La vida de Ben Affleck en Hollywood se ha desarrollado como una montaña rusa. Después de ganar un Oscar por Good Will Hunting en 1998, la vida del actor criado en Boston lenta y dolorosamente cayó en picada. En el plano personal, pasó por momentos muy difíciles: se divorció de Jennifer Garner tras una década juntos y tres hijos en común y su adicción al alcohol lo deja como un actor inestable en la industria. Un problema que no niega y asume públicamente. “Combatir cualquier adicción es una lucha difícil y de por vida".
Un par de meses después del estreno de Pearl Harbor (2001), Affleck, de 29 años, se registró voluntariamente en el famoso centro de rehabilitación de Malibú, Promises, para tratar su alcoholismo. Fue la primera de muchas internaciones para buscar la sobriedad.
La vida personal de Affleck entró en un terreno movedizo en 2014 cuando fue expulsado de un casino en Las Vegas por contar cartas. Pero las cosas realmente golpearon duro al último Batman de la pantalla grande cuando Garner, su gran sostén, le pidió el divorcio tras 10 años de matrimonio. En medio de la separación, surgieron historias de que Affleck había tenido un affaire con la niñera de sus hijos. Una relación extramarital que él negó.
Se convirtió en el centro de atención una vez más por cuestionada que nada tienen que ver con su trabajo. No obstante, su momento de mayor exposición fue su romance con la actriz y cantante Jennifer López, de quien se enamoró perdidamente mientras filmaba la película Gigli en 2002. Se convirtieron en una de las parejas más buscadas del espectáculo. Affleck y López fueron referidos casi de inmediato como “Bennifer” por los tabloides, quienes cubrieron cada uno de sus movimientos y, finalmente, tras un compromiso rápido al final del primer año de noviazgo, todo estalló por los aires.
Las cosas parecían haber mejorado en 2012 cuando dirigió Argo, filme con el que ganó el Oscar a mejor película en febrero del año siguiente. Por cierto, su nombre quedó fuera de la lista de nominados al Mejor Director ese año. Pese a no ser tenido en cuenta por la Academia, se llevó un premio más importante: un lugar en la lista A de Hollywood.
Al actor y director le sobra talento frente y delante de cámaras y tiene el reconocimiento de sus pares de la industria, pero no consigue salir adelante. Así quedó en evidencia el fin de semana pasado cuando fue grabado tambaleando por las calles de Los Ángeles.
“Fue un error, pero no voy a dejar que me descarrile”. Así reconocía Affleck, antes de llegar a la casa de su ex mujer, que había recaído en el alcohol. Cuando se le preguntó si volvía a rehabilitación, se mantuvo en silencio. El video de él borracho y sin poder mantenerse en pie tras una fiesta de Halloween en Los Ángeles era una prueba irrefutable.
Pero no era todo. La noche del sábado no terminó ahí para el actor. Completamente borracho y en compañía de Katie Cherry, una mujer a la que conoció en una app de citas, se fue a un casino de Los Ángeles. Testigos presenciales indicaron que el intérprete casi se cae de la silla por su estado de ebriedad. Se quedó 12 minutos y se fue con USD 1200 en efectivo.
Al día siguiente, cuando fue abordado por los parazzzi, Affleck reconoció haber tenido un “desliz” y recibió la visita de un acompañante terapéutico. Dicen que Garner lo está apoyando, pero no le gustó nada ver al padre de sus tres hijos en esa vergonzosa situación. “Estaba molesta, decepcionada, pero está ahí para él”, dijo una fuente a la revista US Weekly.
Pese a estar separados hace varios años, la protagonista de 13 Going on 30 es un gran soporte para el actor y director en su recuperación para dejar el alcohol.
Horas antes de su recaída, Affleck había celebrado públicamente llevar “más de un año” sobrio a través de un mensaje publicado en su cuenta de Instagram. Le duró poco.
En agosto de 2018, había sido retratado en la puerta de su casa de Los Ángeles mientras recibía una caja llena de alcohol. Tras conocerse las imágenes en los medios, su ex esposa lo internó en un centro de rehabilitación en Malibú, donde permaneció 40 días. Tras ser dado de alta, en un mensaje en Instagram, el ganador del dos premios Oscar agradeció a su familia y a los fanáticos por el apoyo que había recibido.
“Luchar contra cualquier adicción es una lucha de por vida y difícil. Debido a eso, uno nunca está realmente dentro o fuera del tratamiento. Es un compromiso a tiempo completo. Estoy luchando por mí y por mi familia”, expresó Affleck en su sentido mensaje.
En su paso por el programa Today para promocionar Triple Frontier en marzo pasado, Affleck habló abiertamente de sus problemas con el alcohol. “Lo conté porque sentí que tenía un problema grave y quería hablar de ello, y me siento bastante orgulloso de haberlo hecho”, dijo el actor. “Realmente no me molesta hablar sobre el alcoholismo y ser un alcohólico. Es parte de mi vida. Es algo con lo que trato a diario”.
También se animó a hablar sobre la excelente relación que mantiene con su ex, a quien llenó de halagos por su inigualable labor de madre. “Tengo la suerte de que tienen una madre genial que se asegura de que esta situación funcione lo mejor posible".
¿Malas compañías?
La recaída del actor generó que muchos se preguntaran quién era la misteriosa mujer que lo acompañó en su última noche de excesos sabiendo la adicción que tiene el actor. Se dice que Affleck conoció a Katie Cherry en la aplicación de citas privada Raya “hace unos meses”.
La pareja ya ha sido vista en varias ocasiones desde entonces, incluida la fiesta de Halloween de West Hollywood en la que Afflek lucía en muy mal estado. Según Us Magazine, Cherry estudió en el Berklee College of Music y actualmente trabaja como compositora en Los Ángeles.
Las imágenes del actor con su nueva conquista hicieron recordar a la recaída de agosto pasado cuando comenzó un apasionado romance con una joven modelo de Playboy llamada Shauna Sexton. En esos días Affleck fue fotografiado con una caja de alcohol en la puerta de su casa. Por esas imágenes volvió a rehabilitación. Garner lo pasó a buscar por su casa, se detuvo en un fast food para que comiese algo y luego lo llevó a una exclusiva clínica donde el actor estuvo 40 días recuperándose de su adicción.
Al comenzar un tratamiento ambulatorio el año pasado, volvió con la productora de Saturday Night Live, Lindsay Shookus, con quien había logrado mantenerse alejado del alcohol durante una relación intermitente que comenzó en 2017. Estuvieron un par de meses juntos, pero no funcionó y Affleck volvió a estar solo.
Mientras todos hablan de su adicción, él también lo hace y no siente vergüenza en reconocer que una persona adicta debe de pedir ayuda en el momento justo y que hacerlo no es ningún síntoma de debilidad."Estoy tan agradecido con todos los que están ahí por mí. Espero más adelante poder ser un ejemplo para otros que estén librando una batalla”.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: