Como fiel competencia para los estudios de cine, de a poco, Netflix también va imponiendo su presencia en los festivales de cine. Y para comprobarlo personalmente, viajamos más de doce horas por el Océano Pacífico, unas catorce horas en el futuro de Hollywood (por la diferencia horaria, ni siquiera vivimos un día domingo). Y en el Internacional Festival de Cine de Tokio, Netflix trajo la fama de Alicia Vikander con su primera película después del éxito del Oscar y ‘Tomb Raider’, para cerrar el festival con el estreno asiático de la esperada The Irishman que reúne a Martin Scorsese con Robert De Niro y Al Pacino. Faltó la fama de Michael Fassbender, porque Alicia decidió traer al hermano menor en vez del esposo, pero tenía sentido estrenar en Japón la película Earthquake Bird que justamente transcurre en Tokio, con la historia de un criminal triángulo romántico.
Claro que también está presente el cine en español con los infaltables subtítulos en japonés, en una semana donde por ejemplo figura la cosmopolita presencia de la española Penélope Cruz con el mexicano Gael García Bernal y el venezolano Edgar Ramirez en La Red Avispa y la historia de unos cubanos juzgados como espías en Estados Unidos (más internacional, imposible). El chileno Alejandro Amenábar trae la historia española de Unamuno en Mientras Dure La Guerra. Y el español Aritz Moreno debuta como director con Ventajas de Viajar en Tren (aunque él llegó en avión). Hasta Guatemala figura en el programa de proyecciones, con el director Jayro Bustamante y la película de terror La Llorona, mientras el director francés Oliver Laxe estrena la película española Lo Que Arde. Incluso la película Towards the Battle, es en inglés, español y francés, con la historia un fotógrafo francés que en 1860 viaja a México para fotografiar la guerra colonial.
En total, nada menos que 181 producciones de cine, se presentan esta semana en el Festival de Tokio. A nivel local, festejan también el 65 aniversario de Godzilla y más de 100 años de la evolución de los ‘animé’ dibujos animados japoneses con los famosos locales Kemur Man, Garamon y Kanegon.
La actriz Alice Hirose fue elegida como la Musa del Festival y hasta China está muy bien representada por la presencia de la estrella Zhang Ziyi (Memorias de una geisha, Tigre y dragón).
El jurado del TIFF de este año está presidido por Ziyi e integrado por el productor estadounidense Bill Gerber (“Ha nacido una estella” , “Gran Torino”), la actriz y productora francesa Julie Gayet, y los directores de cine danés Michael Noer y japonés Ryuichi Hiroki.
Entre historias de samurái, bastante sushi, sake y karaoke, sin Pokemon ni Hello Kitti, con nuevo emperador, el honor japonés también es digno de imitar en el resto del mundo, si supieran lo ordenado que es el público. Ninguno se levanta hasta la proyección del último nombre de los títulos y recién cuando se enciende la luz, se paran para salir, sin empujar a nadie, en una digna tradición donde cada uno lleva sus propia basura para entregarla a unos voluntarios que esperan afuera, para dividir incluso el vaso de gaseosa de la tapa de plástico, en diferentes cestos. Verlos disfrutar el cine en orden, es otro festival... de película.
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