Luego de que la cadena NBC decidiera prescindir de los servicios de Matt Lauer por “comportamiento sexual inadecuado” el 29 de noviembre de 2017, muchas mujeres que habían sido víctimas de sus ataques se animaron a revelar los tormentosos momentos que debieron pasar junto a quien era uno de los conductores televisivos más poderosos de los Estados Unidos. A él nadie se le animaba, hasta que una investigación de la revista Variety sacó a la luz su costado monstruoso.
La sorpresa conmovió a la opinión pública norteamericana y hasta el propio presidente Donald Trump se refirió al caso. No era para menos: Lauer comandaba las mañanas de Today desde hacía 20 años. Toda la clase política y el establishment de su país parecía rendirse a sus pies. Pero ese poder se desvaneció cuando se conoció su verdadera personalidad. El lobo que se escondía tras esa sonrisa cautivadora.
Ese 29 de noviembre NBC fue contundente en su decisión: “Estimados colegas, en la noche del lunes recibimos una detallada queja de un colega sobre un comportamiento sexual inadecuado en el ámbito laboral de Matt Lauer. Representó, luego de una seria revisión, una clara violación a los estándares de nuestra compañía. Como resultado, hemos decidido terminar su contrato. Aunque es el primera queja sobre su conducta en los más de 20 años que ha estado en NBC, nos han presentado razones para creer que no fue un caso aislado. Nuesta mayor prioridad es crear un ambiente de trabajo en el que todos se sientan seguros y protegidos, y garantizar que cualquier acciones que vayan en contra de nuestros valores enfrenten consecuencias, sin importar su autor. Estamos profundamente tristes por estos eventos, pero lo enfrentaremos juntos como un medio, y de la forma más transparente que podamos”.
Eran tiempos de denuncias contra Harvey Weinstein y del nacimiento de uno de los movimientos más importantes de los últimos años: Me Too. La industria no tenía margen para hacer lo que había permitido durante años: que sus conductas no fueran juzgadas como correspondían. No podían continuar con la complicidad y el encubrimiento de abusadores y violadores.
Los detalles sobre sus maniobras y acosos contra empleadas de menor rango comenzaron a salir a la luz. Eran espeluznantes. Por ejemplo: Lauer le regaló a una colega un juguete sexual. Lo acompañó, además con una nota en la que describía explícitamente cómo quería utilizarlo en la co-presentadora de Today, quien se sintió avergonzada y atacada a la vez. Otro caso: exhibió su pene a una empleada del equipo periodístico, a la que había convocado a su oficina para una cuestión de trabajo. Pero cuando la mujer llegó, él se bajó los pantalones, le mostró su pene y le propuso que tuvieran relaciones sexuales.
Pero además, ¿podía verse cierta complicidad por parte de alguna estructura de la cadena? Lauer tenía un botón debajo de su escritorio que le permitía trabar la puerta. No sólo su oficina se hallaba en un lugar apartado, sino que ese dispositivo le permitía cerrar con pestillo la puerta sin siquiera moverse de su silla. Según dos mujeres que sufrieron la situación, lo utilizaba para “iniciar contactos inapropiados” de manera tal que hacía más difícil la huida de la víctima.
Con el correr de los meses se fueron revelando más y más detalles. Hasta que una obsesión se apoderó de él. Esa manía tenía un registro “real” en su apellido: Middleton. La osadía de Lauer parecía no tener límites. Se creía todopoderoso.
A tal extremo actuó el ex conductor de Today que luego de haber entrevistado en 2014 a Pippa Middleton -hermana de Kate, duquesa de Cambridge, esposa del príncipe William- presionó a las autoridades de NBC para que la contratara. Su interés se convirtió casi en una manía incomprensible. Desde 2011 la estrella de la joven estaba en ascenso. Lauer quería de cualquier forma a Pippa en el staff de la cadena televisiva. Sobre todo luego de que la joven mujer sea noticia mundial por la belleza desplegada en la boda de su hermana con el heredero al trono británico.
