Pasaron casi diez años desde la última vez que lo vimos con el traje de Batman. Y sin embargo, es difícil olvidarnos de aquel rol, aunque haya que hacer memoria que ganó un Oscar después como Mejor Actor por The Fighter y estuvo nominado otras tres veces más por American Hustle, The Big Short y Vice. Y en un momento en que Robert Pattinson ya fue elegido como el nuevo Batman, después que Ben Affleck colgó la capa, Christian Bale se convierte en otro estilo de superhéroe americano protagonizando Ford v Ferrari al lado de Matt Damon y un punto bastante en común.
- Tengo una pregunta de un admirador que remarca que Matt Damon se hizo amigo de George Clooney cuando ya había sido Batman y es muy amigo de Ben Affleck que también fue Batman y ahora es amigo tuyo...
- Hay una estrategia por ahí... ¿no? (Risas) ¿Se hará amigo también de Robert Pattinson? (vuelve a reír)
- La pregunta del fan, literalmente, es “¿Matt Damon es el verdadero Robin”?
- ... (se toma unos segundos)... ¿Puedo quedarme reflexionando por el resto de mi vida, sin tener que responder? ¿Me dejarías hacerlo? Te cuento algo que realmente nos pasó hace poco, alguien se le acercó a Matt (Damon) y lo felicitó por ser tan bueno como Robin. Y él tuvo que decirle “Pero ese había sido Chris O’Donnell en realidad”. Y el pobre se fue avergonzado.
- ¿En tu caso te gusta que la gente todavía te recuerde como Batman?
- A mi me parece estupendo que la gente todavía me recuerde como Batman.
- ¿Algún consejo para Robert Pattinson?
- “No le prestes atención a nadie”, que haga lo suyo.
Con el nombre completo de Christian Charles Philip Bale, Chris nació el 30 de Enero de 1974 con una mínima señal que algún día iba a filmar una película sobre Ford, teniendo en cuenta que nació en la ciudad de Haverfordwest, de Gran Bretaña. La madre Jenny James trabajaba en un circo y el padre David Bale era piloto de aviones comerciales. Y un jovencito Christian Bale tuvo que acostumbrarse a viajar entre Inglaterra, Estados Unidos y Portugal, donde también aprendió a ‘actuar’ diferentes acentos. Ni siquiera había cumplido 10 años, cuando obtuvo su primer trabajo como actor en una publicidad de cereales, para debutar después en teatro con The Nerd. El golpe de suerte lo tuvo con la miniserie de TV Anastasia: The Mystery of Anna, porque del otro lado del televisor lo había visto el mismísimo Steven Spielberg que lo terminó contratando para El Imperio del Sol, donde fue premiado como Mejor Actor Juvenil.
La fama y popularidad no era lo que más lo atraía. Al contrario. Por un momento pensó en dejarlo todo y cambiar de profesión, hasta que se inclinó a un estilo de roles menos comerciales como la adaptación de Enrique V de Shakespeare o American Psycho y The Machinist donde incluso perdió casi 30 kilos para la increíble transformación física de su personaje. Por eso resultó una total sorpresa cuando el director Christopher Nolan lo eligió como Batman, en un nuevo intento de Warner Bros, por recuperar al superhéroe que había fracasado comercialmente con George Clooney y Chris O’Donnel en Batman y Robin. El resultado final: una trilogía que recaudó 1.005 millones de dólares y un título de superhéroe muy difícil de quitarle. Claro que también apareció en otros éxitos comerciales como la versión de Terminator Salvation (sin Arnold Schwarzenegger) o el rol del agente federal de Public Enemies con Johnny Depp. Mientras en la vida real es un verdadero superhéroe detrás de Greenpeace y la Fundación World Wildlife, en el cine volvió al estilo de historias que tanto aprecia, con el Oscar que además ganó con The Fighter o la política increíble transformación física de Vice, con su cuarta nominación al Oscar, en la misma época en que ya había empezado con el rodaje de Ford v Ferrari.
- ¿Cómo fue la preparación física y emocional para interpretar un deportista como el corredor de carreras Ken Miles, después de haberte transformado físicamente para la película “Vice”, donde incluso fuiste nominado al Oscar ?
- No hubiera sido lo mismo si interpretara a Ken Miles con 120 kilos más... me hubiera costado entrar en el auto (risas).
- ¿No hubieras entrado en el auto de verdad?
- Si te fijas, en la película se ve que esos autos no fueron hechos para gente grande, para nada. Ni siquiera son cómodos. Pero la personalidad de Ken era también la de alguien bastante delgado. A mi me encanta el carácter de alguien así. Lo adoro. Me encantó interpretar lo excéntrico, apasionado y loco que era. Es muy atractivo representar alguien tan envidiable como buen amigo, también. Cuando lo ves en cine, es fácil pensar “Yo quiero tener un amigo así”. Y es maravilloso cuando logras una amistad donde te dan el permiso de pelearte, sabiendo que después vas a seguir siendo amigo, porque el cariño no desaparece. Fue maravilloso mostrar algo así.
