En redes sociales circulaba una imagen de Alan Kaleb Pardo pidiendo ayuda para encontrarlo, pero su familia lejos estaba de imaginar que en realidad, el joven actor había sido arrestado en el Perú por traficar cocaína en su sistema digestivo.
Ahora, el actor del exitoso programa unitario de Televisa “La Rosa de Guadalupe” sigue detenido en un calabozo policial en Lima, Perú, como parte de una medida provisional de 13 días de cárcel. Por el delito de tráfico internacional de drogas, Alan enfrentaría una pena mínima de 8 años de cárcel, o hasta 15 años tras las rejas.
Después de los 13 días de prisión provisional, la fiscalía deberá considerar si existirá una medida cautelar de varios meses de detención preventiva, mientras se resuelve el proceso legal en su contra.
El Ministerio Público de Perú investiga detalles de los “continuos viajes” de Alan Kaleb al Perú, según fuentes oficiales dijeron al diario El Universal. Desde enero de este año, al menos una vez al mes viajaba por tres días a Lima, Perú, donde rentaba un departamento. En su pasaporte ya se contaban 11 viajes al país, y si no hubiera sido detenido, habría logrado el vuelo número 12 con destino a México.
“Lo que esta persona vino a hacer al Perú fue a transportar droga, no vino a hacer turismo”, dijo el fiscal de la segunda Fiscalía Antidrogas del Callao, el doctor Ronald Achahui, quien dijo que fueron alertados por los constantes viajes de Alan Kaleb entre México y Perú.
“Aceptó que ha venido a transportar droga en esa modalidad de ingesta”, reiteró el fiscal al noticiario El Panorama, que presentó imágenes del recorrido de Alan en el aeropuerto, donde se veía tranquilo. Cada paso del actor fue registrado por las cámaras de seguridad hasta que en la puerta de embarque fue detenido por dos agentes.
Se desconoce si el joven actor ha colaborado con las autoridades para revelar el origen de la cocaína y los motivos de sus constantes viajes al Perú. Sin embargo, el fiscal a cargo de la investigación, Jorge Huayllacayán Palomino, dijo que Alan Kaleb deberá responder por la presunta comisión del delito contra la Salud Pública - Tráfico ilícito de Drogas.
La Dirección Antidrogas (Dirandro) de la Policía Nacional del Perú (PNP) lo detuvo en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, cuando estaba en la puerta de embarque de la aerolínea LATAM Airlines con intención de viajar a México.
Personal de Dirandro detuvo al joven de 26 años y tras detectarle la droga por exámenes de rayos X, lo trasladó al hospital Daniel Alcides Carrión, según el diario La República.
Allí, Alan evacuó vía rectal 50 envoltorios de látex, o preservativos, con cocaína. En total, había 1.796 kilos de la sustancia blanca, que fue decomisada y trasladada al Departamento Antidrogas del Aeropuerto.
La noticia de su arresto trascendió el martes 17 de septiembre, pero su detención ocurrió el viernes 13 de septiembre. En total, pretendía trasladar a México 1.796 kilogramos de cocaína.
Generalmente, a las personas que se les detectan estupefacientes son imputadas por delitos de flagrancia, por lo que consiguen un juicio abreviado en poco tiempo y una condena que no supera los cuatro años de prisión. Al cumplir los dos tercios de la condena pueden quedar en libertad o, en el caso de los extranjeros, volver a su país de origen.
Popularmente, a esta modalidad de tráfico de drogas se le conoce como “mulas” o “burros”, pues llevan oculta o ingerida la mercancía ilícita, pese a poner en riesgo su salud.
Pero las “mulas” son el eslabón más debil en la cadena del narcotráfico. Muy pocas veces su detención lleva a grandes avances en la investigación para desbaratar a las bandas delictivas.
Esto sucede principalmente porque las y los ingestados no tienen información sobre los líderes jerárquicos de la banda, los teléfonos que pueden brindar no conducen a pistas concretas. Tampoco quieren hablar por miedo a lo que los narcotraficantes puedan hacerle a sus familiares o a ellos mismos por venganza.
Según información de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, en Perú está el mayor número de mexicanos presos en América latina por narcotráfico; para junio de 2019, había 235 mexicanos.