Parece que en Sarita Sosa, la polémica hija de José José, las emociones brotaron al revés: poco después de la muerte de su padre se mostró muy tranquila al dar entrevistas y una semana más tarde apenas podía controlar el llanto para agradecer al públicó que acudió a despedirlo en el Auditorio del Condado de Miami, este domingo 6 de octubre.
En ninguno de los casos Sarita se ha salvado de las críticas. Primero la señalaron por su actitud al ofrecer dos entrevistas en Estados Unidos horas después de que su padre falleciera en Miami (el pasado sábado 28 de septiembre).
Se sumó también el hecho de que la joven no informara a sus hermanos José Joel y Marysol del sitio donde se encontraban los restos de su padre.
La indignación se alzó no sólo en redes sociales sino también entre personajes de los medios de comunicación en México, que no concebían cómo una persona podía aparecer tan traquila en entrevistas en medio de la tragedia que vivía, como si no le hubiera dolido en absoluto la partida de su padre.
Pati Chapoy la llamó “estúpida”, “monstruo” y “enferma mental”, mientras que Laura Bozzo se refirió a ella como “buitre", una definición que también fue usada en Twitter para crear el hashtag #saritabuitre.
Al periodista Gustavo Adolfo Infante le pareció “maquiavélica” la manera en que Sarita se mostró ante las cámaras y aunque en algún momento de la entrevista con María Celeste Arrarás parecía más triste, algunas personas aseguraron que ni siquiera le salieron lágrimas cuando supuestamente lloraba.
Grace Valenzo, especialista en lenguaje corporal, explicó en una entrevista para Infobae México que todo en la entrevista de Sarita parecía manipulado.
“Quedó claro que no tiene una buena relación con sus hermanos, cuando habla de ellos arquea las cejas, mostrando una especie de venganza. Su lenguaje revela que no tiene contacto con los hermanos ni interacción”.
En medio de las acciones legales que pensaban emprender José Joel y Marysol, Sarita accedió a reunirse con ellos y llegaron a un acuerdo.
Los tres hermanos posaron tomados de la mano y elevando los brazos ante los medios de comunicación. Parecía que la reconciliación había llegado, pero días después se notó que las diferencias entre ellos siguen siendo profundas.
En el homenaje en Miami a José José, Sarita y su madre ocuparon un lado del féretro, sentadas, mientras que del otro lado, de pie, estaban José Joel y Marysol.
Fue ahí cuando la actitud de Sarita cambió de manera radical. Atrás había quedado la joven que hablaba con tranquilidad ante las cámaras, aunque sin revelar información clave como las causas de la muerte de su padre y las circunstancias en que falleció.
Desde que salió de la funeraria en la Pequeña Habana, Sarita -siempre con gafas de sol, estaba llorando y una vez que pasó al frente a dar unas palabras en memoria de su padre, apenas pudo hablar por el llanto.
"Muchas gracias a todos desde el fondo de nuestro corazón, de toda la familia Sosa Ortiz. Gracias por recordar a mi papá, por tenerlo en sus corazones, que nunca muera su música, por favor. Gracias por venir, ustedes son nuestra familia, todo Miami, gracias por recibir a nuestro papá hace más de 30 años, por ayudarlo a renacer, gracias, teníamos que hacer esto por ustedes”, dijo entre sollozos.
Pero, de nueva cuenta, su actitud fue calificada como poco sincera entre usuarios en redes sociales y representantes de medios de comunicación.
Por ahora, pasarán al menos 48 horas para saber qué pasará con los restos de José José, pues los abogados de José José y Marysol evitaron que se incineraran los restos del “Príncipe”.