Basada en una verdadera historia, comparada con la carrera a la luna que Estados Unidos enfrentó con Rusia, la película Ford v Ferrari cuenta como es que un diseñador de autos norteamericano y un corredor lucharon contra las leyes físicas, para construir un revolucionario auto de carreras con la marca Ford que pudiera enfrentar al invencible Ferrari. 24 Horas de Le Mans, en 1966, terminó siendo la primera carrera en la historia que ganó (SPOILER ALERT) un auto norteamericano, la primera carrera que ganó el mismo auto Ford GT40 que hizo historia al ganar la misma carrera de Le Mans, cuatro años consecutivos. Después de todo, saber ahora el final de la película, es como pensar que al ver Titanic no se va a hundir. Pero... lo que muy pocos saben es que Tom Cruise y Brad Pitt habían sido originalmente los elegidos para filmar la misma película con 20th Century Fox y quedó en la nada por problemas con el guión. Pero la carrera por llegar al cine, la terminaron ganando Matt Damon y Christian Bale.
- ¿Cómo fue trabajar con Robin... perdón, con Matt Damon?
- Como actor, es el mejor, su trabajo también es muy matizado. Es muy duro consigo mismo. Hablamos bastante entre nosotros sobre la última escena, donde me parece que está espectacular, pero tampoco quiero arruinar el final a nadie. También es una de las personas más decentes que conocí en mi vida. Es muy cooperativo, es de la escuela de los que quieren cooperar con otros, sin competir con nadie, para nada. Y cuando lo digo, pienso que algún día va a dirigir cine, estoy seguro que sería un magnífico director.
- ¿Dejarías que Matt Damon sea el director de una película tuya?
- Me encantaría que me dirija. La forma en que lo ve todo, tiene una perspectiva muy grande. Creo que puede... en cierta forma tuvo una conversación de directores con Jim (James Mangold, el director de ‘Ford v Ferrari’), cuando yo hubiese pasado totalmente inadvertido haciendo lo mío. Me encantó trabajar con este hombre.
- ¿Incluso con la escena donde le pegas en la cara?
- Me dio tanta satisfacción... (Risas) Muchísima satisfacción y creo que él también disfruta cuando le pegan. Insistía en hacerlo. Y lo hizo muy bien.
- Hay algo bastante particular que sorprendió durante el estreno del Festival Internacional de Cine en Toronto. Cuando la película ya había terminado, te quedaste sentado hasta el último nombre de los créditos, sacando fotos a la pantalla...
- Eso fue por diferentes razones. Por un lado, yo sabía que iba a tener que estrechar las manos de la gente, pero estaba lagrimeando. Esta película va más allá de las carreras de autos. Ya la había visto antes, aunque nunca con público. Y me rompe el corazón la pérdida de Miles y la familia, la hermosa actuación de Matt y el final donde (Caroll) Shelby habla con Peter (Miles), es algo que siempre me destruye. Pero también va más allá de la historia, porque es una historia que pasó a ser parte de mi vida, la gente que perdimos, la familia y los amigos. Por eso me quedé sentado, tratando de recuperarme. Sabiendo que iba a tener que hablar con la gente, necesitaba verme como alguien más competente. Pero también en los créditos mencionan unas cuantas personas que yo también quise fotografiar para mandarles un mensaje de texto, enseguida después, porque estaba muy feliz de ver sus nombres allá arriba.
- ¿Cómo tu doble, Robert Nagle?
- Ah, él es el mejor. Trabajamos bastante juntos. He pasado noches enteras en Michigan con él, al costado de los autos, disparando ametralladoras y haciendo que de vueltas con el auto y cosas así. Incluso fuimos juntos a una escuela de carreras, una verdadera escuela del corredor Bob Bondurant, en Arizona. Fue algo magnífico. El hombre que interpreta al corredor Denny Hulme, el socio de Miles en Lamont, se llama Ben Collins y es un verdadero corredor de carreras. De verdad. El era el corredor anónimo The Stig del show de televisión ‘Top Gear’. Ni siquiera sé si debí haberlo dicho... se suponía que era uno de los más grandes secretos. ¡Es terrible lo mío!
- ¿Qué tan bueno eras conduciendo autos, antes de filmar ‘Ferrari v Ford’ y qué tan bueno te consideras ahora?
- Yo todavía tengo una vieja camioneta de segunda mano y te diría que sé como meterme entre los autos por los rincones, sin chocar. Eso me encanta. Me fascina. Es tan divertido. Y todavía tengo mi Toyota Tacoma. La película será sobre Ford, pero yo amo mi Tacoma (Risas). Me encantaría decir que yo soy el que corre los autos... ¿Acaso Steve McQueen y James Garner no lo hacían? ¿En qué estábamos pensando con Matt? ¿Por qué no fuimos nosotros los que corrimos en auto? Pero claro, hubiese sido un insulto asumir que podíamos hacer algo así. Yo igual hice todo lo que me dejaron hacer, aunque en la compañía de seguros estaban bastante paranoicos con todo esto. Con el director necesitamos ensayar saliendo con el Cobra por la pista de carreras y cuando yo me quedaba atrás de cámaras me encantaba correr, dar vueltas. Es adictivo. Por eso entiendo tanto a Ken Miles y lo que hacían estos corredores de carreras. Y la contradicción del elemento de preocupación, precisamente, te hace sentir más vivo, porque el peligro es inherente. Pero te garantizo que ninguno de estos hombres hubiese corrido un solo auto si no hubiera sido peligroso. Y fue maravilloso darme el gusto de interpretar un personaje así.
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