Incluso el presunto violador organizó una puesta para probar el talento que Pippa podría tener frente a las cámaras. Extraño lugar el elegido por el conductor: su rancho en Montana. ¿Quería impresionarla? De acuerdo al diario inglés DailyMail, no está claro si la audición tuvo lugar. Aunque sí confirmó los preparativos.
En otra oportunidad, cuando la joven viajó a Nueva York, Lauer reservó un lugar en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Quería convencerla de que se uniera a la red de comunicación en la que él también trabajaba. No consiguió tentarla.
La presión de Lauer no sólo se detenía en los ejecutivos de la empresa en la cual trabajaba. También sobre la joven que por entonces tenía 31 años. Sin embargo, de acuerdo a esa publicación, Pippa no tenía gran interés en el trabajo y prefería no mortificar a su hermana Kate -con responsabilidades mayores- con posibles contrapuntos lejos de casa, en Estados Unidos.
Durante la entrevista de 2014, Lauer también hizo referencias lascivas sobre su cuerpo, su figura y hasta sus vestidos. Por entonces, sólo las víctimas -que ya serían muchas- del conductor sabían que detrás de esas preguntas podría estar escondido su voraz y violento apetito sexual.
“Pippa no se sentía cómodo con nada de eso. El Palacio de Buckingham la estaba presionando tremendamente para que no avanzara o causara vergüenza a su hermana. Matt y Pippa nunca estuvieron solos, y ella no estaba realmente interesada en el trabajo, pero, sin embargo, los empleados de NBC estaban nerviosos por el interés de Matt en Pippa”, señaló una fuente anónima al sitio Page Six, quien también reportó sobre el escándalo que no escaló.
Desde que estallara el escándalo, el ex periodista estrella que despertaba a millones de televidentes cada mañana se ha mantenido alejado de la vida pública. Se refugió en su mansión de los Hamptons, uno de los lugares más exclusivos de los Estados Unidos. Desde entonces sólo se lo vio para audiencias públicas con la justicia.
Nuevas revelaciones
En un nuevo libro de Ronan Farrow, Brooke Nevils acusó a Lauer de violarla analmente en una habitación de hotel de Sochi en 2014 durante la cobertura olímpica de la red. Según Variety, en Catch and Kill: Lies, Spies, and a Conspiracy to Protect Predators, Farrow entrevistó a la ex empleada de NBC News, cuya queja sobre el conductor llevó a su despido en noviembre de 2017. En ese momento, la identidad de Nevils se mantuvo anónima por petición suya. Esta es la primera vez que se hacen públicos todos los detalles de sus acusaciones.
Nevils relata en el libro que trabajó en Sochi con la ex copresentadora de Today Meredith Vieira. Una noche se encontraron con Lauer en el bar del hotel. Al final de la velada, la víctima -que había tomado seis tragos de vodka- terminó yendo a la habitación del hotel de Lauer dos veces, una para recuperar su credencial de prensa, que el depredador había tomado como una broma, y la segunda porque él la invitó.
Una vez en la habitación, Nevils reveló que Lauer la besó, luego la empujó hacia la cama y le preguntó si le gustaba el sexo anal. Farrow escribe que Nevils dijo que ella lo “rechazó varias veces”, pero no pudo escapar y fue penetrada analmente por el periodista, que no usó lubricante. Según los informes, la víctima indicó que el encuentro fue doloroso y que “sangró durante días”.
“No fue consensuado en el sentido de que estaba demasiado borracha para consentir. Le dije, varias veces, que no quería tener sexo anal”, relata Nevils. A su abusador no le importó lo que ella dijera. Estaba decidido.
Nevils, de 35 años, también experimentó una pérdida de peso por el estrés, según el libro. “Había perdido catorce libras (seis kilos)”, escribe Farrow. “Acudí a los médicos 21 veces en un solo mes”, confesó al respecto la periodista en sus declaraciones. Sin embargo y a pesar de todo lo que implicó la situación, la mujer no lamenta su decisión de hablar, detalló el portal People.
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