Hace justamente un año, Justin Bieber sorprendió a Londres. Sentado al borde de una fuente del Palacio de Buckingham, y escondido bajo la capucha de su sudadera, empezó a tocar los acordes de una de sus canciones. Sin embargo, el improvisado concierto gratuito no iba dirigido a la legión de fans que se agolpó rápidamente a su alrededor. Cada nota, dijo, era una declaración de amor eterno dedicada a una chica que se escondía entre el público: Hailey Baldwin.
“Esa chica de ahí es el amor de mi vida”, dijo Justin Bieber señalando a la modelo antes de empezar la serenata.
La noticia se propagó como un incendio. Los fans de Selena Gomez enloquecieron, los seguidores de Bieber le reclamaron la precipitación de ese nuevo amor, y algunos más radicales conspiraron para sabotear la nueva y vertiginosa relación. Lo que no sabían entonces, era que ese mismo mes la pareja se había dado el “sí quiero”en los Juzgados de Nueva York, en un impulso romántico, y sólo meses después de empezar el noviazgo, tal y como confirmaría el tío de la novia, el actor Alec Baldwin, en los premios Emmy.
Un año después, nada ha logrado destruir su historia. Bieber, de 25 años, y Baldwin, de 22, pasarán de nuevo por el altar este lunes 30 de septiembre. Esta vez, en una ceremonia religiosa a la que asistirán familiares y amigos, y que les costará cerca de USD 250.000, según estimó el diario británico Daily Mail.
La boda empezará al atardecer en un exclusivo complejo de Carolina del Sur, conocido como Palmetto Bluff, y durará tres días, de acuerdo con la revista People. El terreno de 8.000 hectáreas cuenta con dos salas de baile, restaurantes, piscinas, lagos y campos de golf. Incluye además dos capillas. La más grande, con capacidad para 185 personas, acogerá el enlace en pocas horas.
Los invitados se hospedarán en el hotel de la finca, que permanecerá cerrado al público en los días del evento, ya que la pareja reservó todas las habitaciones. Cada una de ellas, informó el diario británico Daily Mail, tiene un costo que oscila entre los 316 y los 1.700 dólares por noche. Bieber y su esposa dormirán en una residencia independiente al hotel.
La modelo y el cantante ya se dejaron ver el domingo en el complejo. Por la noche celebraron un cocktail preboda a bordo de un yate, al que asistieron 36 amigos y familiares, entre los que se encontraban Katy Perry y Kendall Jenner. Baldwin lució un mini vestido blanco con escote palabra de honor y unos tacones Jimmy Choo de USD 1.000. No cambió su peinado, que llevó -como acostumbra- tirante y recogido en un lazo. Bieber, con un outfit más relajado, vistió un polo blanco y pantalones negros.
Aunque no han trascendido nuevos detalles del enlace, ni se han publicado imágenes en Instagram, se espera que sea una ceremonia memorable. No sólo por la localización y por tratarse del mediático cantante canadiense, sino por contar con la organización de una de las wedding planner más cotizadas de EEUU, Mindy Weiss, famosa por orquestar, entre otras, las ostentosas bodas de las hermanas Kardashian o de Sofia Vergara.
Más allá de las lágrimas, de los escandalosos hilos de Twitter, de los problemas de salud de Bieber, de las versiones de infidelidad y del fantasma siempre presente de Selena Gomez, la pareja se unirá este lunes, por primera vez ante los ojos de Dios -un paso importante para ellos al ser ambos católicos-. Un amor que supo resurgir de las cenizas después de que rompieran en 2015, cuando salieron juntos por corto tiempo.