La película “Joker”, dirigida por Todd Phillips y protagonizada por Joaquin Phoenix, no deja de ser tema de conversación desde su estreno la semana pasada.
En una entrevista reciente que concedió al periodista Peter Travers -crítico de cine afiliado a Popcorn-, el actor respondió algunas de las interrogantes que más han inquietado a los fanáticos.
Una de ellas fue si su último papel en la pantalla grande significó el más importante que ha hecho en su vida. “¿Piensas en este como el papel de tus sueños?", le preguntó uno de los fanáticos.
La respuesta del histrión fue contundente: “No”.
Sin embargo, admitió que no ha parado de “pensar en ello”, y abrió las especulaciones sobre una posible secuela.
“Nunca pensé en que este fuera el papel de mis sueños, pero ahora, sinceramente, no puedo dejar de pensar en ello. Todo el tiempo pienso sobre qué más podríamos hacer. Hay algo más con el 'Joker’ que podría ser interesante”, explicó.
La película ha sido todo un éxito en taquilla y le ha dado a su protagonista un sinfín de elogios de la crítica especializada por su interpretación de uno de los villanos más famosos del cine.
Pero en cuanto al filme se refiere, lejos están las críticas de ser todas favorables. De hecho, algunas fueron absolutamente duras.
“Joker’ es una película ‘wannabe’ que quiere ser todo para todos los espectadores, que además imita la noción de agregar sustancia cuando en realidad solo la resta. ‘Joker’ es la experiencia visual de un extraño y aletargador vacío", escribió Richard Brody, del New Yorker.
Glen Weldon, crítico especializado en DC Comics, dijo que “Joker’ plantea la transformación de Arthur en un asesino en masa como algo inevitable. No es una elección; es algo que el mundo le hace. Como resultado de su pasividad, la historia se convierte en algo así como una cadena de indignidades de las que Arthur es víctima hasta que, un día, heroicamente (?), deja de serlo. Entonces, rápidamente se vuelve predecible para después volverse repetitiva, y finalmente aburrida”.
Dana Stevens, de Slate, escribió lo siguiente: “Es una mala película, sí: es predecible, es un cliché que está profundamente arraigado en otras películas mejores, y fue escrita de manera tan exagerada que llega al punto de ser una parodia de sí misma”.
“La mayor decepción del año ha llegado. Emerge, con un egocentrismo extrañamente adulto, de la fiebre de la temporada de premios de festivales como el giro refinado de una marca establecida de la cultura pop”, sentenció Peter Bradshaw, del periódico The Guardian.
Por último, A.O. Scott, del New York Times, se expresó así: “Es un ensayo vacío y turbio con un estilo de segunda mano y una filosofía de segunda clase, aunque en realidad carece de ambos. Embelesada con la noción de su propia audacia —como si lo deliberadamente incómodo fuera una forma de valentía artística—, la película parece temer a su propia sombra, o al menos a la más tenue sombra que tenga algún tipo de relevancia real...”
Al final de la entrevista para Popcorn, otro fanático le hizo la siguiente pregunta al protagonista de películas como Irrational Man (Woody Allen) e Inherent Vice (Paul Thomas Anderson): “¿En algún momento llegaste a sentir alguna repercusión psicológica por tu interpretación del Joker? He escuchado que algunos actores sufren tensiones mentales debido a sus personajes”.
“Me encantaría decir que sí, porque todo ese rollo suena genial, pero la verdad es que no. Nunca tuve algún problema por ello; en lo absoluto”, contestó el actor.