Las autoridades españolas aún buscan esclarecer si en una de las emisiones del programa “Gran Hermano” se cometió un abuso sexual, pero son los realizadores del proyecto quienes lanzaron versiones encontradas sobre la noche en que Carlota Prado lució “sin apenas moverse, boca arriba, con los ojos cerrados”, y José María López, otro de los concursantes, hizo movimientos debajo de las cobijas.
Durante la noche del 3 de noviembre de 2017, las pantallas de la emisión registraron una conducta inusual después de una fiesta, donde lo que predominó fue el consumo del alcohol. Pero fue al día siguiente cuando los encargados del programa informaron de la expulsión de José María por “un comportamiento inaceptable” y a Carlota le pidieron ver unas imágenes.
“Me dijeron que me tranquilizara y que tenía que ver unas imágenes. Y en ese momento me pusieron el video con lo que sucedió esa noche, sin avisarme sobre lo que estaba a punto de ver. No sé cuál es el procedimiento en estos casos porque yo no soy especialista, pero tendría que haber estado una persona a mi lado, un psicólogo o alguien que me ayudara a enfrentarme a esas imágenes tan duras”, declaró la concursante en entrevista.
En el video se vio a ella misma y a José María en una de las habitaciones. Con aspavientos, y muy aturdida, intentaba quitarse de encima al concursante, que quería agredirla sexualmente.
“Quítate, no puedo”, le ordena ella, mientras hace gestos propios de una persona que está diciendo ‘déjame tranquila’. Después cayó inconsciente. La agresión sexual, explicó Carlota, duró diez minutos.
“Se ve perfectamente que se aprovecha de mí en la habitación y que yo estoy inconsciente. […] En palabras casi textuales, el auto de la jueza dice que se ve ‘clara, precisa y reiterada mi oposición’, a las acciones de esta persona”, detalló la joven.
Durante el juicio que se le persigue a los realizadores no logran definir quien tuvo la autorización para intervenir en favor de Carlota y parar la agresión.
De acuerdo con el diario El Confidencial, María Robles Hurtado, la responsable de cámaras del programa ese día (‘La Super’, en léxico televisivo español), negó tener la facultad para interrumpir las grabaciones porque primero debía avisar al productor del programa, Floren Abad.
Robles Hurtado agregó que pese a no tener la autoridad para terminar con el comportamiento de los jóvenes, sí lo notó extraño por la actitud de ella.
“Intuyo que hay movimientos debajo del cobertor. Se escuchan gemidos, respiraciones alteradas. La cabeza de Carlota se movió de manera descontrolada, con los ojos cerrados”, declaró la 'Súper’ encargada ante la jueza de Colmenar que analiza el caso desde hace dos años.
María Robles aseguró que al notar esto decidió llamar a Carlota al confesionario sin tener una respuesta favorable.
“En ese momento, se paran los movimientos que hay debajo del cobertor, pero Carlota no reacciona. Vuelve a haber un ligero ápice de movimiento y es cuando vuelvo a acceder y digo: 'Carlota, por favor, al ‘confe’. Ahí es cuando el señor José María se destapa e intenta bromear conmigo”, continuó en su declaración jurada.
La encargada del programa recordó que José María le respondió: “‘Súper’ no te está escuchando”, pero ella rápidamente añadió: “Yo estoy hablando con ella y le estoy diciendo que venga al ‘confe’. No estoy hablando contigo”.
“Le pido (a José María) que la asista, que está bebida. Le lleva un poco de agua para ponérsela en la frente hasta que Carlota se va recuperando y vomita. Va al baño y veo que portaba solamente la camiseta, no llevaba el pantalón. Se sentía mareada, y ella misma se extrañó de la situación, de encontrarse con la camiseta mal puesta”, añadió en sus testimonios frente a las autoridades.
Tras notar este comportamiento extraño, María Robles Hurtado, la ‘Súper’ del programa, decidió comunicar este comportamiento al “máximo responsable era el productor ejecutivo y director general, Floren Abad o el señor Álvaro Díaz”, porque ella no tenía autorización para detener las grabaciones.
“Si se cae alguno o pasa alguna cosa, soy yo la que gestiona lo que haya que hacer”, mencionó frente a la jueza, pero el caso de expulsar a algún participante se debe “consultar a Floren. ¿Entramos o no?".
Floren contradijo a su empleada y dijo: "Sí que pueden tomar algún tipo de decisión (al respecto). Pero, ¿tenía María Robles potestad para dar órdenes a los miembros de seguridad? “No hay ese protocolo como tal [en el programa], pero sí tiene potestad para entrar en la casa e irrumpir ese hecho”.
Álvaro Díaz, como director general de Zeppelin TV y productor ejecutivo de Gran Hermano, apoyó a Floren y añadió que María Robles era la responsable de ordenar el ingreso de personal de seguridad a la casa, reportar lo sucedido y además, sin consultarlo con un superior.
Pese a las declaraciones de Carlota Prado, el video de los sucesos ocurridos el 3 de noviembre del 2017 y las declaraciones de María Robles, la defensa de José María López, insiste en que su cliente es inocente.
“José María está toda la noche cuidando de Carlota cuando se percata de que ella está bebida”, aseguró.
“Hay una vigilancia 24 horas y hay un ‘súper’ que es el que está visionando al minuto y segundo la vida de la casa e interviene en el momento crítico. Interviene pidiendo que José María dé agua a Carlota. El ‘súper’ está pendiente de lo que está pasando. Y creo que si hay un abuso, el ‘súper’ abre la puerta y saca a quien tenga que sacar, uno no se espera 17 horas para ir a denunciar”, concluyó el abogado.
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