Darren McGrady trabajó como chef de la familia real británica durante 15 años. Primero fueron 11 años en el castillo de Windsor, sirviendo a la reina Isabel II, y después, cuatro en el palacio de Kensington, con la princesa Diana.
En una entrevista reciente en el programa australiano The Morning Show, declaró que Lady Di era una “pésima” cocinera y que casi quema la cocina del palacio de Kensington.
McGrady explicó que los fines de semana los tenía libres y que en una ocasión que la princesa tuvo visitas, se vio obligada a cocinar por sí misma. Aunque Diana optó por algo sencillo: pasta con tomate, a la mitad de la preparación, un olor a gas alertó a todos de que algo no iba bien. Entre risas, el chef contó que al lunes siguiente la princesa le dijo: “Darren, no te imaginas lo que ha pasado. He estado a punto de incendiar la cocina. ¡Pero la mejor parte es que tenía 12 bomberos ‘macizos’ para mí!”, contó Darren, además de agregar que "la princesa era la peor cocinera del mundo”.
Entre sus anécdotas, Darren McGrady narró que los hijos de la princesa Diana también fueron sus comensales desde pequeños, incluso les preparaba sus papillas. “Recuerdo a ese pequeño chico (el príncipe Harry) entrando a la cocina y diciendo que quería hamburguesas, pollo frito y pizza" recalcó el chef, aunque declaró que Meghan Markle lo ha ayudado a comer sano.
“Me acuerdo de un día en que la princesa entró en la cocina y me dijo: ‘Cancela la comida para los chicos, me los llevo fuera, al McDonald’s’. Y yo le dije: ‘Pero Dios mío, su Alteza Real, yo puedo hacer unas hamburguesas’. Y ella me contestó: 'No, si lo que quieren es el juguete”, ahondó Darren, pero aclaró que él siempre se preocupó porque los jóvenes príncipes comieran sano, y se ponía de acuerdo con la niñera para que los obligara a comer vegetales. "Eran príncipes de la realeza, pero tenían paladares de niños”, explicó.
Acerca del tiempo que pasó bajo las órdenes de la reina Isabel II, el chef explicó que su majestad “come para vivir”, pero que su esposo “vive para comer”. A Felipe le gusta la comida y se interesa por ella, quiere conocer de dónde viene y cómo se prepara. Aunque subrayó que la soberana es una “adicta al chocolate” y jamás se podría resistir a un pastel hecho de chocolate y cubierto de merengue.
Cuando Diana de Gales falleció, en 1997, McGrady decidió poner fin a su trabajo con la corona británica. Se mudó a Dallas, Texas y siguió ejerciendo como chef de otras personalidades. Entre sus comensales más famosos se encuentran cinco ex presidentes estadounidenses: Ford, Reagan, Bush, Clinton y Bush. También se dedica a dar charlas, clases y publicar libros.
Entre sus publicaciones más famosas está Eating Royally, en el que habla sobre su experiencia trabajando para la reina Isabel II y para la princesa Diana, donde coincidía diariamente con miembros de la realeza como Felipe de Edimburgo y sus nietos, los príncipes William y Harry, además de considerar esa época de su vida como maravillosa, de conocer un lado más íntimo y personal de la familia real, pudo conocer varias partes del mundo. Se segundo libro más conocido es The Royal Chef at Home, en el que destaca su vida después del palacio y su transición a Dallas.
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