina.
Fue en Sandringham donde la ex actriz estadounidense fue recibida por primera vez por la reina Isabel II, en 2017, meses antes de que los duques de Sussex pasaran por el altar. Pese a no estar casados, la invitó a pasar allí con ellos la Navidad, saltándose así su regla de invitar solamente a las parejas de sus familiares una vez que ha habido boda de por medio.
Según recogen los medios británicos, esta nueva decisión de los duques de Sussex puede abrir aún más la brecha entre la pareja y el resto de la familia.
“Todas las familias tienen sus tensiones en Navidad, por supuesto, pero esta se expone ante los ojos del mundo. Espero que pareja pueda reconsiderar su decisión en las próximas semanas”, afirmó Phil Dampier, autor del libro Harry y Meghan en su propio mundo, en declaraciones al Daily Mail.
No es la primera vez que Markle y Harry tiene una actitud así con la reina. En septiembre la duquesa de Sussex optó por viajar a Nueva York para ver la final del US Open en lugar de ir a Escocia con el resto de la familia real. Esa actitud no fue bien vista por la corona. Mientras la familia Windsor asistió al castillo de Balmoral, la esposa de Harry prefirió apoyar a su amiga Serena Williams en el partido que finalmente perdió ante la canadiense Bianca Andreescu.
Al parecer, Isabel se mostró “decepcionada” con la actitud de su nieta política.
Los británicos entendieron la decisión de Markle como un desaire a Isabel II, a la que le gusta esta acompañada de toda su familia cuando acude a Balmoral.
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